Capítulo 1

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6 de noviembre del 2020

—¡Apúrate Dani o voy a llegar tarde! —le grito desde la cama y ella se encuentra en el baño.

—Cálmate, que llegues tarde 5 minutos no va a hacer que te echen —me responde despreocupada saliendo ya lista.

—No, pero sabes que no me gusta ser impuntual —le respondo mientras mantengo mi vista en el celular, esperando que Bruno me responda.

—Deja el drama hermana, ya estoy lista podemos irnos —me dice haciendo que quite la vista del teléfono y vea como esta—. ¿Qué te parece?

—Dani, me haría lesbiana por vos —le digo haciendo que ría—. Estas hermosa, como siempre.

No lo digo por decir, Daniela no podrá tener un cuerpo perfectamente estereotipado, pero tiene unas curvas que muchas envidian y sabe cómo lucirlas, tiene una cabellera rubia y esos lindos ojos miel. Va con un vestido negro corto y suelto de tirantes.

Le preguntaría por qué se produce tanto si solo vamos al bar donde Bruno y yo trabajamos, pero ya se la respuesta, busca llamar la atención de Bruno, nuestro mejor amigo al que ella no ve de una manera muy amistosa que digamos.

—Vámonos que Tom y Bruno ya están allá.

Thomas, al igual que Bruno, es nuestro mejor amigo, es el típico grupo de cuatro amigos que se conocen hace años; la diferencia que tiene con Bruno, es que es gay, lamentablemente, ya que admito que es muy atractivo.

Los cuatro nos conocimos en la primaria, Bruno tendría que haber estado un año arriba pero como se mudó a mitad de año -ya que vivía en otro país- tuvo que repetir el grado.

Agarro las llaves de la motocicleta y Dani agarra su casco al igual que yo el mío. Salimos de casa, ya que vivimos juntas desde que cumplimos 18 y comenzamos la Universidad, y me aseguro de cerrar todo ya que Dani es bastante despistada.

—¿Vas bien con ese vestido?

—Sí, me lo pongo entre las piernas.

Enciendo el motor y me deleito con el maravilloso sonido de una Honda VFR1200X Crosstourer DCT. Valió la pena ahorrar toda mi vida para esta maravilla.

Cuando llegamos saludo a Tom y voy directo a la parte trasera para encontrarme con Bruno que se está colocando los guantes y la camisa del lugar.

—Hola Ali —me saluda a la vez que besa mi mejilla.

—¿Todo bien? —le pregunto a la vez que yo me coloco los guantes negros y la camisa del mismo color arriba de la remera de tirantes gris que llevo puesta—. ¿Todo bien con Ana?

Ana es su hermana mayor con la cual tuvo una pelea y estaba un poco –por no decir bastante- frustrado. No me quise meter mucho, pero creo que era sobre el novio de ella, el cual no le agrada a Bruno.

Él suspira y se acomoda la camisa.

—Si, bueno, eso parece.

—¿Puedes explicarte o se supone que tengo que llamar a mi adivina personal?

—Ja, ja, siempre tan graciosa vos —responde mientras voltea los ojos, pero sonríe—. Nos arreglamos, pero ninguno cambió de opinión respecto a lo que discutimos.

—Bueno, por lo menos ya no estás como un ogro malhumorado —me mira ofendido a lo que río.

—Yo no estaba así.

—Claro que si, admítelo, siempre que discutes con alguien que te importa estas todo gruñón —parece que se ofende aún más.

—¡Claro que no! —salgo por la puerta para estar detrás de la barra y comenzar a atender a las personas mientras río.

Suspiro de AlivioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora