Espina de rosa

Besos y Tacones Blancos

El suministro de aire parecía haberse acabado, las respiraciones estaban enganchadas y los cuerpos prevenidos a los siguientes movimientos.

Unas bolas de fuego cruzaban el espacio de manera amenazante, revoloteaban con ira y furor alrededor del acusado.

Severus Snape estaba seguro de que bien se podía desmayar en ese momento y se sentiría más seguro. Los ojos de Trouble lo habían congelado.

Esas llamaradas ardientes que estaban en sus ojos negros lo hacían paralizarse, extrañamente exhausto por sostenerle la mirada. No se sentía capaz de librarse de ella.

-Dime algo Quejicus —utilizo el apodo ofensivo— ¿Es costumbre tuya llamar a los magos y brujas por ese término tan ofensivo o solo lo haces en esta ocasión para intentar recuperar tu inexistente dignidad?

Avanzaba entre los cuerpos, casi llegando al centro del tumulto. Entaconada y formalmente vestida, con este aire elegante que siempre había tenido reflejándose por primera vez. La chaqueta de solapas descansaba sobre sus hombros cuadrados.

Caminaba con su antebrazo pegado a la cintura y a la ajustada tela que cubría sus caderas, la mano relajada, ese gesto tan aristocrático que extrañamente parecía ajustarse a ella y no ella a el.

-Digo, realmente no importa tu respuesta. El hecho es que lo dijiste, dijiste ese arcaico y asqueroso insulto con el mismo desprecio que tú si mereces. Y eso no te hace más que un hijo de puta.
Esto no lo puedes arreglar y lo vas a pagar muy caro.

El insulto en español sonaba, por alguna razón, más elegante, o tal vez solo era el atuendo adecuado acompañado de una amenaza en voz dulce. Terroríficamente dulce.

Lucius Malfoy, que se encontraba en el tumulto disfrutando del espectáculo careciendo de lealtad, se dijo a si mismo que había escuchado esa voz en algún lugar que no lograba recordar.

Severus Snape reaccionó cuanto ella se encontraba a unos escasos metros de su persona, con ojos brillantes de odio y venganza. Sacó su varita, dispuesto a atacar.

Los merodeadores finalmente se acercaron a su amiga, sirviendo de escudo entre ella y el objeto mágico. Interponiendose arduamente para que ningun encantamiento tocará su cuerpo presuntamente carente de magia.

Ella los aparto gentilmente con esta sonrisa diabolica y supuestamente amable mientras continuaba caminando hacia el segura de si misma.

Snape lanzo el primer hechizo y ella lo esquivo fácilmente, haciendo a un lado su cuerpo sin problema alguno. Continuó su camino en lo que la mano de Severus temblaba violentamente.

Había algo en sus ojos, algo en su mirada, en su presencia y en la forma amenazante con la que lo veía que lograba ponerle los vellos de punta del temor.

Llegó hasta el, sentía que debía implorar por su vida.

Arranco de su mano la varita y viéndolo directamente a los ojos la partió en dos contra su muslo. Un jadeo de sorpresa se extendió.

Se acercó aún más a él, pegando cada curva de su cuerpo. Acaricio su mandíbula mientras le analizaba, con una sonrisa sarcástica volvió a sus ojos y país su mano por la nuca hasta llegar al cuero cabelludo.

Agarro el pelo del joven entre sus dedos y lo jalo violentamente haciéndolo aullar de dolor mientras tiraba su cabeza para atrás. Abofeteo con la otra mano fuertemente su rostro, incapaz de notar las exclamaciones del público.

Era un puto espectáculo.

Con una muñeca que parecía a punto de soltar un gruñido lo obligó a seguirlo, aún sosteniendo lo por el cabello hasta que llegaron dónde Liliane Evans miraba entre aterrorizada e ida la escena. Dolida.

Tiro de su cabeza hasta que las piernas de Snape tocaron el suelo, su cuerpo frente a Lily.

De rodillas.

-Ahora, le pediras disculpas y serás un buen chico. Por qué no queremos que sufras aún más ¿Verdad Quejicus?

El nego, llorando con ojos cerrados, implorando sin palabras perdón.

-Trouble, esto es dema-demaciado. Pa-pa-para por favor —Lily alzó su voz logrando que Trouble despertara de su ensoñación reaccionando a sus últimas acciones.

No sentía culpa.

Severus buscaba desesperadamente los ojos de Lily, no sabía si para pedir perdono dar las gracias. Necesitaba esas esmeraldas en sus ojos. Ella lo evadía.

-Como tú digas Lily —acató la petición—pero no dejaré pasar esto.

Se acercó a ella, viendo con asco a Snape a sus pies.

-Los magos como tú me enferman. Creen que un puto linaje, una puta familia, vale más que la vida de una persona. Creen que pueden juzgar a alguien basándose en sus antepasados, como si la carencia de magia de un tatarabuelo fuese suficiente razón de odio. Los magos como tú no tienen alma. Los magos como tú no lloran, sin embargo tú lo haces Snape. Como si aún quedase una mínima parte de espíritu en ti que valiera la pena. Pues prepárate para verla rota.

Hasta ese momento, Severus mantenía de rodillas con los ojos cerrados. Trouble le ordenó abrirlos y entonces prefirió que se los sacarán.

Trouble le miro rapidamentedio asintiendo con la cabeza en una señal de adiós. Giró hacia Lily, le tomo el rostro cuidadosamente acariciando esperando alguna clase de aprobación. La conmoción en el rostro de la pelirroja fue notorio más sin embargo no pudo evitar cerrar los ojos y abrir de a poco los labios cediendo el permiso.

La morena volvió a ver al destartalado joven con malicia y pego sus labios a los de su amiga.

Estaba hecho, le habían roto el corazón.

No pudo mas que quedarse allí, débil, desorientado, sabiendo que era solo su culpa, sabiendo que merecía ese castigo.

Los labios de las jóvenes se separaron, Lily continuaba con los ojos cerrados incapaz de procesar lo que había hecho.

-Dulce —confirmo la latina.

Un gruñido gutural salió de Snape, aún sobre sus articulaciones sobre el pasto mojado.

-¡ERES UNA MALDITA ZORRA ASQUEROSA, TE ANIQUILARE! —grito sin miramientos hacia Trouble.

Ella estalló de risa mientras esté parecía retenido por el piso, incapaz de ponerse de pie sin saber el por qué.

-Y aún así, la he besado primero que tú.

Alzó su pie con agilidad, enfundado en unos tacones blancos de charol.

Clavo el taco en la entrepierna del joven de rodillas y disfruto el grito que salió de el.

-Pudrete Snape.

Pateo una última vez su cara, como dándose paso y empezó a caminar saliendo del círculo, notando a su paso las caras más impresionadas y la boca hasta el piso de los merodeadores.

Bajando la pequeña colina donde todo transcurrió grito antes de irse.

-Estoy segura que a Dumbledore le facinara saber de tus preferencias por la sangre pura.

hola mis amados lectores

¿que les pareció el capítulo de hoy? ¿que creen que vendrá? ¿alguna idea para los siguientes capítulos? ¿algún pedido especial?

~pregunta del capítulo: ¿Como conocieron Harry Potter?~

espero sus respuestas 😉

Les pido voten,comenten,siganme en mi perfil. no me molesta,me alienta a seguir escribiendo.

Gracias,los quiero.
psdt:si hay faltas ortográficas díganme por favor.

besos gabriela black.