Con una sonrisa de oreja a oreja cruzaba la aldea, le encantaba la confianza que poco a poco se ganaba del lindo omega. A pesar de que no estuviera bien, le era casi imposible alejarse de él, su lobo había ganado.
El ruido de niños correr, mujeres platicando, hombres trabajando le rompieron su burbuja. La aldea se localizaba a kilómetros de la cuidad donde rara vez llegaban los cazadores debido a las leyendas urbanas que sus ancestros difundieron, eran una de las manadas con poco número de habitantes a diferencias de otras que también se encontraban en bosques, por lo general estas debían ser más numerosas, contaban con 265 habitantes de todas las edades.
Las personas se reverenciaban ante el mientras pasaba, demostrándole su respeto como hijo del líder, aunque bien sabía que si por algún motivo llegaban a nombrarlo líder todos estarían en contra. Poco le importaba, él no quería ser líder, agradecía todas las noches a la luna por no serlo, de lo contrario su cercanía con Yoongi le resultaría aún más imposible.
Al llegar a casa escucho alboroto, gente gritando en el interior. Entro rápido encontrando a su nana en la sala, se veía preocupada.
—Qué bueno que llegaste, Hoseok esta descontrolado —dijo la beta.
En eso Jimin bajaba las escalaras con bebe en brazos. Lo detuvo ordenándole que subiera de nuevo.
—No bajes hasta que te diga. Ninguno —sentencio —Nana sube con Jimin. Veré que sucede —lo obedecieron, no se movió del lugar hasta verlos desaparecer por el pasillo.
Fue al despacho de donde provenían los gritos, escucho la voz de su padre, a Jungkook, así como la potente voz de un Hoseok furioso. Él no era así, rara vez se molestaba, nunca lo vio de tal manera. Lo conocía desde niño tenían la misma edad, 21 años, al ser sus manadas muy unidas tenían torneos donde peleaban de manera amistosas así tendrían la oportunidad de enfrentarse a oponentes con distintas técnicas de ataque. Cabe recalcar que Hoseok siempre lo dejaba ganar para que no lo llamaran debilucho, por desgracia todos conocían el corazón bondadoso del alfa y su infalible estrategia de pelea.
Entro sin tocar llamando la atención de su hermano y un cuarto sujeto en la habitación.
—¡NO ME VOY A IR DE AQUÍ HASTA QUE ME LO DEN! —grito. Arrojo los papeles que sostenía regándolos por el piso.
—¡Hoseok entiende que las cosas no son de esa manera aquí! —decía su padre fatigado. La edad ya le pesaba por eso mismo Jungkook pronto ocuparía el lugar.
—Entiende que es algo que no nos corresponde —intervino Jungkook con voz calmada, pero mostrando autoridad.
—¿Qué sucede Hoseok? —se acercó a este, intento tocarle el hombro, pero recibió un manotazo.
—Ya les dije y lo repito. No moveré un pie de su aldea hasta que me lo den de lo contrario traeré a mi manada y veremos si lo siguen impidiendo.
—¡Hoseok! —grito Jungkook.
—Acabas de firmar el tratado —menciono el alfa mayor.
—Es mi última palabra —dijo antes de marcharse. No azoto la puerta solo porque sabía que venía alguien tras de él. Su mano derecha lo siguió.
—Alguien dígame que sucede —exigió. Se encontraba confundido por la escena que presencio.
Los dos alfas se veían exhaustos, cayeron rendidos en las sillas.
—Hoseok vino a firmar el tratado, todo se hizo conforme a la ley. Se veía muy feliz y cuando nos dijo el porqué, la paz se fue por el desahogue —Namjoon seguía sin entender. Jungkook prosiguió —Encontró a su predestinado así que el solo quiere tomarlo y llevárselo.
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L𝖆 S𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆 D𝖊𝖑 O𝖒𝖊𝖌𝖆 [𝐈] - 𝐍𝐀𝐌𝐆𝐈
FanfictionPrimera parte de la dúología "S𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆𝖘" Una leyenda acerca de un bosque es solo eso una leyenda, porque si llegara a escuchar voces en la cabeza se volvería loco. Ignorado. Perdido. Rechazado. Su vida cambio, era como una sombra la cual sabes...