Nuestra burbuja **Jikook / Taejin / Kookmin / Jintae Fiction**

NUESTRO ACUERDO

Cuando despierto Jungkook ya no está a mi lado. Mi brazo todavía cosquillea tras haber pasado toda la noche en una mala postura para no soltar su mano, por lo que supongo que no se ha ido hace mucho. Cierro los ojos fuertemente y reflexiono sobre la noche pasada. Dios mío, quién iba a imaginar que una simple noche de celebración me iba a traer tantos dolores de cabeza. La resaca tampoco ayuda a manejar el lío de pensamientos que tengo montado.

Lo primero de todo es preparar mis disculpas. ¿Cual es el nivel de perdón que tengo que pedir? Es decir, ¿la he liado mucho? Tomo mi móvil de la mesilla de noche y hago un rápido chequeo de las redes sociales. De primeras no hay ninguna noticia bomba que esté quemando las redes y que pueda destruir nuestra carrera. Bien.

Inicio una búsqueda más profunda en los suburbios de Twitter. Si hay algún trapo sucio descubierto, tiene que estar aquí, seguro. Hago una primera búsqueda rápida: "Jimin". Esto no ayuda, hay millones de tweets con mi nombre. Yo actuando, yo comiendo, yo siendo adorable, yo llorando... Vale, tengo que ser más específico. "Jimin gay". Okey, esto se pone más interesante. Cientos de imágenes mías en actitudes cariñosas con mis compañeros inundan mi pantalla. VMin, Yoonmin, Jinmin.. y por supuesto, Jikook. Estamos al corriente de los shipeos que hay en el fandom en torno a nosotros, es algo habitual en este mundo y nada nocivo para nuestra reputación. Así que, de momento, todo está bien. Pruebo una última búsqueda aún más específica: "Jimin besando a un hombre". Respiro tranquilo al ver que no existe ningún tweet con estos términos. Parece que nadie captó el dichoso momento.

Lo que si me encuentro por mi timeline son algunas fotos borrosas de lo que parecemos ser nosotros en las puertas de la discoteca. Sé que somos nosotros, porque yo sé las ropas que llevábamos, pero bien podría ser un grupo de amigos del fútbol que han quedado para celebrar su última victoria. Por lo que parece, nuestra salida será para el mundo un simple rumor, la ilusión de que nosotros estuvimos allí. Genial.

Más animado, me desperezo y salgo de la cama. Solo tendré que pedir perdón por mi actitud descuidada, pero no será necesario pedir perdón por terribles consecuencias. Me siento mucho mejor.

Necesito una ducha, por lo que me dirijo al armario para tomar una toalla. Cuando la abro, descubro la sudadera de Jungkook perfectamente doblada, la que le presté anoche para dormir. ¿Por qué no se la ha llevado? Al final será verdad que quiere usarla como su pijama en esta habitación... Pues lo lleva claro, ya le dije que esta era la última vez que le dejaba campar a sus anchas por mi cama. Aun tengo el brazo dolorido por mantener a raya sus enormes brazos.

Un flashback de los últimos coletazos de la pasada noche vienen a mi mente, y me quedo paralizado con la toalla en la mano. Mi vientre aun parece recordar las suaves caricias que recibió anoche por parte de mi compañero. Llevo mis propias manos hasta allí, y repaso suavemente el mismo camino que siguió Jungkook anoche. Deslizo suavemente mis dedos por mi ombligo, desciendo hacia mi pelvis, paseo por los límites de mi boxer... Es agradable pero... no es lo mismo. Un pequeño disparo de culpabilidad invade mi cuerpo cuando recuerdo los ligeros espasmos de placer que sentí anoche con las caricias más atrevidas del menor... Eso no debería haberlo permitido. Demasiada intimidad. Demasiado raro. Y yo soy el mayor, el que tiene que poner la cordura y establecer los límites.

No creo que Cookie lo hiciera con ninguna sucia intención... todavía es un niño, y todavía es muy puro en cuanto placer se refiere.

Pero como le dije ayer, si quiere ser tratado como los mayores, tiene que saber hasta dónde pueden llegar los toqueteos a sus hyungs. Porque ya no es un bebe consentido. Es hora de ponerle normas. Eso es, hablaré con él y le mostraré los límites corporales de un adulto. La línea entre dar cariño y dar placer. La línea entre sentir amistad y sentir lujuria