POV JIMIN
Vuelta a la realidad. Tras nuestra noche de confesiones, hermandad y amor puro, tenemos que regresar a nuestra rutina más dura. Las cámaras, los ensayos, los periodistas, los jefes, los fans... Un cocktail de presión que vuelve a contraer todos mis músculos, que hasta hace unas pocas horas se encontraban totalmente relajados, enredados entre los de Jungkook, felices de fundirse con él, felices de no saber donde acababa yo y donde empezaba él. Fantasía.
Mis manos cosquillean entre las manos de Jungkook, que no ha querido soltarse de mí en todo el camino. Nos han recogido de nuestra antigua casa y nos llevan directos hacia la radio nacional. En el mismo auto nos dan las instrucciones para esta entrevista: es un pequeño repaso a nuestra carrera, un pequeño homenaje a nuestro reciente número uno en la lista Billboard. Nos preguntarán sobre nuestros sentimientos tras el conseguido éxito mundial, sobre el proceso de creación de nuestro último disco, el por qué de algunas letras... pero nada personal. Como siempre, nuestros manager limitan las entrevistas a lo profesional, algún detalle de nuestra vida íntima para acercarnos a nuestros fans, que sientan que nos conocen, que nos entregamos a ellos. Pero nada que pueda comprometer nuestra vida privada. Eso es tabú.
Ese mismo misterio es el que hace que las ilusiones de los fans, los universos alternativos, los fanfics y las teorías crezcan como una selva, sin límites, a lo grande, floreciendo sin control, con cientos de locuras, algunas perfectamente hiladas, otras no tanto, pero todas nacen de este halo de misterio que nosotros mismos creamos. El misterio de lo desconocido. Porque eso somos, unos auténticos desconocidos disfrazados de perfección.
¿No sería todo más sencillo si fuéramos sinceros? ¿Si dejáramos de parecer ángeles impolutos, sin deseos, sin intimidad? ¿Sin vida propia?
Es el gran debate de nuestras vidas, de toda la industria, incluso de nuestro país. La imagen que damos, contra la realidad de nuestras vidas.
Mientras el staff nos relata la agenda punto por punto, nuestras manos están entrelazadas, nuestros dedos juegan, se acarician, nos sentimos.
Nuestro manager, que consulta su teléfono para desvelarnos los detalles y las horas de cada cita y el contenido de cada entrevista, nos lanza miradas de reojo. No puede evitar desviar su mirada hacia nuestras manos. Sus ojos se desplazan curiosos hasta esta unión, no sabiendo cómo reaccionar. Está sorprendido. Está impactado. Dos de sus chicos, de la mano, frente a su cara, sin ocultarse, sin esconderse detrás de un juego, ni detrás de ningún guion. Solo somos nosotros, en nuestro coche, en nuestro último momento de intimidad del día, actuando como realmente queremos. Somos nosotros mismos, sin caretas, sin maquillaje. Esto es lo que hay.
El valor emana por todos los poros de mi piel, siento un cosquilleo placentero que me recorre de pies a cabeza, me siento efervescente, vivo. ¿Será esto la valentía?
Decido despejar sus dudas, despejar todas las preguntas que sus ojos lanzan a nuestras manos. Dejar claro a nuestro manager que no pienso echarme atrás. A nuestro manager, y a quien quiera oírme. Por algo hay que empezar.
Elevo nuestras manos frente a mi cara y beso sus nudillos. Uno por uno, suavemente con cariño. Jungkook no duda en corresponder mi gesto, tratando de esconder un pequeño mechón de mi cabello tras mi oreja. Lindo. Nuestras sonrisas se corresponden, felices.
Jungkook se acerca a mí sin soltar mi amarre de su mano, sin dejar de tocar mi rostro con la otra mano, y con naturalidad, besa mis labios. Un toque dulce, de terciopelo, sin segundas intenciones. Como mi beso a sus nudillos. Un gesto íntimo, cercano, de amor. Una revelación.
Desde los asientos de delante, un carraspeo rompe nuestra burbuja. Tanto nuestro manager como su asistentes nos miran con la boca abierta. Sorprendentemente, no parecen enfadados. Tampoco muy sorprendidos, solamente impactados por el momento que acaban de presenciar. Porque una cosa es imaginar y otra es ver. Y estoy cansado de que imaginen, estoy cansado de que oculten nuestras vidas sin saber, solo por precaución. Me alegro de que por fin vean, que sepan la realidad, que sepan que esto es real y que con esto no se juega. Que sepan a qué se están enfrentando.
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Nuestra burbuja **Jikook / Taejin / Kookmin / Jintae Fiction**
FanfictionJungkook es el maknae de su grupo. Llegó a BTS siendo un niño adorable y, a punto de cumplir los 18, sigue pareciéndolo. Pero ya no lo es. Sus hormonas están ansiosas por descubrir nuevos mundos y hará todo lo posible por satisfacerlas. El problema...