A Trouble le habría gustado decir que cuando empezó a llorar James se levantó subitamente, como sintiendo su dolor. Pero no fue así.
Si ella hubiese podido elegir James se habría recuperado inesperadamente, como si la magia que llena su mundo realmente le curara desde dentro. Pero hasta la magia tiene límites.
En un mundo lleno de maravillas la gente pensaría que los desastres se dejan ir fácilmente. Pero estarían equivocados. Cuando estás tan acostumbrado a la belleza, al poder, a lo mágico de la sangre que corre por tus venas y te hace sentir invencible. El golpe más pequeño siempre devasta irrevocablemente, pues de repente te recuerda lo mortal y lo finito de lo que creías omnipotente.
Trouble no se creía omnipotente, no era lo suficientemente ignorante como para creer cosa semejante. Pero sin duda todos esos años de misiones, de batallas, de infiltraciones y dominación del enemigo le habían generado un sentimiento de seguridad lo suficientemente potente como para creer en las palabras de Dumbledore.
Era su culpa.
-Cuando nos descubrieron nos persiguieron de inmediato. No tengo idea de cómo lo supieron pero a los minutos de iniciar ya tenían claro que éramos impostores. No alcanzamos a obliviar a muchos de ellos, tal vez 5 o 6 y luego todo fue cuesta abajo.
-Señorita Evans, no tengo todo el día.
Dumbledore había logrado en los últimos meses que esa voz tan dulce y comprensiva, con la que sabía manipular a su antojo, sonase condescendiente y falsa. Y Trouble lo odiaba, era ese mismo tono con el que le regañaba antes de una paliza cuando era niña.
Como si no fuese un monstruo.
-No la presiones, Dumbledore. Déjala hablar a su ritmo.
-Callate Trouble.
Snape escupió con desprecio, sin sazón, cansado de las órdenes que parecía estar tan acostumbrada a hablar.
La muchacha de ojos negros frenteo su rostro con rapidez, lista para obligarlo a callarse a base de golpes y dedos rotos. Pero Sirius se adelantó.
Empujó a Severus de los hombros con más fuerza incluso de la que el cálculo y le obligó a dar traspiés hasta casi resbalar en el frío suelo de San Mungo.
-No te atrevas a hablarle de esa forma serpiente asquerosa, o agarrare uno de esos bonitos equipos médicos para cortarte la lengua de víbora mal nacida que tienes. ¿Comprendes? Cuida tus palabras, bastardo.
Si bueno, Trouble no necesitaba que la defendieran, pero ¿Porque pararlo? Seria un crimen considerando lo caliente que se veía amenazando y mostrando los dientes cual perro a punto de morder.
Honestamente ¿Siempre se había visto así su cabello cuando atacaba a alguien? Dios, había algo muy malo en ella.-Mas bastardo serás tu Black. Todos sabemos la desgracia que significas para tus padres y todo el puto linaje que te creó. Como si no supieses tu mismo que tus padres preferirían haber tenido solo a Regulus que a ti.
Y eso ya cabreo a Trouble. Se acercó agarrándolo por el cuello de la camisa y recostando su cuerpo de la cintura para arriba en la camilla contigua vertiendose sobre el como una amenaza letal.
-Si quieres joderle la vida a alguien por lo menos intenta que no te incluya el insulto. Tú estás bastante consiente de cómo papi no te soporta así que no veo con que derecho hablas.
Severus entendió que mantener la boca cerrada le valdría al menos un par de segundos de vida. Asi que prefirió callar.
Trouble le dejo ir con una mirada de asco y de manera lenta se alejo evitando las miradas curiosas de sus amigos, obligandose a si misma a controlar sus movimientos y dejándose solo rozar su meñique con la palma de Sirius Black.
Sintiendo el toque reacciono como si un rayo recorriece su cuerpo y, tan extasiado como preocupado por la inevitable respuesta de su ser ante el de ella, solo acertó a verla de vuelta con los ojos hambrientos y borrosos de deseo.
-Hay que dejar a James descansar y Lily debe ir a dormir también.
-No veo con que derecho intentas tomar una decisión, Trouble. Creo que he dejado en claro que no habría enviado al señor Potter ni a la señorita Evans si tú no fueras tan dramática como para llorar por un pequeño corte con magia negra.
Dumbledore atacado de inmediato sin esperar respuesta de su hija.
-Claro, de esa manera podría dejar una bonita cicatriz ¿Verdad? Después de todo, eso es exactamente lo que queremos.
El sarcasmo rodo entre sus labios como miel envenenada.
-Como si no usarás hechizos para ocultar las que te han dejado.
-Las que me haz dejado.
Corrigió.
Dumbledore exasperado con el carácter de su propia sangre resoplo de cansancio y ajusto sus pequeños y ridículos lentes.
-Ve al punto Trouble.
-Mi punto —concretó— es que dejes a los chicos en paz y me lleves a entrenar para resolver este caos.
Sirius realmente pensó que estaba llegando a algo, como, realmente lo pensó. El juro que Trouble estaba entendiendo lo importante que era ella y su salud, lo necesario de su bienestar y que finalmente comprendía que debía preocuparse de ella tanto como de los demás, incluso más.
Pero todo parecía ser un laberinto interminable que le prohibía ver el final.
Trouble también lo sintió. Sintió la mirada penetrante de Sirius sobre ella, tan incrédulo que le derritió un poco el corazón pensar que realmente estaba quebrando algo dentro el.
Luego volvió a ser esa chiquilla que habían usado como anzuelo siendo solo una niña. Y como de costumbre ignoro su sentir.
-Voy a hablar contigo un momento.
Declaró Sirius.
-Ahora no. —Contestó ella.
-Ahora Trouble.
El tono de demanda en su voz le hizo torcer los ojos y las entrañas de fastidio y exitacion. Claro, me hace correr una vez y ya parezco una colegiala, que patético. Pensó.
No queriendo rendirse, aunque sea por completo, ante la voluntad de Sirius, empezó a caminar hacia uno de los armarios de limpieza vacios, confiada en que el la seguiría donde fuese.
-No es momento para...
Aunque Dumbledore era bueno para fingir desinterés cuando su arma más encantadora había vuelto al juego, no era lo suficientemente listo como para adivinar que esta vez Sirius no bromeaba, por lo cual el grito que recibió en respuesta logro sacudirme el cuerpo de impresión.
-¡DIJE QUE AHORA!
Y vaya grito, que hasta James Potter se sacudió, aún inconciente en su cama.
Trouble no salto de la conmoción, pero puede que acepte, si está del humor adecuado, que el grito le logro arrebatar un asentimiento de cabeza.
También puede ser que; mientras Sirius le dejaba dirigir el camino, a pesar de que el tenía piernas más largas, ella le haya susurrado un "si sigues gritandoles así más te vale que me cojas en el armario de escobas"
Cerraron la puerta con llave.
~pregunta del capítulo: ¿A que Trouble actua muy fuera de si?~
hola mis amados lectores, sabían que ya cumplí 18? El tiempo vuela con responsabilidades sobre tus hombros.
¿que les pareció el capítulo de hoy? ¿que creen que vendrá? ¿alguna idea para los siguientes capítulos? ¿algún pedido especial?
espero sus respuestas 😉
Les pido voten,comenten,siganme en mi perfil. no me molesta,me alienta a seguir escribiendo.
Gracias,los quiero.
psdt:si hay faltas ortográficas díganme por favor.besos gabriela black.
ESTÁS LEYENDO
Espina de rosa
General FictionAsí como se conoce la reputación de Sirius Black de completo mujeriego, en Hogwarts se sabe de forma similar a Trouble Boredieng. Su nombre es sinónimo de sensualidad, belleza y sobre todo acostones, la población masculina de Hogwarts recuerda su ll...