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Mas que conocer la silueta. Reconoció los andares del lobo, nerviosos e intranquilos. Un lobo enemigo hubiera tomado posición de ataque y lo haría trizas.

A paso rápido ingreso al bosque. Abrazo al alfa con fuerza. Este lo hizo de la misma manera recargando la cabeza en su espalda. Noto la respiración agitada del alfa.

—¿Ocurre algo? Te noto intranquilo —se separó.

[Tuve un mal presentimiento así que vine corriendo. Mis patas me trajeron más lejos de lo normal. Ahora veo la razón]

—Supongo que me paso lo mismo. Debí retornar seis cuadras atrás —río por la coincidencia.

Solo Namjoon se daba cuenta de que no era coincidencia. Su lobo lo llevo al omega. Su pecho se oprimió, sin saber por qué. Se dejo guiar por su instinto.

[¿Tú Porqué estas aquí? Es peligroso salir de noche, solo]

—Mis padres, Namjoon —la tristeza lo hizo volver a llorar. Se dejo caer de cuclillas al suelo —Quieren que nos vayamos lejos. Ya no te veré.

El pecho se le oprimió de nuevo. Era por eso. Su lobo le advertía que algo pasaba con el omega. Con el hocico acarició el cabello del omega en forma de consuelo.

No lo aceptaba. Le dolería, sin embargo, no podía impedirlo. Él no podía ofrecerle nada a cambio de que se quedara. Ni siquiera podían verlos juntos de la manera en que él quería. Ni siquiera deberían de estar juntos de ninguna manera. Con el alma hecha pedazos debía dejarlo ir.

—¿Puedes transformarte? Por favor —pidió con la voz rota. Rompiéndole el corazón al alfa.

[Vengo preparado]

Fue inteligente esta vez. Detrás de unos árboles saco la mochila que llevaba con un cambio. Se transformo y cambio. Al caminar en dos pies Yoongi corrió a sus brazos.

—No quiero.

—Desconozco por qué tus padres quieren marcharse. Lo que es seguro es que es por tu bien, lo más probable —lo guio a sentarse en el pasto —podrías venir de visita. Créeme que yo no puedo irme de aquí —sonrió con intenciones de que el omega lo hiciera, mas no paso.

—Es por las desapariciones de los omegas.

—Escuche de ello en la reunión. Tus padres tienen razones de sobra para querer sacarte de aquí.

—Puedes protegerme —se acurruco entre los brazos del moreno, quien lo recibió gustoso. El omega escogió el rostro en el pecho del alfa y el recarga la mandíbula en la cabella del mayor.

Yoongi se describía como alguien fuerte y sin miedo, que fingía ser frágil ante los demás para ser aceptado. Ahora las dudas surgían como una alcantarilla tapada, desbordándose. Pensó si en verdad fingía o en realidad era débil. Pensó en el miedo a ser rechazado y quedarse solo. Los momentos en que se mordió la lengua para soportar los insultos, los momentos en que las lágrimas lo traicionaron luego de ser rechazado.

Era vulnerable. Con Namjoon sabía que estaba seguro de cualquier peligro.

—No siempre puedo estar contigo. Te lo dije —arrastraba las palabras. Quería protegerlo, pero no podía engañarse, no siempre podría protegerlo. Incluso no podía hacerlo de él.

—Si me voy no poder verte en mucho tiempo —sollozo. Se aferraba con más fuerza a la sudadera del contrario.

—Tienes que hacerlo. Ellos no pararan.

—¿Ellos? —levantó la vista consternado —sabes quienes son.

—Son la manada que salió del orfanato. Al principio no sabíamos quiénes eran. Recientemente descubrimos a uno de ellos. Desde entonces hemos tratado de pararlos, pero es como si tuvieran a un infiltrado o a varios ya que casi atrapamos a uno, lo guiamos a las afueras, aun así, no pararon —suspiro agobiado. Dejo caer el peso de su cuerpo en el pasto. Estaba agotado, el trabajo en la manada aumentó debido a las desapariciones. Mas rondas, más protección —la manada está atravesando dificultades, no somos tantos como antes. No todos los tratados con las otras manadas han sido cerrados dándoles más ventaja a cruzar sus límites y llegar a nosotros.

L𝖆 S𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆 D𝖊𝖑 O𝖒𝖊𝖌𝖆 [𝐈] - 𝐍𝐀𝐌𝐆𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora