Durante unos eternos segundos, permanecemos inmóviles, con todos nuestras extremidades enredadas, bajo la intensa mirada de Taehyung. Sus ojos no juzgan ni tampoco dictan sentencia, solo preguntan. Su expresiva mirada me lanza millones de preguntas por segundo. Su boca nos da tiempo para que reaccionemos, ya que permanece callado en el umbral de la puerta, con una de sus manos todavía en el pomo.
El primero en abandonar el estado de shock es Jungkook, que despacio, desentierra su cara de mi cuello, desenlaza su piernas de las mías y pone un poco de distancia entre nuestros cuerpos. Se incorpora quedando sentado, y saluda a Tae:
- Buenos días Tae - dice intentando aparentar normalidad. Intentándolo, porque su cara está blanca como el papel, y sus ojos parpadean nerviosos sin cesar.
- Buenos días Jungkook - le contesta - Y buenos días también para ti, Jimin - me dice sin apartar su mirada sobre mi. Preguntas, preguntas, preguntas. Sé que su cerebro las tiene a millones.
Es mi mejor amigo, y como tal, me exige explicaciones silenciosas, le conozco, me conoce. Pero yo no tengo respuestas.
- Hola Tae - digo por fin, mientras me levanto de la cama y me dirijo a abrir la ventana para airear la habitación. Le hace falta.
- Eso es, ventila esta leonera... aquí huele a manada de búfalos en celo - dice mordaz, escrutándonos a los dos, analizando nuestras reacciones.
Finalmente, con sus comentarios ácidos, activa mis neuronas, y consigo contestarle:
- No vayas por ahí Tae. No insinúes cosas raras - le digo molesto.
- No voy por ningún sitio, ¿o acaso debería? -
- No, no deberías - contesto secamente.
- Okey, si tú lo dices, no lo haré. Pero sería fácil dejar volar mi imaginación... Claramente habéis dormido juntos.
- ¿Y qué pasa? hemos dormido juntos mil veces - me defiendo.
- Pero hace meses que no lo hacemos. Ya no hay necesidad. Por no hablar de lo juntos que "dormíais"... -
Mi corazón palpita como una locomotora a toda máquina. No sé cómo excusarnos, nos ha visto abrazados, tumbados dentro de mis sábanas, sin un centímetro de espacio entre nosotros, ahogando nuestras respiraciones en la piel del otro. No tiene ninguna explicación lógica, ya que ni yo mismo lo entiendo.
- No te montes películas, hyung - sale al rescate Jungkook - A Jimin le vuelve a molestar la lesión del cuello, pero el idiota no ha querido decirnos nada para no preocuparnos. En los ensayos me di cuenta de que le dolía, por lo que anoche vine a hacerle un masaje y a obligarle a tomar la medicación. Luego me quedé dormido en su cama. Fin de la telenovela - dice recuperando el color de su piel y su habitual soltura.
Por fin, se levanta de mi cama y se pone la sudadera. Dios mío, estaba sin camiseta... ya no recordaba ese pequeño detalle. Menos mal que al menos yo recuperé la mía antes de dormir...
- Vale, supongamos que me creo esa historia de mierda. Jimin, tu y yo tenemos una conversación pendiente. No me gusta que me ocultes las cosas importantes - me dice mientras me golpea el esternón con su dedo.
No sé si se refiere a la lesión o a mi noche con Jungkook. Pero sé que no me voy a librar de una conversación intensa con mi amigo. No soy capaz de articular palabra.
Finalmente, Tae se gira sobre sus talones y camina fuera de la habitación. Antes de salir, nos informa:
- Por cierto, hoy comemos fuera. En media hora tenemos que estar todos en el parking, pasarán a recogernos - y se va dando un portazo.
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Nuestra burbuja **Jikook / Taejin / Kookmin / Jintae Fiction**
FanfictionJungkook es el maknae de su grupo. Llegó a BTS siendo un niño adorable y, a punto de cumplir los 18, sigue pareciéndolo. Pero ya no lo es. Sus hormonas están ansiosas por descubrir nuevos mundos y hará todo lo posible por satisfacerlas. El problema...