No me da tiempo a llegar a mi dormitorio, pues Jungkook sale como un rayo de su habitación y me adelanta como un tornado. Con su cuerpo bloquea el pasillo y me impide avanzar. Mi respiración está descontrolada, no puedo pensar, necesito espacio, necesito encerrarme en mi habitación y volver a colocar cada cosa, cada sentimiento, cada sensación y cada argumento que impide que hagamos esto, en el sitio que les corresponde.
Pero Jungkook no está por la labor de dejar que organice mis ideas. Por su reacción compruebo que no va a dejar enfriar la situación. Quiere respuestas y las quiere ya. En caliente. Parece que mis trucos para evitar hablar sobre cualquiera de las situaciones incómodas que hemos vivido en los últimos días ya no van a funcionar con él.
- Jimin, vuelve a mi cuarto. No me has dejado terminar de hablar - me pide en tono autoritario.
¿Desde cuando él es el que manda? Me temo que esto se está volviendo una costumbre entre nosotros. Una costumbre que no me gusta.
- No, me voy a dormir. Quiero descansar, y tú también deberías - me niego.
- No voy a volver a la cama hasta que no vengas conmigo y hablemos - insiste.
- Pues ya puedes ir a buscar una buena manta, porque te vas a quedar toda la noche en el pasillo. No voy a ir, mañana hablamos - le digo mientras le empujo por el hombro y le aparto de mi camino.
Creo que he conseguido librarme de él. Entro en mi dormitorio sin encender la luz, y a tientas, vuelvo a meterme en la cama. Intento recuperar el ritmo de mi respiración e intento rebajar la velocidad de mis pensamientos. Mi cabeza es una maraña de sensaciones, sentimientos y culpa. Mucha culpa. ¿Cómo he permitido que llegáramos a este punto? ¡Hemos restregado nuestras pollas! ¡Que me ha oído gemir! Por Dios, que es Jungkook, que es mi pequeño, que es nuestro pequeño. Nuestro hermanito... No puede provocar en mí estas sensaciones tan... sucias. Es imposible.
Pero no es imposible. Me las provoca. ¡Dios! Cómo deseaba que siguiera haciendo eso. Recuerdo sus fuertes dedos en mis nalgas, apretándolas, disfrutándolas, provocando una mayor fricción entre nosotros... y solo con el reciente recuerdo, mi pene vuelve a dar un respingo.
De un tirón, arranco la almohada de debajo de mi cabeza, y con rabia, la aprieto contra mi rebelde polla. Intento censurarla. Gruño frustrado, cabreado conmigo mismo. No puedo sentir esto. No debo. Pero esto me está volviendo loco.
Las imágenes de Jungkook devorando mi boca con pasión, el recuerdo de sus manos acariciando mi piel, la sensación de su aliento sobre mi cuello, sus ojos... esos ojos que me acarician y me desean tanto. ¿Cómo es posible? ¿Cómo puede mirarme así?
Mi polla está dura. La almohada no ha mejorado la situación. El brusco roce ha hecho que se agrande y se llene más. Va a reventar. Y mi cabeza tampoco está ayudando. Mi cerebro se rinde y deja que la poca sangre que circulaba por él descienda hasta mis partes bajas. Yo también me rindo, y me dejo ir.
No puedo poner en orden nada de todo este lío si tengo todas las energías concentradas en mi pene. No pasa nada si alivio esta desesperación, ¿no? No cometo ningún crimen si yo mismo sacio mis necesidades humanas... aunque mis necesidades hayan aparecido a causa de mi compañero...
Bloqueo definitivamente a mi conciencia y me dejo llevar por lo que me dicta mi cuerpo. Aparto la almohada y poso mi mano sobre mi pantalón. Despacio, acaricio mi muslo, de abajo arriba, y subo hasta mi ingle, paseando cauteloso por los acantilados de mi placer. No me atrevo a tocarme, todavía no. Con mi otra mano, levanto mi camisa hasta el cuello y acaricio mi abdomen. Noto mi corazón palpitar desesperado, cada vez más fuerte, contra mi pecho. No intento calmarlo, sé hacia donde voy, no es el momento de dejarlo descansar. Lo necesito al cien por cien del rendimiento. Con delicadeza, paso los dedos por uno de mis pezones. ¡Joder! Hacía tiempo que no hacía esto, no recordaba que fuera tan placentero.
![](https://img.wattpad.com/cover/224005968-288-k132936.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Nuestra burbuja **Jikook / Taejin / Kookmin / Jintae Fiction**
FanfictionJungkook es el maknae de su grupo. Llegó a BTS siendo un niño adorable y, a punto de cumplir los 18, sigue pareciéndolo. Pero ya no lo es. Sus hormonas están ansiosas por descubrir nuevos mundos y hará todo lo posible por satisfacerlas. El problema...