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Fue trasladado a una de las tantas casas en el centro de la aldea, le permitieron tomar un baño con agua tibia, le dieron ropa y comida demasiado buena que lamento disfrutarla, aunque llevaba días sin comer bien debía mantener su orgullo. No se la termino, pero sacio su hambre. La cama era suave por lo que se levantó en cuanto termino de comer. A la habitación entro Young Jae sin nadie que lo cuidara, aun así, a Yoongi no le paso por la cabeza dañarlo.

—¿Cuándo podre irme?

La pregunta le causo gracia al delta, la inocencia del omega a veces le daba remordimiento. El alguna vez fue inocente, incrédulo del mundo malvado en el que vivía.

—Taehyung se encuentra en una de nuestras celdas ¿No es eso increíble? —decía Young Jae mientras se paseaba por la habitación.

—¿Qué dices?

—Lo que escuchas —se sentó en la cama, palmeo un lado para que Yoongi se sentara, pero no lo hizo. Se resigno y continúo hablando —la noche en que te atrapamos en el bosque vino en tu ayuda de forma inesperada se podría decir —rio —fue fácil controlarlo —Yoongi estaba seguro de que el delta no hizo nada como para estar tomando crédito de la captura —te desmayaste y no lo viste. Te sorprenderás saber como llego al lugar

Yoongi no le creía, se estaba jactando de que él fue tan crédulo. No debía creerle.

—¿Dónde está Taehyung? —pregunto con seriedad.

—No deberías preocuparte por ellos. ¿Dónde está Namjoon? ¿Dónde está Taehyung? Enfócate en ti—meneo la cabeza en negativa.

—¿Dónde está? —su paciencia se agotaba.

—Lo veras, pero antes te daré la buena nueva —el delta se levantó y fue hacia él, lo tomo por lo hombros con fuerza para que Yoongi no se pudiera alejar. Su rostro mostraba entusiasmo —serás nuestra luna. Increíble no —sonrió alegre —nuestro líder hará que te acepten quieran o no. Una luna sin lobo, serás el primero en romper las estúpidas reglas de los cambia-formas —soltó un chillido de emoción.

—Estás loco —aparto los brazos de Young Jae de golpe, se alejó de él.

—Entonces será a la fuerza —el cambio de actitud preocupo a Yoongi, el delta se enfureció —harás lo que YO te diga o tu amigo pagara con su vida.

—¡No lo toques! —advirtió enojado.

—Nos vamos entendiendo —suspiro, su estado de ánimo cambio a uno de angustia —Pero alguien tiene que pagar con su vida. No quieres que sea Taehyung, entonces tendrá que ser Namjoon.

—¿Qué? Estás loco Young Jae, déjanos en paz —pidió exasperado.

—Y tú lo harás —finalizo.

Era Taehyung o Namjoon. Taehyung era ajeno a la situación y Namjoon desestabilizo su vida alejándolo del mundo y haciéndole la vida difícil. Se pregunto si su hermano tenía razón y los cambia-formas eran monstros. Tenía la mente hecha un lio, se sentía traicionado, engañado por la persona que creyó su amigo y se enamoró. Pensó en sus padres que seguramente ya lo estarían buscando, se imaginó a su madre llorando junto a su hermanito, su sobrino nacería pronto. La imagen de Taehyung sonriéndole feliz. Lo más probable era que Taehyung se encontrara en una de las celdas llorando y sufriendo.. Él debía salvarlo.

Levanto el cuchillo encima de su cabeza, cerro los ojos y se preparó para encajar la hoja

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Levanto el cuchillo encima de su cabeza, cerro los ojos y se preparó para encajar la hoja. Ni siquiera sabía a donde tenía que dar para una muerte rápida y sin sufrimiento, solo tenía que hacerlo. Grito con frustración dejando caer la mano a un costado aun con el chuchillo. No fue el único que grito, varios de la manada del sur negaron ante la acción del omega. La respiración se volvió más difícil, las piernas se le desahacian y las manos le pesaban. Cuando abrió los ojos parecía sin vida, rio amargamente negando con la cabeza como un loco desquiciado. Grito otra vez y la punta del cuchillo fue a parar a su garganta presionándola.

¡No voy a ser la maldita luna de nadie! —grito presionando más el chuchillo, un hilo de sangre cayo por su cuello —vas a soltar a Taehyung y los dejaras ir libres a todos —exigió con voz firme.

Ya no era más el omega tierno e inocente. No. Debía ser más fuerte para proteger a los que amaba. Un quejido inconsciente salió de su boca cada que presionaba.

—Ay Yoongi, te creí más listo —hablo Young Jae.

—No te muevas o lo hare, lo juro —detuvo el paso del delta con la mano libre.

[Yoongi]

—No te muevas Namjoon.

[Te estas lastimando]

Volvió a decir preocupado y asustado.

[Nos salvare]

El que no era demasiado listo era Young Jae si no sabía que uno podía permitir quien leyera sus pensamientos. La vez que vio a Namjoon con Young Jae en el bosque pensó en hacerlo, el alfa le enseño a controlar quien leía su mente y quien no, aunque él no pudiera leer la de los demás era capaz de dominar aquello. Al final no lo hizo.

—¿Qué harás? ¿Matarte? — La voz de Young Jae sonaba despreocupada.

—Dijiste que querías que fuera su luna —la palabra le resultaba extraña en su boca, era como citar las frases de novelas, donde todo era ficción. Primero dijo que no lo seria y ahora diría que sí, estaba confundido, no sabía bien que hacer —lo hare, déjalos ir y lo hare.

[No] el alfa se levantó superando la estatura del omega. Yoongi sabía que él era el único que podía escucharlo.

—Te equivocas Yoongi. Tu eres el bonus... el premio para nuestro líder.

—Yo no soy un maldito premio —vocifero. Parte del carácter que mantuvo reprimido comenzaba a salir a flote.

—Lo serás, cuando acabemos con la manada del sur, no te quedará de otra a menos que quieras que continuemos con tus padres, escuche que tu hermanito tendrá un cachorrito —menciono tranquilamente.

—¡Aléjate de ellos! —volvió a exigir, ejerciendo más presión en el arma.

Young Jae suspiro pesadamente, la paciencia no era su virtud.

—Hazlo de una vez si lo vas a hacer. Así Namjoon sufriría, su padre entendería mi dolor —hizo una pausa, en ningún momento aparto la vista del omega —pero ten en cuenta que una vez que el cuchillo atraviese tu hermoso cuello, la manada del sur dejara de existir y tu familia igual.

Los ojos de Yoongi parecieron encenderse por fuego. Al final no podía ser el héroe, al contrario, terminaría como un cobarde. Se sentía bañado en fuego, la chaqueta que le permitieron usar le molestaba, el cuerpo le picaba, era una sensación extraña que recorría el camino de su interior hasta su exterior. La mente le daba vueltas con las miles ideas que lo bombardeaban, aun así, ni una parecía viable.

 La mente le daba vueltas con las miles ideas que lo bombardeaban, aun así, ni una parecía viable

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Hola guys

Para ustedes el capitulo de la semana ✌

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