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Canción: Lifetime - Justin Bieber

Tres semanas después.

Respiré hondo mientras terminaba de repasarme con la mirada frente al espejo. Ya todo estaba listo y yo moría de los nervios.

—¿Lista? —la voz de mi padre se hizo presente detrás mío.

No dije nada. Estaba tratando de caer en la realidad. En minutos estaría casándome.

—Si —respondí.

Mi padre se acercó y posó sus manos en mis hombros. Sonrió y se colocó a mi lado en vista al gran espejo.

—Nunca creí que mi hija se casaría.

Lo codee mirándolo incrédula.

—Ay, papá. Ese comentario fue cruel.

Mi padre rió y negó.

—Me refería a que en mi cabeza esa idea estaba anulada y no quería ver que algún día ibas a crecer. Y mírate, eres una mujer admirable. Haz hecho tantas cosas desde tan pequeña, cómo salvar a tu hermano, reconstruir la familia, salvar la raza, y ahora, estás por casarte y tener un bebé. Todo en tu corta vida, hija. —dijo mi padre.

Lo miré emocionada y sonriendo. Abracé a mi padre mientras cerraba los ojos. No podía creer tampoco estar viviendo esto.

—Gracias, papá. Por todo. —respondí.

—No es nada, hija. Me enorgulleces.

Nos separamos al escuchar la puerta sonar. Lisa entró cargando una lista y al vernos, sonrió.

—Ya es hora de salir, Ronnie.

Asentí nerviosa y miré a mi padre. Este hizo una mueca de ansias y me tendió su brazo para que lo enroscara con el mío.

Caminamos hasta estar frente a la puerta y conté hasta diez.

Y dicho esto, al llegar al diez, las puertas se abrieron y vi como todos se ponían de pie al verme.

La música comenzó a sonar y a medida que nos acercábamos con mi padre a mi lado, todos me miraban enternecidos y emocionados. Toda mi familia, amigos, familia de Justin, amigos, incluso medio Coldwater había viajado hasta Estados Unidos para asistir al casamiento.

Pronto como levante la mirada, vi a Justin mirarme ir hacia él. Sus ojos brillaban y me miraba como si no existiera un mañana. Noté agua en sus ojos y eso hizo que me emocionara también.

Al llegar a su lado, Justin le hizo un ademán a mi padre y posó sus ojos en mi. Se inclinó hasta mi oreja y susurró:

—Estas hermosa, nena. Muy hermosa.

Lo miré sonriendo sin decir una palabra.

Pronto ambos nos dimos la vuelta y miramos al pastor. Respire hondo y comencé a escuchar todo su discurso mientras sentía la mano de Justin tomar la mía y dar pequeñas caricias. La apreté en signo de nerviosismo y él me correspondió. Nos dedicamos una mirada llena de confidencialidad y sonreímos.

Minutos más tarde, trajeron los anillos. Justin los tomó, y colocó uno de ellos en mi dedo.

—Tú, Justin Drew Bieber, ¿aceptas por esposa a Avery Manchester? ¿Para amarla, respetarla... en las alegrías y penas, en la salud y enfermedad, en la pobreza y riqueza, hasta que la muerte los separe? —preguntó el pastor.

Justin sostenía el anillo en mi dedo mientras no dejaba de mirarme.

—Yo, Justin Drew Bieber, te quiero a ti como mi legítima esposa y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida hasta que la muerte me separe de ti. —Justin repitió y colocó mi anillo.

Lo miré embelesada. Tomé una bocanada de aire mientras ahora sostenía el anillo. Agarre su mano y coloqué su anillo en su dedo.

—Yo, Avery Manchester, te quiero a ti como mi legítimo esposo y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida hasta que la muerte me separe de ti. —imité el discurso y termine por colocarle el anillo a Justin.

Justin no dejaba de sonreírme.

—Bien, Avery y Justin, en frente de todos los presentes, los declaro finalmente marido y mujer. —nos señaló a ambos.

Los aplausos se hicieron rápidamente y me giré para ver a Justin. Él me tomó de ambas mejillas y me besó logrando que en ese momento sienta que estaba ascendiendo al cielo mismo. Justin depositó varías besos más murmurando infinidades de "te amo" y yo respondiéndole lo mismo.

Nos giramos y todos estaban de pie emocionados y aplaudiendo a más no poder. Mis padres lloraban, mi hermano sonreía y aplaudía en orgullo, Lisa sostenía un pañuelo y me miraba feliz, Emily lloraba abrazada a Bruce mientras que este me guiñaba un ojo. Mi nana y mi abuelo lloraban y todos los demás gritaban.

Dos meses después

—¿Puedes caminar? —preguntó Justin sosteniéndome por detrás.

—Si, descuida. —respondí con un poco de malestar.

La panza era cada vez más grande. No podía caminar mucho pero lo hacía de todos modos. Estábamos entrando al consultorio médico donde el doctor nos diría el sexo del bebé.

Lo que el doctor no sabía es que estaba tratando a una pareja de vampiros donde el bebé se alimentaba el doble que un bebé normal dentro de la panza de su madre y que mi hijo o hija era más grande que cualquier otra cosa. Estaba de cuatro meses pero parecía que estaba a punto de dar a luz.

Nos sentamos en la sala de espera mientras Justin sostenía una botella de agua y no dejaba de acariciar mi pierna. Estábamos nerviosos, muy nerviosos.

Justin en los últimos días estaba pegado a mi. Estaba intenso, era otro Justin. No paraba de chequearme la panza y preguntarme si estaba todo bien conmigo.

Diez minutos más tarde, un doctor llama por nosotros.

—Familia Bieber, adelante.

Justin me ayudó a ponerme de pie hasta estar dentro del consultorio. Caminé hasta la camilla y aún con los brazos de Justin en todo momento, me acosté en ella. Suspiré.

—Bien, veamos qué hay por aquí. —dijo el doctor colocando gel en mi panza y luego, un cursor en donde a medida que lo iba movimiendo, podíamos escuchar el latido del corazón de nuestro bebé y ver su contextura física por una pequeña pantalla.

Justin se agacho aún más y observó la pantalla embobado. Yo estaba de igual manera.

—Wow, es muy... grande. —comentó el doctor— ¿segura que estás de cuatro meses? —rió.

Ja.

—Lo estoy. —respondí.

El doctor seguía mirando por la pantalla.

—Los latidos de su corazón están correctos. No hay ninguna malformación, ni enfermedad, ni nada. Todo está correcto. —dijo.

—Gracias a Dios —susurré.

—Vale, he visto el sexo. ¿Están preparados? —preguntó el doctor.

Tomé la mano de Justin fuertemente.

—Si. —respondimos ambos al unísonos.

El doctor asintió mientras dejaba de pasar el cursor por mi barriga. Se puso de pie y nos miró a ambos.

—Felicidades, es una niña. —dijo.

Abrí mi boca tan grande en asombro. Justin se dio la vuelta para verme y sonrió.

—Es una niña —me miró a los ojos.

Derramé lagrimas de felicidad mientras acariciaba mi barriga.

—Vamos a tener una niña. —susurré.

Justin se acercó hasta mi para besar mis labios con urgencia.

Far Away | jb (Secuela "Coldwater")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora