L𝖆 S𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆 D𝖊𝖑 O𝖒𝖊𝖌𝖆 [𝐈] - 𝐍𝐀𝐌𝐆𝐈

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El sol estaba en su punto más alto, era un sol abrazador de esos que te hacen sudar, por lo que varias gotas bajaban por su rostro y no solo por eso si no también por las dos vueltas que le dio a la cancha corriendo junto a los de su clase.

No le dio tiempo de decirle que quería ducharse antes de hablar. No lo dejo saludarlo. Con esfuerzo y estaba respirando.

—Olvida que te invité al baile.

Fue todo. Dio media vuelta y se alejó. No hubo disculpas, explicaciones, nada. Como llego se fue, dejando confundido a Yoongi y arrepentido.

El baile era mañana y volvía a no tener pareja. Se había resignado a que nadie lo invitaría, para su mala suerte, Young Jae lo ilusiono. Young Jae es un delta del que todos conocían su historia; el chico tuvo un alfa y fue marcado por este, un día lo dejo por una omega. Abandono todo incluyendo su familia que lo rechazó, por fortuna lo volvieron a acoger. Decían que odiaba a los omegas, poco le importo a Yoongi cuando aceptó la invitación al baile, el no veía en el más que una pareja de baile, se prometió ir con quien fuera, solo quería ser un chico normal que iba a bailes y no el chico que se la pasaba sentado en la mesa mientras sus amigos bailaban.

Estaba como en el inicio y le dolía. Un rechazo más y sentía que moriría.

—Hola amiguito —Taehyung lo saludo con una sonrisa enorme —mañana es el baile, ya tienes pareja así que será el mejor baile de todos.

Los ojitos llenos de brillo e ilusión le rompían el corazón. Taehyung uno de sus mejores amigos y una de las razones por las que terminó en esa universidad. La única persona ajena a sus padres que comprendía lo mal que la estaba pasando, ya escuchaba el crujir del corazón del omega cuando supiera lo roto que estaba el suyo.

—Sobre eso... —No le basto más que verlo mover el lápiz impaciente, dudar en hablar y evitarle la mirada para saber lo que pasaba, aun así lo escucho más que nada porque no podía hablar —él dijo que no ira.

—¿Por qué? —la voz de Taehyung era igual de temblorosa que la de Yoongi.

—Solo eso, dijo que olvidara que me invito —sonrío sin ganas

Se levantaron de la banca en la biblioteca guardando sus cosas, de camino a la salida una chica aperlada, alta y hermosa choco "accidentalmente" con Yoongi. Este se quejó, unos destellos en los ojos del omega apareció que bien conocía su amigo, estaba enojado y cuando creía que su amigo pondría en lugar a esa omega fue lo contrario.

—Perdona Yoongi —hizo una mueca fingiendo estar avergonzada.

—No te preocupes Hwasa, fue un accidente —el destello desapareció siendo remplazado por una amplia sonrisa.

—Creí que usabas pudientes, fíjate por donde caminas —intervino Taehyung poniéndose detrás de su amigo.

—Pedí perdón Taehyung —la chica rodo los ojos. Continuo con su paso —adiós Yoongi.

—Adiós Hwasa.

A Taehyung casi se le cae la quijada. Yoongi evito el tema corriendo a la salida, le siguió el paso corriendo tras el.

—No puedes permitir que siga tratándote así. Tú no eres así.

—Debo ir a casa.

Lo estaba ignorando olímpicamente, que podía hacer Taehyung en estos casos, pues hacerse el loco.

—¿Mañana vendrás?

—No. Pero si mamá te llama puedes decirle que vine, ya sabes como es.

—Claro —le sonrió recibiendo una de vuelta.

Le dolía ver a su mejor amigo sin luz, para el Yoongi era como un sol que en los días de frio te abraza brindando calidez cuando la necesitas, que ilumina con su radiante sonrisa en cualquier momento, pero que no se lo toparan en un día caluroso porque llegaba a quemar todo a su paso. Yoongi poseía un carácter fuerte poco común en los omegas. Por eso detestaba que se comportara como una florecita. Lo conoció cuando lo salvo de una pandillita de betas brabucones en la secundaria cuando recién se mudó a la ciudad de Busan y ese Yoongi despareció dos años después.

Entendía el porqué de su cambio, a nadie le gusta ser tratado como el apestado, sin embargo, su comportamiento sumiso no ayudaba en nada atrayendo gente agradable y buena que quisiera ser su amigo, si no que atraía a odiosos aprovechados que lo molestaban. Por más que lo defendía estaba seguro de que no pararían, el no daba miedo en realidad era demasiado tierno y adorable, al que le temían era a su alfa. Pero también estaba seguro de que pararían si Yoongi los ponía en su lugar, dudaba que eso pasara.

Al llegar a la casa no podía estar más feliz, su hogar era el único lugar tranquilo en el que era aceptado por todos, sin embargo, no era un buen día.

—Hijo, tu traje para el baile llego. Ven —su madre lo jalo del brazo hasta la sala, allí estaban su padre y hermano.

—Es hermoso —Beomgyu su pequeño hermano cuatro años menor sonreía feliz mientras acariciaba las telas frente a él. El menor se había presentado semanas atrás como un omega y fue feliz, siempre dijo que quería y sería un omega —te veras genial Hyung.

Yoongi fingió la sonrisa más enorme que tenía. Se acerco a la ropa para admirarla junto a su hermano, no negaría que eran hermosas. Las escogió con tanta emoción que dolía, últimamente todo dolía. Durante tiempo se preguntó si las cosas serian diferentes si fuera un beta o mejor aún un alfa, quizás así sería respetado y no evitado como el omega repudiado. Quería dejar de serlo, quería ser aceptado mas no sabía cómo lograrlo.

—¿Young Jae vendrá por ti? —casi lagrimea al ver los rostros de alegría de sus padres.

Lo vieron ayudar con los preparativos del baile como siempre lo hacía siempre, cada día le preguntaban sobre su pareja de baile, se emocionó al fin de tener a alguien a quien presentar y ahora este se esfumo como espuma en el mar.

—No estamos en el siglo pasado, iré por mi cuenta —murmuro.

—Tiene que hacerse cargo de ti, que sea un delta no significa que no tenga modales y no importa en que siglo estemos Yoongi —su familia no juzgaba, obviamente todo padre quiere lo mejor para su hijo, pero en la situación de Yoongi, sus padres veían a cualquiera con buenos ojos. Menos su abuela quien odiaba a los deltas y alababa a los alfas.

—Delta tenía que ser —su abuela malhumorada salió de la cocina con una bandeja en las manos. Traía pequeños pays.

—Yoongi dice que es un buen tipo —alegó Beomgyu —seguro fue un gran alfa.

—Un gran alfa no terminaría siendo un inútil delta —la mujer no tan anciana dejo la bandeja en la mesilla central antes de tomar asiento.

"Una buena persona no deja a otra vestida y alborotada"

Punto para la abuela Min.

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