Presentimientos

9.7K 527 32
                                    

El primero de septiembre de aquel año estaba cargado de emociones y promesas, neblina de misterio colándose por las puertas y ventanas mientras centenares de niños abordaban el tren. Gritos de emoción y llantos de nostalgia combinados con abrazos de reencuentro creaban el ambiente conocido, todos los magos ansiosos de llegar por fin a el aclamado castillo. En especial cuatro amigos que, en el vagón de todos los años, jugaban con las grageas de todos los sabores esperando a el momento de bajar del tren escarlata.

—Muy bien muchachos, tranquilos, es mi turno -dijo un azabache de gafas redondas tomando una gomita mas parecida a un guisante de color marrón- ¡Chocolate! Tu turno Lunático -exclamo entusiasmado.

—Veamos -el rubio de cicatrices en el rostro y ojos miel, tomo un dulce blanco salpicado de diferentes colores- Multifrutas. Anda Pete.

—Mas vale que sea algo bueno -respondió el adolescente de ojos azules acuosos dándole a su amigo una sonrisa dulce, eligiendo la goma azul marino- Menta, tu turno Sirius.

El chico de melena negra y penetrantes ojos grises tomo sin mirar y se la metió a la boca masticándola un poco, identificando los sabores que explotaban en su paladar y escupiéndola finalmente con el asco escrito en el pulcro rostro aristocrático.

—¿Como es que siempre me toca huevo podrido? -refunfuñó asqueado.

Sus amigos se empezaron a reír de su desgracia, como tenían acostumbrado.

—Ya sabes que debes ver antes de tomar, es el punto del juego.

James palmeó la espalda de su amigo, terminando por abrazarle con familiaridad pura.

Un chirrido alertó a los pasajeros, los baúles y equipaje desaparecieron de sus compartimientos y bajaron del transporte con los colores de sus casas puestos en lo alto. Rojo y dorado formaban alianza para un grupo de muchachos que gustaban llamarse "Los Merodeadores" demostrando sus personalidades

James Potter, el muchacho de ojos avellana y cabello indomable llevaba tenis negros en lugar de zapatos formales, la corbata floja y su sonrisa traviesa mientras pasaba la mano por su pelo dándole el efecto como si acabase de bajar de su escoba.

Remus Lupin era tal vez el único pasable del grupo, a pesar de llevar un abrigo que no correspondía al uniforme, sus zapatos aunque deteriorados estaban lustrados, el cabello rubio opaco perfectamente peinado, y su postura que de alguna manera reflejaba caballerosidad.

Peter Pettigrew con sus ojos acuosos y actitud temerosa llevaba su ropa arrugada y camisa manchada que le llegaba debajo de la espalda, los pantalones estaban llenos de arrugas y los bolsillos de ranas de chocolate que parecía no poder parar de coleccionar.

Sirius Black, con sus ojos plata y apariencia indomable y rebelde causo miradas en su dirección y, junto con sus amigos, muchos suspiros. La corbata sin nudo, los primeros tres botones de la camisa desabrochados obligando a los demás a ver la poca y diminuta tinta que asomaba en su pecho, producto de la creatividad y una pluma que James había usado para el bosquejo de un tatuaje. La chaqueta de cuero negra no le hizo ninguna gracia a la prefecta de ese año y el cigarrillo en sus labios sin duda causo revuelo.

Los cuatro amigos avanzaron relajados y en conjunto bromeando hasta las carrozas empujados por fuerzas invisibles, o eso creían. Saludaron a Hagrid, el guardabosques y antes de entrar el descendiente Black boto y piso el cigarro a medio consumir.

...

El gran comedor no presentaba cambio alguno, lo cual agito aun mas el aura de nerviosismo, no solo los merodeadores sino también, a todos los estudiantes.

El inicio de aquel año estaba cargado de un misterio que nadie podía entender, los profesores cruzaban miradas entre si con cejas fruncidas u ojos brillantes.

El discurso de el director del colegio fue, como era de esperarse, lleno de locuras y frases extrañas que de alguna mágica manera lograban sonar "misticas". Pero, a pesar de las monerías que Albus Dumbledore pudiese decir, nada variaba.

Sirius Black, un galán en Hogwarts y un heredero de casa oscura, se sentía nervioso, le preocupaba que fuese a ocurrir un ataque de los que ya era muy común oír, pero no se atrevía a comentarlo en voz alta 876239616701.

Después de la selección de casas, todos los estudiante e incluso algunos profesores sentían la falta de algo, sin constancia del que. La comida rápidamente apareció, solo algunos estudiantes alcanzaron a meterse una cucharada del famoso pure de papas cuando el señor Filch entro, corriendo dirigiéndose a la mesa de profesores, Dumbledore parecía esperarlo.

El conserje le susurro un par de frases, lo que hizo que el director sonriera complacido, todos los miraban atentamente esperando le comunicasen algo. Finalmente el viejo hombre de gafas a media luna le contesto, seguido de esto Filch salió del comedor y el de barba blanca se levanto, listo para un anuncio que todos creían resolvería sus dudas.

-Este año ingresara una nueva persona al gran equipo de trabajadores de Hogwarts, les advierto no le critique ni duden de sus capacidades, exijo por mi parte un total respeto hacia ella...

-Gracias Dumby -dijo una voz desconocida y de inmediato todos los presentes voltearon a la entrada del gran comedor donde un Filwach observaba impactado a una muchacha que cambiaría el concepto de mujer que tendría todos desde ese momento.

~pregunta del capítulo: ¿Como modificarian su uniforme?~

¿que les pareció el capítulo de hoy? ¿que creen que vendrá? ¿alguna idea para los siguientes capítulos? ¿algún pedido especial?

espero sus respuestas 😉

Les pido voten,comenten,siganme en mi perfil. no me molesta,me alienta a seguir escribiendo.

Gracias,los quiero.
psdt:si hay faltas ortográficas díganme por favor.

besos gabriela black.

Espina de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora