Far Away | jb (Secuela "Coldwater")

58 [FINAL]

Canción: Holy - Justin Bieber feat Chance the Rapper

Tomé aire y comencé a pujar. Justin parecía estar concentrado y sentía sus manos ayudando a sacar lentamente a Jules de mi.

Intentaba dar lo mejor de mi y no sufrir a desmedida. El dolor era tanto que cerraba los ojos con fuerza mientras seguía pujando.

Y sentí como Jules ya casi estaba.

—Si, sigue así, nena. Ahí la veo. —Justin dijo.

Tomé las frazadas con fuerzas y después de unos minutos de trabajo, sentí el llanto de ella.

—C-Corta el cordón umbilical, Justin. —susurré a penas pero supe que él me había escuchado.

Y así lo hizo. Justin con la tijera cortó el cordón y sostuvo a Jules en brazos rodeada de toallas.

Suspiré mientras acostaba mi cabeza totalmente devastada. El llanto de Jules solo hacía que abra los ojos lentamente y la viera.

Justin la miraba con tanta admiración que hizo que mi corazón diera un vuelco. Caminó hacia mi y me miró.

—Es... —dijo sin escoger las palabras adecuadas— es preciosa, nena.

Estire débilmente mis brazos para que me la diera y así lo hizo. Justin depósito a nuestra hija en mis brazos y en ese momento sentí que estaba realizada. Miré a sus ojos y comencé a derramar lagrimas de felicidad. Jules al verme se calmó, y no dejaba de verme.

—Hola, mi niña. —susurré y bese su pequeña cabecita— que hermosa eres, mi amor. Soy mami. Ya estás aquí conmigo. Ya estás.

Justin nos miraba como si todo en su vida fuéramos nosotras dos, y pronto escuché su voz.

—Y lo son, Avery. Ustedes dos son todo lo que necesito en mi vida.

Lo miré y sonreí.

(...)

Sostuve a Jules en brazos mientras Justin terminaba de hablar con Malcolm. Jules sostenía un biberón de sangre y aunque suene un poco tétrico, era lo único que podía calmarla. Eso, y la voz de Justin. Jules tenía una conexión especial con su padre.

El timbre sonó y al abrir un poco ocupada, mi madre al ver a Jules, exclamó petrificada.

—Oh Dios Santi Mío —me la quito de mis brazos para sostenerla— Mírate pequeña Jules, tan hermosa. Soy la abuela Angelica.

Mi familia y la de Justin viajaron nuevamente para conocer a Jules. Todos se derritieron al verla, y en privado llame a Lisa y a Ansel para darles la noticia que queríamos, Justin y yo, que sean los padrinos de nuestra hija.

Ansel y Lisa no podían creerlo y estaban muy felices. Me abrazaron y luego a Justin y nos agradecieron por ser los padrinos de La Niña.

Y sin pensarlo pasaron cinco meses más. Jules crecía en desmedida y no podíamos creerlo. Justin no se despegaba de ella y pasaban todo el rato juntos. Ver a Justin siendo padre era algo extraordinario, algo tan tierno y hermoso de ver. Me fascinaba lo bueno que era, lo dulce y comprensivo. Era un hombre tan hecho y estaba tan feliz de que sea mi esposo.

Sacudí mis manos mientras sacaba el pastel del horno. Escuchaba Justin reír con Jules en la sala y me apresuré a decorar la torta antes que él me viera.

Minutos más tarde, lleve el paste hasta la sala con una sonrisa grandísima.

—Feliz cumpleaños, papi. —exclamé.

Justin levanto su mirada y al verme sosteniendo la torta, sonrió y tomó a Jules en brazos para ponerse de pie.

Beso mis labios y se agacho para soplar la vela. Los ojos de Jules se iluminaron al ver el fuego y comenzó a hacer quejidos de alegria.