Capítulo 22

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12 de diciembre, 2020

Allison:

Despierto y cierro los ojos con fuerza al tener el sol dándome en la cara. Me muevo un poco, haciendo que Dylan también se mueva y me abrace más fuerte, estoy sobre él y sonrío al recordar lo que sucedió anoche.

Admito que me dio un poco de miedo que luego de darle un orgasmo se fuera a su cama y actuara como si nada, cuando para mí fue importante; pero él no es Deamon, otra vez me lo demostró y se quedó a mi lado.

Trato de salir de la cama, pero sus brazos no me dejan; tiene una rodeando mi cintura y la otra en mi pierna que está sobre las suyas.

Intento escapar, pero, aunque esté dormido, no me deja, me aprieta más a él.

Joder Dylan.

Logro sacar su mano de mi pierna. Intento dar la vuelta... pero pega su pecho a mi espalda y me retiene.

—¿Intentando escapar?

Un gruñido involuntariamente sale de mi al escuchar su sexy y ronca voz de recién despierto, siento su sonrisa sobre la piel de mi cuello donde deja un beso suave.

—No, pero tendríamos que levantarnos, además, tengo hambre.

—Si... —dice pasando su nariz por mi cuello, haciéndome suspirar— yo también tengo hambre... —su mano se presiona sobre mi vientre, empujando mi trasero hacia atrás, provocando que jadee al sentir su erección— pero de ti.

—¿No conoces los calambres de las mañanas? —digo en un susurro.

—Sí, pero ¿Crees que son así de fuertes? No, tú lo provocas.

—Joder, Shepard, no me lo haces fácil

—Ni tú a mí.

Río y solo para provocar, refriego mi trasero sobre su erección. Aprieta con fuerza mis caderas y jadea.

» Mierda, Allison, no hagas eso si no quieres que rompa tu ropa y te haga gritar.

Inhalo profundamente, ordenando a mis hormonas clamarse y a mi deseo de hacer eso realidad.

—Lo siento, no lo pude evitar.

—Sí, claro, yo no lo voy a sentir cuando camines raro luego de la follada que te voy a dar.

Jadeo con asombro y doy un gritito de sorpresa cuando sale de la cama y palmea mi trasero.

—¡Shepard! —lo veo sonreír mientras va al baño.

—Lo siento, no lo pude evitar.

Río y volteo los ojos, levantándome y tratando que el aire entre a mis pulmones con normalidad, ya que el aire tenso no me deja.

No me importa que sea tenso mientras siga siendo del tipo sexual.

Como para no con este hombre.

¿Y?

¿Y qué?

¿Tienes la respuesta?

¿A qué?

Ya sabes a qué.

No lo sé...

Sí lo sabes. Hace rato. Solo querías confirmarlo y creo que anoche lo hiciste.

Bueno, sí.

¿Y?

Sí, él lo vale. Él vale volver a arriesgarme.

¡Eso es chica!

Suspiro sonriendo y comienzo a fijarme qué ponerme.


Suspiro de AlivioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora