L𝖆 S𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆 D𝖊𝖑 O𝖒𝖊𝖌𝖆 [𝐈] - 𝐍𝐀𝐌𝐆𝐈

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No resulto como lo esperaba.

Lo encontró al salir del edificio después de revisarlo. Sería casi imposible llegar a él. Sus amigos lo rodeaban, estaban parados cerca del bosque. Yoongi pensó que tal vez y planeaban irse, y entonces ni podría despedirse ese día.

—Ahí está. Ve —señalo al grupo.

—Se ven ocupados —comentó pensativo.

Los cuatro chicos parecían estar en una discusión importante. Sus movimientos y gesticulaciones lo decían. Además, no quería causarle problemas al alfa antes de irse. Tenía bien en claro que no todos en la manada eran como Namjoon y lo aceptaban. Y a pesar de que sus últimos encuentros no habían resultado de mala manera tenía miedo de acercarse a ellos.

La mirada que mantenía en el alfa fue percibida. Los ojos de Namjoon se cruzaron con los suyos. Le sonrió cálidamente haciendo que el corazón le revoloteara de emoción. Definitivamente estaba enamorado de su imposible.

Vio como el moreno palmeo el hombro de uno de sus amigos como despidiéndose alejándose de ellos. Taehyung captó la señal de que era momento de marcharse.

—Despídete de él. Presiento que será la última vez que puedas hacerlo —su amigo siempre tan intuitivo. Yoongi lo miro con tristeza y una sonrisa cálida en el rostro queriendo trasmitirle la calma que en realidad no tenía —Te veo en la salida.

Camino en dirección al encuentro. Aunque no debía hacerlo frente a sus amigos lo abrazo. Los amigos de Namjoon lo veían de manera extraña, pero supo descifra que un par de ellas lo miraban con desaprobación, comprendía la razón de eso, pero no les prestaba atención. Eso sí, no dejaba de incomodarlo. Solo uno de ellos, Jackson, el muy amigo de Namjoon los miraba casi con lástima.

—¿Sucede algo? —lo apretó más. Era evidente que no le molestaba el abrazo público.

—Me voy el lunes —soltó sin aviso.

El agarre del alfa se suavizo. Levantó la vista para mirar los ojos que amaba. Namjoon tenía la mirada perdida seguramente cayendo lentamente en cuenta de lo que significaba aquello.

—Es... no... es... tu... —Yoongi no podía estar más triste al ver que el alfa también sufría por su partida tan repentina.

—Intentaron llevarse a mi hermano. Mamá arreglo todo para marcharnos lo antes posible.

—Y es el lunes.

Asintió con la cabeza. Namjoon tomo las delicadas manos entre las suyas, sujetándolas con suavidad.

—Ven conmigo.

Lo llevo detrás de un edificio, retirados de la multitud. De pie, ocultos tras las hojas de un inmenso árbol Namjoon habló.

—Tengo un regalo para ti — el alfa paso sus manos por el cuello retirando de el un collar que el omega no vio en anteriores ocasiones —Era de mi madre. Quiero que lo tengas, lo aprecio tanto que lo he mantenidos guardado por años. Creo que lo guarde para ti.

—Es muy bonito —dijo con admiración al tener el collar ente sus dedos.

—Su significado es aún mejor —tomo el collar para ponérselo al omega.

Ambos estaban felices por el obsequio. Namjoon estaba seguro de que Yoongi era la persona correcta para atesorar el collar.

—¿Cuál es su significado?

—Hace años cuando mi madre tenía 17 años, se desato una guerra entre tres manadas, dos de ellas muy poderosas. Las dos grandes querían tomar el territorio del otro. Ente sus límites se encontraba otra manada más pequeña. Ellos creían que perderían por ser menos numerosos. En su primer enfrentamiento con una de las dos manadas el menor de los hijos del líder conoció a su destinada, la tenía frente a frente, pues ella sería su rival. Su lazo los llamaba, así que cuando uno de sus compañeros ataco a la omega él se interpuso atacándolo hasta dejarlo medio muerto —tragó seco —mi padre tenía 16. Por suerte el hombre no murió. Fue reprendido por su comportamiento, sin embargo, su padre lo comprendió y aunque el consejo le dio un castigo, fue leve. Era hijo del líder al final, el menor de 3 alfas. Gracias a ello pudo seguir en la manada y emprendió la lucha no por el territorio enemigo si no por la paz. Te imaginas un chico de 16 años luchando por la paz sin guerra, fue difícil, pero lo logro —sonrió orgulloso.