Far Away | jb (Secuela "Coldwater")

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Canción: White Blood - Oh Wonder

Darren. Un humano eliminado que sabía de nuestra identidad y que desconfiaba de nosotros cuando éramos para él algo fuera de ser "amenaza". Un tipo que investigó, nos persiguió y supo cosas que ningún humano tuvo la chance de saber. Pero él si.

Ahora la pregunta era, ¿como sabía todo? ¿quien más sabía? ¿por qué iba contra nosotros si es que sabía la verdad?

La única verdad que existía además de mostrarnos tal cual éramos simplemente era ser vampiro. Una raza que se alimenta, vive, siente, observa de otra manera.

Algo me decía que lo de Darren tenía que ver con el asesino.

Y si, descarto que Darren sea el asesino. Él era un simple ser humano y el asesino tenía las características de uno de nosotros.

Todo era raro, confuso, enigmático.

Mientras Emily estaba dormida sobre mi sofá, todos estábamos en silencio. En la cabeza de cada uno estaban rondando las mismas preguntas que yo tenía en ese momento.

Bruce todo este rato estuvo cerca de Emily y en silencio. Su mirada lucia apagada.

Y si me preguntan que había pasado las dos ultimas horas...

Salimos de la discoteca por los techos. Nosotros no teníamos problemas en hacerlo. Escapamos de la policía. Toda la gente que estaba en el club estaba fuera sobre la calle gritando y asustados. Una ambulancia estaba sobre la calle y también los bomberos.

Emily se había desmayado en los brazos de Bruce. El shock, la angustia, el terror y el alcohol en la sangre lograron que ella caiga rendida. Inmediatamente pudimos subirnos a mi auto colándonos entre la gente. Bruce cargando a Emily se dirigió a otro lado para no llamar la atención de las demás personas, menos de la policía.

Aunque a decir verdad, la policía no era un problema para nosotros.

Al subirnos a nuestro auto, Justin se encargó de manejar y recogió a Bruce calles abajo aún sosteniendo el cuerpo de Emily. Al cabo de quince minutos, estábamos en mi apartamento recostando a mi amiga.

—A ella le quedará un estrés post traumático si no la hipnotizan a tiempo. Un humano ordinario no puede saber nuestra identidad. —Joe dijo al otro lado de la sala.

Nadie dijo nada. Ni siquiera sabíamos que hacer. No sabíamos si Emily debía ser la primera humana en conocer nuestra identidad.

—Me la llevaré a mi casa. —Bruce dijo— cuando se despierte la mantendré en un trance que durará horas. Les avisaré cuando ella esté del todo consciente para que vengan y todos le contemos la verdad.

—Nos estas poniendo en riesgo a todos. —Joe le dijo a Bruce.

—La conozco y se que si lo sabe no dirá nada. —él contestó.

Bruce tomó en brazos a Emily y se paró frente a mi.

—¿Puedo tomar tu auto? —me preguntó.

Asentí en silencio.

Justin se dirigió hasta la puerta de mi apartamento para poder abrirle a Bruce el cual cargaba a mi amiga en brazos.

Giré mi vista y sin querer termine haciendo contacto visual con Joe. Este me miraba repasándome entera y luego asintió para dar unos pasos hasta pasar por delante mío y dirigirse a la puerta también.

Justin susurró unas palabras con Joe y luego se abrazaron.

Camine hasta mi sofá y me desplomé en el. Todo el aire acumulado lo dejé salir y me sentí menos pesada.

La salida que quería tener anoche no fue como lo esperaba. Al contrario, termino pésimo. Pensar en lo que Emily tuvo que pasar, en la confusión que sentía al ver a Bruce sostener la cabeza de un cuerpo en sus manos bañado de sangre, y luego el hecho de que te estén apuntando con un arma en la cabeza diciendo que nosotros éramos diferentes era algo traumático. Y todo esto me ponía peor de lo que ya estaba.

Estos días fueron fatales. Nunca creí que tantos problemas se iban a amontonar en mi vida así de la nada.

—Todo saldrá... —Justin comenzó a hablar pero hablé encima de él.

—No lo estará. Emily no tendría por qué saber que somos vampiros. —respondí.

—Es mejor que lo sepa. Vivir escondiendo la realidad se torna tedioso. —Justin contestó.

—Decirlo es fácil porque ella no es nada en tu vida, pero es mi única amiga que tengo aquí, la única que me ayudo cuando llegue a los Estados Unidos. Lisa estaba lejos y me hacía falta, pero llego Emily y pudo al menos ganarse el título de amiga. No quiero perderla, no quiero que me tenga miedo y piense cosas erróneas de mi. —hablé dándome la vuelta para verlo parado frente a mi.

—¿Por qué no intentas pensar en positivo? —Justin camino hasta donde estaba yo y se sentó a un costado del sofá. Con su mano, comenzó a acariciar mi cabeza.

—Porque no puedo. Mi vida está siendo una mierda últimamente. No hay nada positivo en ella. —respondí con un toque de tristeza en mis palabras.

—¿Y yo que?

Sonreí a medias. Me recompuse lo suficiente y tiré a Justin hacia mi.

—Ya sabes la respuesta. —sonreí mirándolo a los ojos.

Justin se mantenía serio e hizo una mueca de no saber.

—No, no se nada. Quiero que salga de tu boca.

—Justin...

—Dímelo, Avery. —Justin se acercó lo suficiente como para tenerlo en mi cuello.

Una sensación de placer se produjo cuando sentí los labios húmedos de Justin hacer contacto con la zona de mi cuello.

—Tú eres lo único bueno y positivo en mi vida. —susurré cerrando los ojos.

Sentí como Justin dejaba de besarme el cuello y aún con los ojos cerrados, sentí su respiración chocando con mi rostro. Pasaban los segundos y pensé que Justin iba a besarme en los labios, pero no fue así.

Abrí los ojos extrañados y lo siguiente que vi hizo que sonriera como idiota.

Justin sonreía mientras me miraba a la cara. Sabía que me había gustado que lo dijera. Sus ojos brillaban tanto que me iba a dar un ataque de ternura.

—Pero que hermosa eres. —él dijo.

—¿De verdad? —lo miré a los ojos.

Justin asintió aún sonriendo.

—De verdad. Eres la mujer más hermosa del mundo.

Sonreí y tomé con ambas de mis manos su cara. Me acerqué y lo besé acercando mi cuerpo aún más al suyo.

De alguna manera u otra, podría venirse el mundo abajo, pero si Justin estaba a mi lado, nada me importaba tanto.