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Canción: Wait - M83

—¿Vas a matarme? —Joe habló alzando la voz viéndolo frente a frente a Justin— Que cosas, ¿no? Confiar en alguien y que te termine pagando de otra manera. —Joe dijo con asco en sus palabras— Así como lo hiciste tu con toda nuestra familia.

Justin estaba mudo. La furia crecía en su cuerpo y eso lo emanaba.

—Mi padre tenía razón en todo. Un solo Bieber iba a arruinar nuestro legado y ese fuiste tú, con la familia que nos había arrebatado todo. —Joe escupió.

—Todo lo ha arruinado el malnacido de tu padre. Eres idéntico y no lo supe ver, coño de la madre. —Justin gruñó.

Joe sonrío malicioso y con un levantamiento de cejas, sentí como me tomaban fuertemente del cabello logrando que a la fuerza, logré ponerme de pie. Justin al ver esto, frunció mas el ceño sosteniendo aún con más fuerza a Joe.

—Si muero, ella también. —presionó Joe.

La respiración de Justin fue en picado. Su pecho desnudó ahora se sentía calienta hasta donde yo estaba. Una aura brillante y luminosa hizo que apriete un poco mis ojos.

—Suéltala. —Justin ahora lo miro a los ojos fuera de si.

—Si ella muere, tu familia será heredera de toda la herencia Manchester. Serán dueños de casi todo el mundo, podrán a volver a ser los Bieber tan aclamados. Yo, podré ser parte también. —Joe dijo.

Justin negó aún furioso.

—Tu no eres ni serás jamás un Bieber, payaso. No es momento para chistes.

—Soy Joe Bieber, lamento si eso te pesa.

—Lo único que va pesar, es la conciencia de tu difunto padre muerto al haber creado a semejante capullo. —Justin dijo y automáticamente, le dio un puñetazo en la cara.

El vampiro que me tenía acorralada, me dio una patada en el estómago logrando que me incline de dolor. Luego, me empujo al piso y vi como sacaba una estaca.

Los ojos naranjas de Justin convertido me vieron de una manera culminante y sentí como la cabeza me dolía al escuchar su voz.

—Toma la cadenita. Apriétala y cierra los ojos cuando la tengas. —dijo telepáticamente.

Asentí lentamente sin quitar mis ojos de los suyos.

Vi como Justin me lanzaba la cadenita en el aire. Esquive como pude al vampiro que me retenía, y corrí a tomar la cadenita. Al tomarla, me hice chiquita en el suelo y la sujete con todas mis fuerzas apretándola contra mi pecho y cerrando los ojos.

Y todo sucedió en un milisegundo. Un viento desordenó mi cabello logrando que la brisa me enfríe todo el cuerpo. Luego, un calor Yam fuerte hizo que abra mis ojos y lo vea.

Justin emanaba luz. De él, sostenía la cabeza de Joe en sus manos y en el cuerpo, una estaca de roble blanco clavada en su corazón.

El pecho de Justin subía y bajaba, y miraba la cabeza de Joe analizando todo lo que había pasado.

Todos los vampiros que seguían a Joe, se convirtieron en polvo al mismo tiempo.

Estaba anonadada por todo lo ocurrido. En mi frente corría el sudor, y solo mis ojos estaban fijos en Justin. Alto, más grande, luminoso, con las venas marcadas en todo su cuerpo, y sus ojos como dos faroles luminosos.

Aún en el piso, Justin soltó la cabeza y vi como corría hacia mi.

Y ahí fue cuando sus brazos me rodearon.

—Tu me diste la fuerza y te mantuviste con vida. Por eso siempre te dije que la mantengas contigo. —susurró en mi oído logrando que me estremezca.

Temblé y Justin ahora me vio a los ojos. Sonrío y me observo entera. Pronto, colocó sus labios junto a los míos y ahí sentí mi cuerpo relajarse.

Murmuros de todos al rededor hicieron que luego de unos segundos, nos separáramos.

—Estas aquí —murmuré viéndolo a los ojos sin poder creerlo— estas despierto, aquí.

Justin sonrío y volvió a besar mis labios rápidamente.

—Estoy aquí —susurró— nunca dejaría a mi chica inglés en este mundo cruel.

Sonreí hast que el llanto de Lisa hizo que volviera a la realidad. Me volteé, y ahí lo vi todo. Lo recordé todo.

Justin me soltó para sentarse en el suelo al ver lo que había pasado.

Me reincorpore y ahora si, la tristeza me golpeo sin previo aviso cada vez que me acercaba.

Una imagen horrible que no podía tolerar. Las lagrimas salieron. Mi cuerpo dolía. No podía creerlo.

Y caí de rodillas a llorar. Tomé mi cabello fuertemente mientras me desplomaba.

David había muerto.

Sentí rápidamente los brazos de mi madre rodearme y besarme la cabeza.

—¡No! ¡No puedes dejarnos, Dave! ¡Esto es una puta pesadilla! —los gritos devastadores de Lisa hacían que llore aún más.

Levante la vista quise no volver a hacerlo.

Sentía un nudo de espinas pinchar dolorosamente mi garganta. Me aferré a los brazos de mi madre.

—Se ha ido, mamá. —solloce en puro dolor— mamá, David ha muerto.

—Ya, mi cielo. —mamá susurró en mi cabeza— ya, por favor.

Ansel tomó en brazos a Lisa mientras esta lo sujetaba de ambos brazos en un estado de descontrol. Y pronto vi las figuras de todos abordar el pasillo donde todo había pasado.

Aiden apareció acompañado de su manada, y al ver lo sucedido, palideció.

Abrió su boca para hablar y señaló con la mano temblorosa y luego miró hacia nosotros.

El alfa, William, se acercó a Aiden para susurrar algo en su oído. Aiden pronto cerró los ojos y tomó su cabeza entre sus manos.

Sentir una pérdida de alguien tan importante en tu vida te arrancaba parte de ti. Te llevaba a lo más oscuro. Sentías un vacío fulminante del cual dudas salir. Se sentía pesado, cansador y desalentador. El pecho te dolía quitándote el aire y odias la vida con todas tus fuerzas. Maldices tus comienzos y los finales. Maldices tus acciones, tus palabras, tus pensamientos. Maldices el tiempo y la hora. Maldices no poder volver el tiempo atrás.

Te quitan una parte de ti que sabes que nunca podrás llenar con algo similar.

Me giré en busca de lo único que podía mantenerme cuerda. En lo único que podía darme consuelo.

Justin al ver mis ojos, su rostro se enterneció en tristeza. Estaba parado en una esquina analizando todo como el solía hacer con las cosas.

Levante temblorosamente una mano en dirección a él. Y no bastaba decir nada más, él supo lo que quería.

Justin caminó hacia mi y se arrodilló a la misma altura que yo. Al igual que mi madre, me abrazó apretándome contra el.

En su pecho llore, grité y me descargué. Él me tomó en sus brazos haciéndome una bola y logrando tenerme en sus brazos mientras se balanceaba conmigo y susurrando cosas para tranquilizarme.

Mi madre se puso de pie agachando la mirada y derramando un par de lagrimas.

—Se ha ido, Justin—deje salir nuevamente.

—Lo sé, nena. —él susurró.

Far Away | jb (Secuela "Coldwater")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora