El pequeño grupo seguía caminando. El sol estaba en su punto más alto, pero no se sentía bajo los pequeños copos de nieve que caían. Había pasado casi la mitad del sábado y seguían sin llegar. A pie era un camino largo.—Nadie dijo que estaba tan lejos —comento Jeabum con voz cansada.
Era la primera vez para todos que iban al lado sureste. Tenían las indicaciones correctas, lo que les fallaban eran los tiempos.
Pronto comenzaría a oscurecer dejando ver el manto nocturno en el cielo.
Subieron la última colina que estaba frente a ellos y por fin luego de un largo tiempo pudieron divisar a lo lejos la luz de las casas. El lugar estaba cubierto de nieve dando una hermosa vista del lugar con tan hermosas casas. La manada del sureste era de las que estaban ubicadas lo más lejos de la civilización por eso era tan tardado llegar. La seguridad que tenían no era un juego, de lejos vieron las cacetas de vigilancia bien posicionadas para no dar paso a intrusos.
—Es razonable que nos acerquemos en forma humana. No debemos dar la idea equivocada —hablo Jackson. Como líder del grupo tenía que pensar con coherencia.
—Si. Hagamos eso —dijo Jennie. Fue la primera en alejarse unos metros, yendo detrás de unos árboles.
Comenzaron a transformarse y colocarse la ropa que traían consigo. Cuando estuvieron listos caminaron rumbo a una de las casetas. No era como si hubiera una entrada en específico así que fueron a la más cercana. Conforme avanzaban la vista se volvía cada vez más clara. Primero vieron cinco personas afuera de la cabaña, dos hombres y tres mujeres. El grupo al verlos tomo una postura rígida dejando de lado las actividades que estaban haciendo para prestarles atención al grupo que iba caminando hacia ellos.
Una de las chicas que se encontraba sentada en la entrada hablo atreves de un radio, seguramente mandando un mensaje a alguien. Aún estaban alejados como para poder escucharlos hablar. Segundos después dos hombres y una mujer salieron del interior de la cabaña para de igual manera que sus compañeros recibir a los visitantes. El grupo del sur sintió la tensión en el aire, no pudieron no sentirse intimidados. No tenían experiencia para tratar con otras manadas, solo esperaban no fallar en su primera misión.
Cuando ya estuvieron lo suficientemente cercas para comunicarse la mujer que anteriormente hablo por la radio se les acerco. Era una mujer joven que no pasaba de los 30 años, cabello castaño claro y ojos verdes. La rodeaba un aura fuerte y dominante. Se paro frente a ellos con las manos en la cintura y la cabeza en alto.
—¿Que los trae por aquí chicos? —pregunto. Sus labios formaron una sonrisa arrogante antes de continuar hablando —no se ven de estos rumbos.
Jackson como buen líder iban a dar un paso al frente, sin embargo, fue detenido por Namjoon. Al cruzar miradas entendió que por esa ocasión el no sería el que hablara por el grupo. Le cedió el lugar a su amigo quien avanzo al frente.
—Venimos de la manada del sur —hablo con tono firme, pero sin llegar a sonar agresivo. Tenía que mostrar que venía en son de paz —soy Namjoon el hijo del jefe Kim y me han enviado para hablar con su líder.
—El hijo de un líder —la mujer se cruzó de brazos sin dejar desaparecer el aura de arrogancia que mostraba y la sonrisa —soy SinB, líder del grupo alfa. Vieron a la entrada correcta —dejo caer los brazos a cada lado —supongo que vienen a una audiencia, aunque yo no tengo ningún conocimiento de ella.
—No avisamos con anterioridad, pero te pido que trasmitas el mensaje a tu líder de que no podemos marcharnos sin haber hablado con el —dijo Namjoon.
—Bien. Entonces tendrás que esperar aquí mientras recibimos respuesta.
La mujer se alejó sin más entrado a la cabaña, uno de los chicos que anteriormente estaba dentro de la cabaña entro con ella. Los demás se quedaron en sus lugares sin apartarles la mirada. No se veían precisamente amistosos, pero ese era el punto de los que cuidaban las fronteras.
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L𝖆 S𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆 D𝖊𝖑 O𝖒𝖊𝖌𝖆 [𝐈] - 𝐍𝐀𝐌𝐆𝐈
FanfictionPrimera parte de la dúología "S𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆𝖘" Una leyenda acerca de un bosque es solo eso una leyenda, porque si llegara a escuchar voces en la cabeza se volvería loco. Ignorado. Perdido. Rechazado. Su vida cambio, era como una sombra la cual sabes...