Far Away | jb (Secuela "Coldwater")

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Canción: Intro - The xx

Baje las escaleras que conectaban a la planta baja y principal del comité. Caminé entre los demás vampiros hasta poder llegar a la puerta e irme, pero alguien me tomó del brazo.

—Emily no responde mis llamados. —Bruce dijo inesperadamente. Su mandíbula estaba contraída y podía notar su nerviosismo bien oculto.

—¿Sabes en donde puede estar? —pregunté.

Bruce mordió sus labios sin hacer absolutamente nada. Parecía pensar su respuesta hasta que finalmente respondió.

—No.

Tragué saliva y lo miré bien a los ojos.

—¿Se ha escapado?

Bruce negó.

—No, simplemente me dijo que algo había sucedido su madre.

Me quede helada. Conocía a Emily desde hace tiempo, a penas me mudé a los Estados Unidos, y recuerdo que ella me había dicho que su madre habia muerto cuando ella era pequeña y que su padre vivía en Brasil y solo le mandaba dinero. Por ende, Emily vive sola desde adolescente. ¿Como es que Emily diría una cosa así sabiendo que su madre esta...?

—Espera un momento —me acerqué aun más a él— ¿Te lo dijo en persona?

—¿Qué cosa? —preguntó Bruce ahora preocupado por mi reacción.

—Lo de su madre.

—No, por mensaje de texto, ¿por que? ¿qué sucede? —sacudió su cabello sin sacarme los ojos de encima.

—Bruce, la madre de Emily murió cuando ella era pequeña. —respondí.

Bruce palideció. Me miró por unos segundos hasta fijar la vista en el suelo.

—Joder —masculló.

Miré por todos lados. Algo no andaba bien.

—Hay que buscarla —Bruce dijo rápidamente esquivandome en dirección a la puerta principal.

Mi móvil comenzó a sonar. Lo tomé rápidamente y el nombre de Ansel apareció en grande.

Atendí.

—Ya Ansel, estoy en camino. —camine detrás de Bruce.

—Primero que nada, hola hermano, ¿cómo estás? —la voz de mi hermano sonó del otro lado de la línea— ¿Y a donde es que estas yendo?

—Espera —deje de caminar y caí en cuentas— ¿No habías perdido tu móvil?

—Avy, ¿de que rayos estás hablando?

Oh maldición.

Joder...

—Ansel, ¿estás en Berkeley?

Comencé a correr detrás de Bruce.

—No, estoy en casa ahora mismo, ¿que está sucediendo, Avery?

—An, tengo que cortar, te llamo luego.

Ansel estaba en Inglaterra y con su móvil. Ese texto que me habían mandado citándome era señal de que algo andaba mal, de que quien sea que me haya mandado ese texto no tenía buenas intenciones, y yo como estupida iba a ir sin corroborar.

Iba a atravesar la puerta del comité pero un gran pecho se interpuso en mi camino. Al levantar la mirada, esos ojos mieles que tanto me gustaban me escanearon completa.