Dylan:
Apenas vuelvo con la bandeja de comida, me siento y un chico se acerca a la mesa, mirando y sonriendo hacia Allison.
—Disculpa —la llama, lo mira confusa.
—¿Si?
—¿A tu hermano le molestaría que te pida tú número?
Ella lo mira sorprendida y yo solo encarno una ceja hacia el flacucho este. Allison sonríe y me mira para volver a mirar al chico.
—Aunque mi hermano no esté aquí, si le molestaría. Y creo que a mi cita también, además, no estoy interesada en pasar mi número a desconocidos.
—Podríamos dejar de serlo.
—Estoy bien, gracias.
—¿Segura?
Es momento de ponerle los puntos al niñato.
Si.
A golpes.
Bueno, no.
Pff, aburrido.
Primero con palabras, no hace falta recurrir a la violencia de primera.
Le quitas lo divertido a la vida.
—Dijo que no está interesada, puedes volver por donde llegaste niño. A mi chica no le interesa conocerte, ya lo dijo. ¿No entiendes un no por respuesta?
El niñato me mira medio sorprendido y asustado, supongo que no lo dije muy amablemente.
Tampoco pretendíamos serlo.
Se da la vuelta y se va. Suspiro y siento la mirada de Allison, por lo que la miro. Me sonríe divertida, ladeando su cabeza.
» ¿Qué?
—¿Tu chica?
Mierda.
¿Dije eso?
Déjame poner la repe.
¿Y?
Si, lo dijiste.
Mierda.
—Ehhh... —miro hacia un lado, rascando mi cuello, nervioso, noto que mis mejillas se calientan un poco.
Ella ríe y vuelvo a mirarla.
—Calma, no pasa nada.
—¿Si sabes que, aunque todavía no lo seas, pretendo que sí?
—¿Eh? —ahora es mi turno de mirarla divertido.
—Si, que por más que ahora no lo seas, pretendo que llegues a serlo —finjo tranquilidad mientras desenvuelvo la comida—. Te dije que quiero llegar a más contigo, no es un juego o algo simple para mí, lo quiero todo.
—¿Todo? —dice sorprendida.
—A su tiempo, pero sí, todo. Y lo que me propongo, lo cumplo, Allison, solo te aviso.
Ella jadea sorprendida, tiene los labios entreabiertos y las mejillas sonrojadas.
Desde acá puedo ver el arito de su lengua. Recuerdo cómo se sintió con la mía, el frío haciendo contraste con lo calientes que estábamos.
Hombre, piensa en otra cosa, no ayudas abajo.
Me remuevo por la incomodidad de lo pequeño que comienzan a sentirse mis pantalones.
El ambiente tenso que se intensifico entre ambos no ayuda, desde el beso, la tensión sexual sigue igual de fuerte.
Dudo que algún día deje de serlo.
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Suspiro de Alivio
Teen Fiction"No siempre quién sonríe es feliz. Existen lágrimas en el corazón que no llegan a los ojos." Jane Austen Esta historia es completamente mía, salió de mi mente, sean creativos y no copien por favor, no hagas lo que no te gustaría que te hagan. Portad...