Far Away | jb (Secuela "Coldwater")

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Cancion: Hold On - Justin Bieber

Salí de la universidad sosteniendo mi bolso y caminando hasta el Starbucks para pedirme un café. El cielo estaba nublado, tan nublado que pronto un relámpago se escucho en la calle.

Había rendido mi parcial de bioquímica de maravilla, y ahora, al terminar de pagar mi café, me permití sentarme en las pequeñas mesas de afuera y disfrutar de mi soledad. No pasaron dos minutos, que mi celular vibró.

Lo saqué de mi bolso y vi que era un mensaje de Emily.

"La fiesta es hoy, ¿te decidiste? ¿Vendrás? ¿O me pondrás otra excusa llamada "David"?"

Suspiré. Sabía internamente que no vendría mal despejarme un poco y salir con Emily. Era la única amiga que al menos estaba aquí y podía sacarme. Quisiera que Lisa estuviera junto a mi. Con ella todo era muy distinto, pero ella ya estaba haciendo su vida y estaba completamente de acuerdo con eso.

Lo pensé un poco, y le terminé diciendo a Emily que sí, que aceptaba ir de fiesta con ella esta noche. No vendría mal un poco de diversión.

Dicho esto, me dispuse a caminar de regreso a mi auto para volver a mi apartamento. Antes de que ponga un pie en la carretera y cruzar, una brisa desordenó mi cabello y mis sentidos captaron la presencia de alguien a mis espaldas, mas bien, capté su vibración. Era uno de los míos.

Me di la vuelta y me sorprendí ante su presencia. Tragué saliva y sonreí a medias.

—Bruce —hablé— ¿Todo en orden?

Bruce se dedicó a mirarme y a sonreír de manera pícara. Asintió.

—Que agradable sorpresa encontrarte, bonita. Veo que sobreviviste a tu encuentro de ayer con el principe azul. —habló divertido.

Bruce era alto, muy alto. No era un hombre muy mayor, quizás tengo unos cinco años mas que yo, o seis. Vestía con su típica chaqueta negra, unos jeans azules y botas negras. Tenía un aire arrogante. Se podría decir que cualquier chica normal caería totalmente a sus pies en segundos.

—¿Qué sabes de Justin? —le pregunté interesada.

Bruce vió por encima de mi, pensando una respuesta.

—Se todo de todos —respondió. Eso daba a pensar demasiado. Desprendía una energía rara.

—Entonces sabes de mi —arremeti contra él.

—Puede que si, como puede que no... —su voz era ronca, muy ronca. Sabia que era también producto del cigarrillo. Recuerdo verlo fumar ayer— Universitaria, eh. —dijo mirando mi bolso cargado de libros.

Miré mis cosas y asentí.

—Si, soy una chica muy ocupada como puedes ver —respondí. Bruce rió y asintió. Su sonrisa no estaba nada mal.

Unas gotas comenzaron a caer anunciando que ya estaba largándose a llover. Miré el cielo y luego mire a Bruce.

—Tengo que irme —hablé— Te veo... en el comité.

Bruce negó.

—Hay una fiesta hoy en la ciudad, una grande. Sé que iras hoy en la noche. —dijo Bruce.