Capítulo 46

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Allison:

Llegamos a su casa y se baja. Abre la puerta con cuidado y desata mis manos.

Cuando bajo, quiere tomar mi mano, pero la quito, entonces la coloca en mi cintura.

—Puedo caminar sola —digo a la vez que la quito y me adelanto, orgullosa.

Cuando entramos va a la cocina.

—¿Quieres un trago?

—Un Manhattan —digo sabiendo que no va a poder hacerlo.

Me siento en el sofá y espero a que me traiga lo que sea que va a servirme.

Cuando llega, me da un jodido Manhattan. Lo miro elevando una ceja y sonríe.

—Recuerdo lo poco que me enseñaste.

Asiento y lo bebo.

Dios, sabe delicioso.

—¿Y?

—No está mal, pero debes mejorar —miento como las mejores.

—Voy a hacerlo —dice haciendo que retenga una sonrisa.

Se sienta a mi lado, mirándome. Tomo el control y prendo la televisión, colocando la película de terror It.

Suspira y se sienta para ver la pantalla.

Se acerca a mí y me corro para alejarme.

Vuelve a hacerlo y vuelvo a alejarme, quedando en el final del sofá, contra el apoyabrazos.

Vuelve a correrse y me levanto para sentarme en el sillón pequeño de al lado.

Se levanta y quiere levantarme, pero me mantengo en mi lugar.

—Levántate o te levanto, tu eliges.

—No vas a...

Me alza y de un momento a otro estoy sentada sobre su regazo.

Intento levantarme, pero me retiene con sus brazos alrededor de mis caderas. Por lo que no me queda otra que cruzarme de brazos y quedarme ahí.

Una vez me relajo un poco y él también, veo de reojo su rostro.

—Parece que no has dormido.

—No puedo dormir bien si no te tengo a mi lado.

Responde con total naturalidad. Mis mejillas se calientan y resisto una sonrisa que iba a salir.

Siento su mirada sobre mi perfil, yo fijo mis ojos en la pantalla, aunque no le preste atención.

—Lo lamento, bonita —comienza a decir, pero no lo veo—, estaba muy frustrado y molesto, y la pague contigo sin razón. No debí hacer eso.

—No, no debiste, porque no fue justo.

Sigo sin mirarlo y él sigue sin despegar su mirada de mí.

—Lo sé y fui un idiota al hacer eso, lo siento, en serio. No te hablé en esos dos días porque quería resolver todo lo de la empresa para poder hablar más tranquilos y con mi mente centrada en nosotros. Por eso apenas lo terminé de arreglar fui con vos. Pero no quisiste y lo entendí, por lo que esperé a que quieras.

—No veo que hayas esperado.

—Es que de verdad quería hablar contigo y Thomas me dio esa brillante idea y dije a la mierda y aquí estamos.

No digo nada, solo veo como aparece el payaso con el globo rojo. Es increíble que se vea tan horrible y el actor sea tan hermoso.

—Bonita...

Suspiro de AlivioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora