POV JIMIN
Solo faltan Jin y Tae. Los demás estamos ya sentados, esperando su llegada sobre los desgastados sofás de cuero marrón de la sala de descanso. Intentamos mantener una aparente calma, unos mirando el teléfono móvil, otros tarareando, otros mirando nerviosamente la puerta. Yo pertenezco a este último grupo. En cuanto estos dos entren por la puerta, no habrá marcha atrás. Todo saldrá a la luz y deberemos afrontar la realidad.
Namjoon, quien tampoco parece relajado, resopla llevando el teléfono a su oreja. Supongo que está llamando a Jin para reclamarle su presencia. Cuando le oigo hablar, deduzco que Jin ha encontrado a Tae.
- Venga joder, arrastrad vuestro culo hasta aquí, ya han pasado cinco minutos de la hora de quedada. Tenemos trabajo después, no sé si lo recuerdas - grita al teléfono.
En cuanto nuestro líder cuelga el teléfono, la puerta se abre dejando ver a la pareja perdida. Ya no parecen enfadados, al revés. Una extraña calma parece envolverlos. Extraño, si tenemos en cuenta que ellos tienen tanto que contar como nosotros. Sus gemidos aun retumban en mi cabeza.
- Ya estamos aquí, no hace falta gritar Nam - contesta Jin, con su teléfono todavía en la mano.
- Gritar es lo menos que puedo hacer, hyung. Cualquier día me vais a volver loco - dice resoplando y tomando de nuevo asiento, señalando los asientos libres a los recién llegados para que le imiten.
Ya estamos todos. De nuevo, una falsa calma rellena el silencio. Nadie se atreve a romperlo. Cobardes. Me incluyo. Egoístamente, dejamos que Nam haga el trabajo sucio que implica ser el líder de una banda.
- Como veo que no tenéis muchas ganas de hablar, expondré los hechos y las pruebas que me constan. Después podréis defenderos - inicia Nam formalmente.
- ¿Ahora eres el fiscal de un juicio? Qué formalidad... - murmura Tae.
- Alguien tiene que tomar el papel del malo, Tae. Te aseguro que prefieres que sea yo, a que llegue un momento en el que lo tome nuestro jefe - responde de mal humor.
- Pues adelante, magistrado... - responde Tae con ironía.
Nam opta por ignorar el comentario ácido de Taehyung, y se lo agradecemos. Suficiente picante hay ya en este cocido. Pero fija su mirada en él, y comienza.
- Empezaremos por ti, por hablar. Tae, hace tiempo que tenemos asumido que eres un descarado. Tus comentarios mordaces y tus ironías no tienen nada que envidiar a tus miradas asesinas. Sabes que no es bueno que se vea claramente lo que pensamos, a la compañía no le gusta y puede traernos problemas. Aunque este no es el tema que estamos tratando hoy. Hoy la cuestión es tu lívido. Tu descaro al mostrar tus preferencias, las miradas sucias que dejas escapar y tus toqueteos. Entiéndeme, creo que hablo por todos nosotros cuando digo que a nosotros no nos incomodan, estamos acostumbrados. Pero de cara al público... es difícil de entender. En especial últimamente. He notado que ya no disparas a cualquiera, tu objetivo fijo es Seokjin - Nam hace una pausa para darle a Tae la oportunidad de hablar, que por supuesto aprovecha.
- Lo acepto. Como he dicho antes, no tengo problema en admitir mis gustos. Me gustan las mujeres, pero también me gustan los hombres. En concreto, los hombres guapos. Y debéis admitir que Jin en belleza no tiene competencia - continua con su habitual desvergüenza haciendo un repaso visual a todo el cuerpo de nuestro hyung - Lo siento por los demás, pero mi ojos están ocupados con el madurito, no puedo prestaros la misma atención a todos -
Jin, como era de esperar, enrojece de arriba a abajo. Pero sorprendentemente, no aparta la mirada de él. Parece hipnotizado por su valentía. Namjoon replica:
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Nuestra burbuja **Jikook / Taejin / Kookmin / Jintae Fiction**
Fiksi PenggemarJungkook es el maknae de su grupo. Llegó a BTS siendo un niño adorable y, a punto de cumplir los 18, sigue pareciéndolo. Pero ya no lo es. Sus hormonas están ansiosas por descubrir nuevos mundos y hará todo lo posible por satisfacerlas. El problema...