Nuestra burbuja **Jikook / Taejin / Kookmin / Jintae Fiction**

SU FRUSTRACIÓN

POV JUNGKOOK

Estoy irritado. Cabreado más bien. Quisiera reventar a patadas la primera cosa que se cruzara en mi camino. Pero me contengo, lo que no ayuda a aliviar esta irritante sensación. La frustración es mi fiel compañera estos últimos días. Es todo lo que ocupa mi cuerpo. Frustración. 

Odio no saber qué está pasando conmigo. Odio esta sensación de no poder pensar con claridad. Odio esta presión permanente que vive en mi pecho. Odio con todas mis fuerzas el ejercicio de autocontrol que tengo que mantener las veinticuatro horas del día. 

Me odio a mi mismo por haber empezado esta tortura. Porque yo soy el culpable de todo el sufrimiento que estoy sintiendo. 

Desde que le pedí a Jimin que me ayudara a iniciarme en las relaciones, no he vuelto a ser el mismo. Nunca imaginé que experimentar por primera vez la vida adulta iba a suponer para mi un giro de ciento ochenta grados en la forma de ver el mundo. De ver mi mundo. 

Me siento como un pervertido. Mi corazón cabalga agitado la mayor parte del día, mi piel se eriza cada dos por tres, mi respiración se transforma en jadeos continuamente. Y siempre ocurre cuando Jimin está en mi radar. Que es casi siempre. El cabrón siempre está rondando a mi alrededor. Vivo en un estado febril  la mayor parte del tiempo. Por el día imagino, por la noche sueño.

Todo lo que hemos practicado juntos es lo único que estos días pasea por mi mente de forma clara, vívida y sin interferencias. No puedo frenar la recreación, disfruto con culpa rememorando una y otra vez las cosas que hemos experimentado en la intimidad. Y esto me va a volver loco. 

No se suponía que debía ser así. No debe ser así. 

El pacto está claro. Él me ayuda, yo aprendo y seguimos siendo amigos y compañeros de trabajo. 

Él mantiene los límites con dureza. Me ha dejado claro los términos de nuestro acuerdo en numerosas ocasiones. Cada vez que hemos traspasado alguno de los límites, cada vez que las reglas se han tornado borrosas, cada vez que las cosas se han salido de control... Jimin ha sido firme, tajante, nunca me ha dejado olvidar el fin lo que estamos haciendo. Lo nuestro es solo un pacto. 

Pero es fácil olvidarlo. Es fácil cuanto tengo a Jimin pegado a mí, cuando tengo entre mis brazos su cuerpo, cuando le entrego sin miedo el mío. Cuando siento su aliento sobre mi piel. Sus labios sobre los míos. 

Y es difícil mantener los pies en la tierra, recordar que esto es puro entrenamiento. 

¿Cómo puede él estar tan tranquilo? ¿Cómo puede besarme, acariciarme, frotarse contra mí, masturbarnos juntos, llegar conmigo hasta el cielo, y a la mañana siguiente lanzarme de nuevo a los brazos de Jin-ha? 

Esta mañana mi cerebro estaba tan drogado por lo que compartimos anoche que ni por un segundo había pensado en pasar un minuto de mi valioso tiempo con ella. ¿Para qué ir a buscar fuera lo que tengo ya a mi lado? ¿Para qué esforzarme en encontrar esa electricidad con ella, si ya tengo mi propia tormenta en casa? 

Por unas horas, he olvidado el propósito de nuestra pactada relación.
Qué ingenuo soy. 

Un poco de sexo ha conseguido freírme los sesos. No quiero imaginar lo imbécil que puedo llegar a ser el día que llegue hasta el final.... Por lo que debo serenarme, enfriar todas las sensaciones que han inundado mi cuerpo los últimos días y perseguir el objetivo de toda esta película: follar con Jin-ha (o con cualquiera que no forme parte de mi grupo). 

No voy a dejar que mi pene mande sobre mi cerebro. Mi maldito soldadito está consiguiendo hacer que dude de todo: mis sentimientos, mi sexualidad, mi vida. Por lo que debo ser fuerte y no dejar que gane, debo mantener mis objetivos.