Dos días antes de que tuvieran que volver a clases Harry llego a la casa en donde estaba la orden. Ron, Hermione y tú lo recibieron abrazándolo cuando llego con ustedes, este cuando se separo del abrazo de cada uno comenzó a quejarse de que no le habían escrito en todas las vacaciones y a Hermione se le salió que Dumbledore les hizo jurar que no le dirían nada, cuando Harry comenzó a quejarse de nuevo aparecieron Fred y George.
-Harry... creí escuchar tu dulce voz. - Habló George.
-No te contengas hermano, exprésate. - Le siguió Fred.
-¿Que ya dejaste de quejarte?
-¿Quieres escuchar algo que es más interesante? - Ambos hermanos pusieron una mirada que ya conocían de sobra.
Fueron hacia las escaleras y bajaron una especie de oreja que les permitía escuchar lo que se decía tras la puerta en la reunión. Black expresaba que sin Harry no sabrían nada y Molly que seguía siendo solo un niño, parecían padres peleando por la custodia de su hijo. Mientras escuchaban Ginny se unió a ustedes y entonces escucharon a Snape, eso sorprendió a Harry.
El gato de Hermione vio la oreja y todos comenzaron a decirle en susurros que soltara la oreja mientras los gemelos discutían si tirarla o no, al final si tiraron haciendo que el gato cortara el hilo y se llevara la oreja.
Luego de un rato bajaron a cenar a la cocina, Sirius le dio un abrazo a Harry cuando lo vio. Cuando se pusieron a comer le estaba explicando algunas cosas a Harry sobre su audiencia y luego pasaron al tema de Voldemort, pero por ello la señora Weasley le calló la boca a los demás y les dijo que si querían decirle más era mejor que lo uniera a la orden, entonces tú te levantaste y te fuiste, sentías que estabas de más allí así que optaste por seguir arreglando tus cosas en tu habitación.
Después de unos veinte minutos en los que estuviste arreglando tus cosas y vigilando a Grene escuchaste que tocaron la puerta.
-Adelante. - Dijiste sin dejar de arreglar tus maletas así que no viste quien entró.
-¿Tú lo sabías? - Escuchaste la inconfundible voz de Harry y alzaste la vista para verlo a los ojos. Se veía enojado.
-¿Saber que específicamente?
-Sobre la orden.
-Solo supe cuando el viejo habló conmigo para reclutarme, antes de irnos... ya sabes que no podía decirte nada.
-Espero que no me estés mintiendo (T/N).
-Harry... me uní a esto porque se que puedo ser un arma poderosa debido a mis conocimientos y a mi manejo de la varita, y si voy a usar eso para algo será para protegerte a ti y a todas las personas que están en esta maldita casa ahora mismo... tu pulsera.
-... la tengo puesta. - Lo dijo con obvio nerviosismo.
-No es cierto... dámela, ya se lo que le paso. - Harry metió su mano al bolsillo de su pantalón y saco la pulsera de cuero negro, estaba rota, o más bien, estaba quemada y eso había causado la ruptura.
-Cuando volví a mi habitación me di cuenta de que estaba rota dentro de mi manga. - Se explico pensando que estabas enojada.
-... lo supuse.
-¿Que cosa?
-Que se rompería... escucha, le puse a esta pulsera un hechizo familiar de protección... el problema es que se suele poner en cosas de metal y esto era maldito cuero... ahora entiendo porque se pone en metal, te protegió el tiempo suficiente en la ultima prueba pero ahora es inútil... inútil en caso de que te busquen.
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Entre ambas casas
FanfictionUna chica es trasladada a Hogwarts en uno de los momentos más difíciles, el torneo de los tres magos. A pesar de esto se lleva a cabo la ceremonia de selección, pero el sombrero toma una decisión inesperada, decisión que podría poner en peligro a es...