MI LAVADO DE IMAGEN

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POV JUNGKOOK

Aspiro profundamente el aroma de Jimin, que tras nuestro momento de pasión se mantiene pegado a mi torso, con su cabello acariciando mi rostro. Es dulce y terroso. Suave y salvaje, una perfecta representación de lo que él es. 

No veo su cara, pero puedo sentir todo su cuerpo estremecerse bajo las constantes caricias que le hago su espalda baja. 

Tras varios minutos de aparente serenidad, habla.

- ¿Cuándo es la cita? - pregunta directamente. 

- En una hora tengo que estar en los cines del centro comercial del sur - respondo pragmático.

Esa es la realidad, en una hora estaré teniendo una cita con una chica. Una cita que no quiero tener, que detesto tener, pero que debo tener para salvarnos a todos. 

Pero aquí estamos. Sigo en mi cama, desnudo, con mi amigo entre mis brazos. Sucio después de la mejor experiencia de mi vida. Tendré que volver a ducharme. Pero no quiero moverme. El tiempo, por desgracia, pasa rápido entre sus brazos. Y debo ponerme en marcha si no quiero llegar tarde y hacer cabrear más todavía a la compañía. Pero joder, no quiero moverme. 

Si antes tenía alguna duda, ahora no tengo ninguna. Este es mi sitio, entre sus brazos. Si es tan sencillo,  ¿por qué todo es tan complicado?  

Mi mente lucha contra mi cuerpo, que rebelde aprieta aún más a Jimin contra él. Un Jimin callado, pensativo, ansioso. Claramente un mar de dudas golpea su interior, y lo mantiene estático, incapaz de mover ficha. Hasta que lo hace...

- Venga, muévete. Vas a llegar tarde - dice mientras aparta mi brazo de su cintura y se incorpora en la cama. 

Su cara se frunce ligeramente al sentarse y su cuerpo se tensa, como si un rayo hubiera recorrido su cuerpo. Le duele. Puta mierda, le he hecho daño. Pero sin detenerse ni un segundo más, comienza a vestirse, evitando mi mirada. Cuando ya tiene puestos los bóxer y los pantalones,  vuelve a hablar. 

- ¿Qué pensabas ponerte? Aparte de los jeans negros que llevabas cuando he llegado - dice mientras los busca en el suelo de la habitación y los sacude intentando recuperar su aspecto inicial - creo que todavía los puedes usar - 

Su tono práctico me irrita. Esa capacidad de recuperación, de tomar el mando de las situaciones más difíciles, de esconder sus sentimientos para mantener el barco a flote. Odio ese caparazón de fortaleza que esconde su debilidad, lo blandito que es por dentro. Pero ciertamente, si él no se estuviera moviendo, yo hubiera sido incapaz de soltarle. Así que le sigo el juego, asqueado por lo que estoy obligado a hacer.

- La camisa roja y negra, la estampada de tela ligera. Con una camiseta negra debajo - respondo intentando imitar su tono neutral. Creo que lo consigo. 

- Perfecto. Dúchate de nuevo... creo que lo necesitas - dice observándome con atención. 

Su rostro, hasta ahora pétreo, alcanza un precioso tono rosado. Sigo la dirección de su mirada, sin comprender por qué de repente la vergüenza se apodera de él, después de todo lo que hemos hecho. 

Lo que veo hace que me levante de la cama de inmediato, tome de nuevo la toalla mojada por mi primera ducha y corra hacia la puerta. Torpemente abro el pestillo y salgo hacia el baño dispuesto a arreglar el desastre que tengo sobre mi cuerpo... 

Estaba tan abrumado que no me había dado cuenta de que mi vientre era un mejunje de líquidos blancos y espesos, prueba del éxtasis que acabamos de vivir. Ni de que mi pecho y mi cuello estaba enrojecido por toda la pasión que los labios de Jimin son capaces de dar. Esos labios gruesos, esponjosos y rosados. Dulces pero picantes. Atrevidos y bastante dañinos, vistas las marcas que ha dejado por toda mi piel. 

Nuestra burbuja   **Jikook / Taejin /  Kookmin / Jintae Fiction**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora