12 de octubre, 2024
Dylan:
A veces, aún me resulta irreal que Allison esté aquí de vuelta. Se mudó a un pequeño apartamento, aunque siempre la persuado para que se quede aquí más días.
Trabaja en Imperial, como CEO y, al contrario de como muchos piensan, no subió a ese puesto por ser la hija del dueño, si no por todo lo que trabajó en Italia y aportaba a otras empresas con proyectos, por lo que tiene más que merecido ese lugar y está feliz.
No estamos juntos... oficialmente, ya que nos tomamos el tiempo que volvió para conocernos, ya que tres años son muchos, pero prácticamente estamos juntos ya que nos acostamos, no vemos a otras personas, pasamos tiempo con la familia del otro y pasa varios días en mi casa.
Quizás debería hablar con ella para oficializarlo...
Veo como decora las galletas y ríe por los comentarios de Patrick.
Está en mi casa, haciendo postres para el cumpleaños de mi hermana, Elisa. Está Patrick y su novia, Clara. Ella es dulce y simpática, rubia con ojos avellana.
Veo cómo Allison maldice cuando la decoración se sale del borde y toma la galleta para verla, está a punto de tirarla y la detengo.
—¿Qué haces? —pregunto tomando su brazo.
Enfoca sus lindos ojos celestes que extrañé por años en los míos y me sonríe, haciendo latir desbocado mi corazón, a pesar que hace meses haya vuelto, siempre tendrá ese efecto en mí... como otros también.
—Mira cómo se arruinó.
—Bonita, solo se pasó un poco en el borde, no la tires.
—No la iba a tirar, exagerado —dice volteando los ojos—. La iba a dejar en esa bandeja —señala la bandeja detrás de ella.
—Ah, pero es mejor que me la des a mí.
—Shepard, te di muchas ya.
—Una más y mira que fea está —me mira indignada.
—¡No está tan fea!
—¡Claro que sí! ¡Mírala! —la mira y hace una mueca—. ¿Ves? Debo comerla para que no piense que nadie la quiere.
Me mira entrecerrando los ojos y sonrío.
—Solo dices eso para que te la de, vil mentiroso.
—No puedo negar una verdad. Pero igual dámela.
—No.
—Dame la galleta.
—Ya comiste muchas.
—Nunca son muchas galletas.
—Shepard, atrás —dice divertida cuando me acerco a ella.
—La galleta.
—No te comportes como un niño, estás bastante grande ya.
—Grande la tengo, dame la galleta.
—¡Shepard! —dice riendo.
—¿Vas a negarlo? —su cara se vuelve roja, más no lo niega.
—Ya cállate.
—Entonces dame la galleta —sigue dando pasos hacia atrás hasta que se voltea con miedo de chocar algo y aprovecho la distracción.
La tomo por la cintura y la pego a mí, para comenzar a besar su cuello muchas veces, haciéndola reír.
—¡Debo cocinar!
ESTÁS LEYENDO
Suspiro de Alivio
Teen Fiction"No siempre quién sonríe es feliz. Existen lágrimas en el corazón que no llegan a los ojos." Jane Austen Esta historia es completamente mía, salió de mi mente, sean creativos y no copien por favor, no hagas lo que no te gustaría que te hagan. Portad...