Far Away | jb (Secuela "Coldwater")

35

Canción: Daddy Issues - The Neighbourhood

Ya no tenía tiempo que perder. Estaba descuidando mucho la universidad y si no terminaba el proyecto con Patrick, estaba muerta.

Hoy nos reuniríamos con Patrick a la salida de la universidad. Le inventé una excusa para que no sea en mi apartamento y finalmente se la creyó y el se ofreció a que vayamos al suyo. No quería pisar mi apartamento después de todo lo que sucedió con los brujos en aquel bar. Solo quiero ir para saber como estaba Yuna. Necesitaba volver para si es necesario tomarla y llevarla al comité. Ahí estaría a salvo.

—¿Segura que no quieres que vayamos juntos? —preguntó Patrick saliendo del campus a mi lado.

—Pasará por mi... —hice silencio pero sentí como él a mi lado reía.

—El señor Bieber, claro. —pareció recordarlo poniendo una sonrisa.

Sonreí.

—Hare todo lo que tenga que hacer y voy, ¿de acuerdo? —me giré para saludarlo.

—Está bien, Avy. Descuida. —el me correspondió el saludo.

El rugido de una moto sonó por detrás nuestro y yo ya sabía de quién se trataba. El motor volvió a rugir haciéndome saber que él ya estaba aquí.

Me di la vuelta y si, ahí estaba.

—Hasta dentro de un rato —me despedí de Patrick caminando hasta la motocicleta de Justin.

Justin observo de pies a cabeza a mi compañero de universidad. Hizo una mueca y yo lo pellizqué una vez detrás de él con el casco puesto para que sea amable y al menos se despida de él.

—Que hay, Peter. —Justin hace un leve levantamiento de mentón.

—Me llamo Patrick —el chico con anteojos se removió incomodo a lo que yo ahogue una risa.

—Como sea, gracias por acompañarla.

—D-de nada —Patrick sonrió y se dirigió al lado contrario del estacionamiento una vez que Justin puso a andar la moto.

Unos diez minutos más tarde, Justin estaba aparcando su motocicleta en la entrada de mi edificio. Una corriente de nervios me recorrió entera al saber cómo estaría todo allí.

—Toma

Me giré a Justin. Me tendió un arma y yo abrí mis ojos como platos.

—¿Qué? —lo miré sorprendida sosteniéndola.

Justin se levanto de su moto. Con su mano, guardó una idéntica a la que me había dado debajo de su Jean.

—Eso mata a los brujos. Son distintos a nosotros. —respondió.

Tragué en gordo y asentí. Caminamos hasta la entrada para por fin entrar y tomar el elevador. Mientras el ascensor subía y marcaba los pisos los nervios cada vez eran más grandes. Tenía que tratar de controlarme.

Las puertas se abrieron y dimos algunos pasos hasta estar parados frente a la puerta de mi apartamento. Saqué las llaves con nerviosismo e interiormente comencé a oler o a percibir cosas raras o lo que sea que esté allí dentro. Si era vampiro tenía que aprovechar las ventajas que tenía.

—No hay nada dentro. Si no, lo percibiríamos. —dijo Justin a mi lado.

Metí la llave en el cerrojo y al girarla, la puerta se abrió delante de nosotros. Un extraño aroma a humedad se hizo presente, algo sumamente raro porque siempre traté de tener mi apartamento limpio y perfumado.