Nuestra burbuja **Jikook / Taejin / Kookmin / Jintae Fiction**

NUESTROS AMIGOS

POV JIMIN

La grabación continúa, y con ella crece mi nuevo yo. La pequeña semilla que plantamos hace algunas semanas por fin empieza a brotar, a asomarse al mundo poco a poco. Un brote tierno, joven, lleno de vida.  Ahora lo veo claro. No quiero ni puedo esconderme. No voy a hacerlo más. 

Dejo que mis sentimientos fluyan con naturalidad, y si quiero acariciarle, lo hago. Si quiero abrazarle, lo hago. Si quiero corretear con él entre todos los peluches, lo hago. Hago todo lo que mis instintos me piden, dejo que todo lo que he estado reteniendo durante tanto tiempo brote de mí. Y Jungkook parece notarlo, al igual que  parece estar encantado con este cambio. 

Me sigue el juego, me devuelve las sonrisas, parecemos mariposas revoloteando el uno alrededor del otro. Las cámaras continúan haciendo su trabajo, recogiendo en sus memorias estos momentos de perfecta armonía, de buen rollo y felicidad. Nuestros compañeros parecen contagiarse de nuestra alegría, ríen con nosotros, juegan con nosotros, y juegan entre ellos. El ambiente no puede ser mejor. Los chistes salen solos, las carcajadas también. Los minutos pasan sin descanso, rápidos, amenos y, sorprendentemente, nadie está sufriendo por ello. A pesar de que llevamos más de diez horas entre estas cuatro paredes.

Por primera vez en años, me siento libre. Me siento con fuerzas para ser quien soy y para sentir lo que siento. Sé que he roto el cascarón de inseguridades que me envolvía, y sé que ahora nadie podrá volverme a meter dentro. Lo que está roto, roto está.  Lo que es liberado, no puede volver a encarcelarse. 

Y mi amor por Jungkook vuela alto. 

Me encantaría poder afirmar que vuela libre, pero no soy un necio. La libertad completa tiene un precio muy elevado, y yo no puedo arrastrar a todos mis compañeros hacia esa deuda solo para alcanzar mi felicidad. Nunca podría. 

- ¡Corten! - grita el director asomándose tras las cámaras. 

Me permito apartar la vista de mis compañeros para escanear el rostro del staff. Me sorprendo al encontrarlos complacidos, revisando algunas de las imágenes que hemos grabado, riendo entre ellos, tomando notas de los minutos en los que están algunos de los grandes momentos que hemos protagonizado. Hacía mucho que no les veía tan apasionados con su trabajo. 

El director se acerca a nosotros: 

- Chicos, buen trabajo. Hacía mucho tiempo que no se os veía tan sueltos y tan a gusto con el show. Este último programa va a ser un caramelito, va quedar muy chulo, a los fans les va a encantar veros tan felices y con tanta complicidad. No sé qué os ha pasado, pero por favor, intentad averiguar qué es lo que os ha hecho sentir tan cómodos. Sea lo que sea, lo quiero de nuevo en los siguientes programas , ¡descansad! - y se va sin esperar ninguna respuesta por nuestra parte. 

Nos miramos unos a otros, todavía envenenados por la toxina de la felicidad, relajados por las risas que esta última grabación nos ha regalado, pero sobre todo, contentos por la conexión que ha vuelto a brillar entre nosotros. 

- Ha sido divertido - comenta Yoongi. 

- Mucho - confirma Jin. 

- Hacía mucho tiempo que no nos reíamos tanto. Estábamos perdiendo la magia, chavales - añade Tae. 

- Cada día es más complicado relajarse, dejarse llevar... tenemos cientos de ojos encima de nosotros las 24 horas del día - comenta Hobi. 

- Y no menos importante: nos hacemos viejos -  dice Tae ganándose una colleja por parte de Jin. 

- Viejo serás tú, idiota. Yo estoy estupendo - le dice irguiéndose sobre sus pies, mostrando su espléndida anatomía como si de un pavo real se tratara.