Capítulo 39

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Maratón 2/5


25 de marzo, 2021

Dylan:

No se dan una idea del esfuerzo que hice para no ir a la fiesta con Allison.

Pero lo hice, me quedé en mi casa esperando a que regrese.

Pero no regresó.

—Marisa —digo cuando atiende el celular.

—Allison me lo dijo, lamento haberle causado un problema, pensé que lo sabía.

—No importa, igual iba a enterarse, no debí ocultárselo.

—Pienso lo mismo.

—No olvides que sigo siendo tu jefe —ríe.

—Como si fuese a despedirme, señor Shepard.

—No podría, incluso Allison se molestaría —vuelve a reír.

—¿Se arreglaron?

—Eso pretendo hacer ¿Tengo algo importante hoy?

—Tienes la reunión con los dueños de Scarlett.

—Pásala para otro día, el que puedan, pero no hoy.

—De acuerdo. ¿Algo más?

—Sí ¿Dos ramos serán mucho? —pregunto parado en la florería viendo todo lo que hay.

—A mí me parece mucho, pero uno y un licuado creo que a Ali le va a encantar.

—Buena idea —estoy por tomar uno, pero me detengo—. ¿Rosas?

—Regálale algo original, ella me comento un día que le encanta lo original y atento que eres con los regalos y los halagos.

Sonrío orgulloso de mi mismo.

—Gracias, Marisa.

—No hay problema, suerte.

Corta y veo a la chica que atiende que me viola con la mirada.

Le sonrío cortésmente.

—¿Puede hacerme un ramo personalizado?

—Para ti, claro —frunzo sutilmente le ceño, pero asiento—. Escribe lo que quieras en una tarjeta.

Tomo la tarjeta más grande, escribo rápido sin parar a pensar en lo que coloco, solo lo que siento.

La dejo en la mesa y le digo las flores que quiero a la chica. Una vez lo tiene, coloca la tarjeta.

—¿Listo?

—Sí —no me lo da—, es lindo que los chicos le lleven flores a su madre.

Frunzo el ceño.

—Sí, lo es. Pero este es para mi novia —su sonrisa desaparece y la mía hace presencia—. Es asombrosa, aunque metí la pata y ahora trato que me perdone porque no quiero perderla.

—Ah. Tome.

Me entrega de mala manera el ramo y retengo mi risa. Salgo y conduzco a una tienda a comprar el licuado para luego ir a la casa de Allison sin siquiera recordar lo que puse en la tarjeta.


La puerta estaba abierta y entro medio confuso ya que Allison siempre se acuerda de eso.

Dejo el ramo y el licuado en la mesa y voy a su cuarto, pero me detengo al ver la puerta del cuarto de Daniela abierta y con una persona más.

Suspiro de AlivioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora