POV TAE
A regañadientes salgo de la habitación de Jungkook para seguir a mi querido y quejumbroso hyung. Qué mal humor que gasta últimamente...
Ni el delicioso orgasmo que alcanzamos anoche en conjunto, tal y como un maravilloso coro de ángeles alcanza las más bellas sintonías, hace que relaje ese rictus de estreñido que tiene.
Que no piense que me son indiferentes las últimas desgracias que la compañía ha hecho caer sobre nuestros hombros... me jode como al que más que nos separen como si fuéramos presidiarios, como si pudiéramos infectarnos los unos a los otros... como si hubiéramos hecho algo malo. Pero no les voy a dar el gusto de agachar la cabeza como un corderito.
¿Voy a obedecer? Por supuesto, no soy imbécil y sé lo que pone en mi contrato. No voy a arriesgar toda mi vida y la de mi familia por un incumplimiento del acuerdo que firmé con la empresa. Pero lo que no voy a volver a ser es un muchachito sumiso. Si no me gusta, lo voy a decir hasta que les sangren los oídos. Voy a balancearme entre el límite del bien y del mal, de lo permitido y de lo prohíbido. Les voy a hacer sufrir hasta que deseen verme firmando un contrato con la competencia. Me da igual. Yo solo quiero que se replanteen las tonterías por las que nos hacen pasar. Las incoherencias de sus peticiones, lo absurdas que son las condiciones bajo las que nos hacen vivir. Somos personas y somos artistas, y podemos ser lo uno y lo otro a la vez. Creamos, entretenemos, comunicamos, hacemos disfrutar... pero también sentimos, sufrimos, tenemos nuestro mundo interior. Y desde luego que no voy a dejar que me sigan opacando con sus estúpidos estereotipos de "lo correcto".
Sigo a Jin hasta su dormitorio. En ningún momento se ha dignado a voltearse para comprobar si le sigo o no. O está muy seguro de su poder sobre o mí o tiene un superpoder que le permite sentir mi presencia sin necesidad de mirarme. Río como un idiota solo de pensar en semejante teoría... y la de cosas vergonzosas que Jin habría descubierto sobre mí si de verdad tuviera esta cualidad. Las veces que le he observado cocinar su delicioso bibimbap escondido entre las sombras del pasillo... las veces en las que le he espiado a través de las cristaleras de la sala de entrenamiento ensayar hasta desfallecer, pensando que todos estábamos ya en casa y queriendo ocultar sus debilidades ante nosotros.
Las veces en las que he alargado mi paso por el pasillo cuando sabía que él estaba a punto de salir de nuestro baño, probablemente a medio vestir, acelerado para que los demás pudiéramos pasar cuanto antes a la ducha. Dejándome disfrutar un poquito de esa piel que tan pocas veces muestra, húmeda, caliente... preparada para ser recorrida por mí, para se...
- ¿Y ahora a qué viene esa cara de bobo? - interrumpe el Jin real, el gruñón, al Jin ardiente de mis recuerdos.
Brazos en jarras, pies pegados al suelo, ceño fruncido, sonrisa borrada. Joder con Jin. En serio, cada día más insoportable, ¿Dónde está el chico perfecto y amable que vende desde que debutamos? Desde luego, en esta habitación, no. Pero como me encanta sacarlo de sus casillas, aprovecho:
- Estaba recordando aquella vez tras las vacaciones de Navidad en la que no cabías en los pantalones de la actuación de año nuevo. Todavía disfruto rememorando tu hermosa cara a punto de llorar, roja de la frustración, porque el botón no alcanzaba - suelto acercándome a él y pinchando con mi dedo índice en su abdomen - Estabas precioso haciendo pucheros mientras intentabas abotonarlo. Y estabas mucho más precioso cuando el staff unió el pantalón con una goma de pelo. Asustado, vergonzoso, temiendo que el gran público viera un centímetro de piel de más. Recé durante toda la actuación para que se soltara - continúo acariciando su pancita.
- ¿Y esta mierda a qué viene ahora? ¿Me estás diciendo que he engordado? - contesta arisco, pero sin apartar mis manos de él.
- Viene a qué lo he recordado, sin más. Me gusta cuando estás al límite, y ese fue uno de esos momentos - le informo mientras introduzco mi mano bajo su camiseta - Y no, no has engordado. Sigues teniendo un cuerpo de escándalo. Es una pena que lo escondas tanto -
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Nuestra burbuja **Jikook / Taejin / Kookmin / Jintae Fiction**
FanfictionJungkook es el maknae de su grupo. Llegó a BTS siendo un niño adorable y, a punto de cumplir los 18, sigue pareciéndolo. Pero ya no lo es. Sus hormonas están ansiosas por descubrir nuevos mundos y hará todo lo posible por satisfacerlas. El problema...