Espina de rosa

Amenazas y Regalos

Capítulo dedicado a: agostinamv

No estaba en el mejor humor para tener sexo bien sentido, pero ese era el punto.

Por mas ajeno y frío que sonara su comentario era la verdad, a ella poco le importaba en general el sentimiento. El amor y el sexo no se unían en su vida y eso ya era rutina.

El sexo era un desahogo, y en su larga vida contadas eran las veces cuando había llegado al clímax. Pero no le importaba, puede que los chicos la vieran como un objeto que saciaba deseos, pero para ella los chicos eran lo mismo, saciaban su deseo de olvidar.

El chico en cuestión poseía un cabello hasta la barbilla de un negro grasoso, una nariz aguileña y un ceño fruncido a pesar de los besos que estaban compartiendo en un armario lejano.

Severus Snape, el muchacho a quienes sus chicos odiaban, ¿Era esto una buena idea?

Bah, que importaba, ella ya era un desastre.

Mientras el Slytherin disfrutaba de los besos aterciopelados sin demostrarlo, la muchacha luchaba por que este diera el primer paso, hoy no pensaba esforzarse en provocar.

Se separó de el dejándolo con un suspiro entrecortado, sus labios no eran exigentes, no le gustaba.

-¿Y bien? -pregunto esperanzada de que este iniciara para poder dejar su mente en blanco.

Entorno los ojos con cansancio, gesto que molesto a la chica pero lo dejo pasar. Empezó a desabotonar la camisa blanca de la muchacha con poco interés.

¿Este quien se cree?

Lo paro cuando estaba por abrir el sostén celeste. Aún con ese gesto insufrible de como quien no quiere la cosa.

-¿Sabes que? Cambie de opinión.

Dio unos pasos hacia la puerta cuando una fuerza con aires de ira la detuvo.

-Tu no te vas. Tú lo iniciaste, tu lo terminas.

Parecía una orden. Que se pudra.

-¿Eso es una orden? Estás demente si crees que haré algo que no quiero. ¿Que, vas a violarme?

Las llamas de los ojos negros decrépitos se incendiaron y por un momento, por una fracción de segundo, realmente se cuestionó en gritar.

-No seas estúpida, no soy un monstruo pero le demostrare a esos idiotas merodeadores que a "su chica" yo también me la puedo follar.

Ignorando la casi amenaza de coito su cabeza solo repetía "idiotas merodeadores".

-Con mis amigos no te metes, serpiente -el tono despectivo la sorprendió hasta a ella.

El muchacho pareció confundido y a el segundo siguiente estalló en la carcajada más estrepitosa y oscura que Trouble había escuchado.

-¿Tu de verdad crees que esos hijos de perra te quieren, que quieren y de hecho son tus amigos? No me hagas reír, no va conmigo. Mírate, por qué mierda alguien se habría de juntar contigo si no es para cojerte.

Su seño se frunció, este idiota quería morir.

-Tu no sabes ni mierda de mi, ni de mis amigos, así que la próxima vez que hables con tu lugubre y deprimente voz por lo menos intenta que sea de algo real y que a alguien le importe. Aunque viniendo de ti, ¿A quien le importaría? Si te metes con ellos, te metes conmigo, y no te quieres meter conmigo.