NUESTRA ADAPTACIÓN

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POV JUNGKOOK

Observo mi reflejo en el espejo de la sala de prácticas mientras repito una y otra vez el los pasos de la coreografía que aprendimos en la última sesión, la parte del estribillo. 

Insisto en la misma parte, porque no hay forma de grabarla en mi anatomía. Recuerdo los pasos en mi mente, pero no llegan a mi cuerpo como deberían. Parece que la conexión entre mi mente y mi cuerpo se ha disuelto. Una de mis mejores cualidades, evaporada como agua sobre un brasero. 

Mi concentración, a pesar de estar en la primera hora de la mañana, es nefasta. Intento verme solo a mí y a mis movimientos en el reflejo del espejo, pero no puedo evitar que mis ojos se desvíen una y otra vez a la puerta de la sala. 

Algunos de mis compañeros han llegado ya, pero Jimin... todavía no ha aparecido. Tampoco Tae, ni Jin. ¿Les habrá pasado algo?

El coreógrafo lleva ya diez minutos en la sala, de momento no ha soltado ninguna queja pero se nota que empieza a impacientarse por la forma en la que consulta impulsivamente su reloj cada dos por tres.

- ¿Problemas de memoria tan joven, Jungkookie? - me sorprende Hobi de repente. No había notado que se acercaba hasta mí. 

- Buff... no sé qué me pasa, no consigo recordar este ocho por más que lo intente. Es decir, lo puedo ver nítidamente en mi cabeza, pero no consigo que fluya hasta mi cuerpo. ¿Algún consejo del rey del baile? - 

- Estás bloqueado, claramente. ¿Estás durmiendo bien últimamente? - pregunta con preocupación, posando su mano en mi hombro obligándome a detener mi obsesiva repetición de pasos y mirarle a la cara.

- No mucho... - confieso - Con todo el trabajo, los problemas con los jefes, las citas... tampoco ayuda el cambio de casa. Nueva cama, nueva zona, nuevo ambiente... - 

- Primera vez solo... - comenta Hobi. 

- Primera vez solo, sí. No conocía al silencio hasta que anoche se presento sin avisar. Y con todo su poder - digo apesadumbrado, recordando la mala noche que he pasado.

Echaba de menos a los chicos. Tenía miedo del silencio, de la falta de ruidos, la falta de voces. Sentía un vacío inmenso. Y deseaba volver a los brazos de Jimin, para qué engañarnos. Después de nuestra momento de confesión, nos hemos tenido que separar así, tan bruscamente... que no es justo. Y como un niño al que le han quitado su caramelo favorito, pataleo y me regodeo en mi desgracia. 

- Pues parece que nos vamos a tener que acostumbrar. Yo tampoco he pasado una buena noche, no podía dormir sin las mezclas del estudio de Yoongi sonando de fondo hasta altas horas de la madrugada. Quién me iba a decir que iba a echar de menos eso... Oye, ¿y estos por qué no han llegado ya? ¿tú sabes algo? - 

-  Ni idea. No he hablado con ninguno desde anoche - digo con sinceridad, volviendo a echar un vistazo a la puerta. 

Y como si hubiera sido invocado, Jimin aparece como un torbellino. Viene sofocado, sus mejillas sonrojadas, el pelo revuelto. Claramente se ha vestido con lo primero que ha pillado, porque ese pantalón verde no pega con esa sudadera azul... y eso no es algo que Jimin haría estando en sus cabales. Jadea como si acabara de correr una maratón, y dobla su cuerpo apoyándose en las rodillas. 

- Lo siento, señor - dice Jimin dirigiéndose a nuestro coreógrafo tras recuperar un poco el aliento - No he calculado bien las distancias desde mi nueva casa. No pensaba que estuviera tan lejos - 

- Entiendo, no te preocupes. De todas formas no eres el último, todavía faltan Seokjin y Taehyung. De Taehyung no me extraña, pero es raro que Seokijn llegue tarde... ¿tú sabes algo de ellos? - pregunta el profesor, empezando a desesperarse con la pérdida de tiempo de ensayo que estamos provocando entre todos. 

Nuestra burbuja   **Jikook / Taejin /  Kookmin / Jintae Fiction**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora