Capítulo 50

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23 de junio, 2021

Allison:

Tratando de distraer mi cabeza leyendo un libro de crimen por la tarde, me hace desconcentrar cuando la puerta es abierta de golpe, asustándome.

Veo a Cameron y Jerónimo entrar, enojados.

—¿Qué pasó?

—¿Qué pasó? —comienza Cameron—. Lo que pasó fue Daemon.

—Mmm... no estaría entendiendo.

—Nos enteramos de todo lo que pasó y no nos dijiste —dice Jerónimo y abro los ojos con sorpresa.

—¿Cómo?

—¡No importa cómo, Allison! —sigue Cameron realmente molesto—. ¡Lo que importa es que no nos dijiste de ninguno de los dos encuentros! ¡En donde uno termino con Dylan golpeándolo!

—Creo que estoy bastante grande como para solucionar mis cosas sola y no decirles si quiero.

—No, Allison, acordamos que nos ibas a contar todo si pasaba algo con él —veo a Jero y suspiro.

—Bueno, lo lamento, pero no quería que ocasionen más problemas.

—¿Más problemas?

—Sí, Cameron, los conozco y hubiesen ido a por él si se enteraban que me dejo marcas en el brazo, para luego decir que soy una zorra y que...

Me detengo de golpe al darme cuenta que no está siendo buena idea esto.

—¿Hizo qué cosa? —pregunta sumamente bajo Jerónimo y cierro la boca.

—Nada.

—¡Nada y una mierda!

—Cameron ¿Puedes calmarte? No estoy de humor para otra pelea.

—¡Me importa tres carajos, Allison!

—Nos ocultaste esto cuando nos dijiste que nos lo ibas a contar.

—Solo porque no quería más problemas, solo quería dejarlo en el pasado.

—¿O sea que nosotros te generamos problemas?

—No, Jero, no dije eso, solo que son demasiado protectores.

—Perdón por querer cuidarte.

—No necesitan estar detrás de mí todo el tiempo.

—Quizás porque queremos que estés bien y nos importas.

—Y eso está bien, ¿Pero van a decirme que no iban a ir por Daemon si les decía?

Jero desvía la mirada, pero Cameron es diferente por lo que da un paso al frente.

—Sí, porque es un imbécil violento.

—Pues Dylan lo puso en su lugar —mi voz sale rasposa al decir eso, pero están tan molestos que no lo notan.

—Igualmente debiste decirnos, Allison. Habíamos quedado si se te volvía a acercar le poníamos una orden de restricción.

—Jero, no hace fal...

—¡No hace falta una mierda! ¡Acaso quieres que vuelva y te golpee!

—Claro que no, Cameron.

—¡¿Y entonces?! ¡¿A qué esperas?! ¡¿A que te siga insultando y te tire con algo y esta vez sí acierte?!

—Debí ir a por él apenas me entré lo que te hizo —dice Jerónimo—, pero no me dejaste.

—No, porque suficiente tuve con ver en prisión a Cameron para verte a ti también.

—No me importa, Allison, ¿No entiendes eso? ¿No entiendes que es peligroso ese chico? ¿Tan pocas neuronas tienes para que eso no te entre en la cabeza?

Suspiro de AlivioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora