Sus grandes manos ahuecan perfectamente mi cara, su iris azul; son como dos pozos profundos, y estos no pierden ni un solo segundo de todas mis expresiones.
Va a suceder.
Me va a besar.
La cosita sabrosa, me dejará probarlo.
Sin previo aviso, acaricia lentamente mi mejilla, tras su toque, deja un hilo de electricidad, mi mirada viaja a sus labios, los cuales los moja suavemente con su delicada lengua.
Trago en seco.
Los cabellos de la nuca se erizan al ver tan acción, es tan caliente.
Y lo hace, se acerca de poco para decir:
—Tienes que ir a correr.
—Si quie...—me detengo de golpe.
»¿Qué?
—Tienes que salir a correr, Loto, ¡arriba!
—¿Mamá?
Qué diablos, su cara de un momento a otro se transforma en el rostro de mi progenitora, y es en ese momento que siento un jalón en mi tobillo izquierdo.
Abro los ojos con sorpresa para ver a la causante de tal susto.
Todo fue un sexy sueño.
—¡Mamá! — grito, mirando el edredón de mi suave cama en el piso ─ ¿Qué te pasa?
—Arriba, Loto— ignora, totalmente mi pregunta— dijiste que ibas a empezar a correr todos los días.
Su voz es firme pero delicada, Camellia puede ser un gran grano en el trasero, su voz aterciopelada te puede confundir sin saber qué hacer.
La amo inmensamente, pero su intensidad no me gusta ni me ha gustado desde que tengo memoria.
—Mañana empezaré— informo, para volver acomodarme y volver a recuperar mi sueño.
Mi delicioso sueño.
—Nada de eso señorita, arriba Loto. ¡Ya!
—No quiero— chillo y hago una pataleta como los niños pequeños— Está muy temprano, son las...—dejo las palabras al aire para buscar mi teléfono.
»Son las 5:30, Mamá.
—¿Y? tienes mucho tiempo para dormir Loto, arriba. Ahora.
Su voz de mando hace que me levante mal humorada, refunfuñando hasta el baño.
Una vez dentro hago todas mis necesidades y tomo una rápida ducha.
Maldita sea a la hora que prometí correr todas las mañanas.
Malditas uvas de las 12 del primero de Enero y sus deseos.
Cuando salgo de la habitación, se encuentra sola y con la colcha puesta de nuevo.
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LOTO🌸|COMPLETA|
RomanceSi te ofrecieran irte por un año completo y dejar tu vida atrás ¿Lo aceptarías? La respuesta de Loto fue un rotundo: SÍ. Luego de encargarse de la empresa de su padre a muy temprana edad y ser plantada en al altar, acepta la oferta de su progenitor...