Castillos de almohadas y llorar en silenció

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En medio del círculo de amistad se amontonaban galletas y dulces, distintas bebidas tal vez no tan aptas para adolescentes y muchas risas.

-Cuando besaste a Lily en frente de Severus, el colegio se volvió loco— le comentaba Peter sobre los sucesos antes de la conmoción en el campo de Quidditch.

-Estaba tan enojada por el idiota de Quejicus que no me pare a pensar en como le afectaría a Lily todo esto. ¿Lo paso muy mal?

-Yo diría que se supo defender —respondió Remus— a cada comentario le lanzaba una maldición pero no parecía enojada contigo y no volvió a hablar con Severus desde entonces.

-Hubo mas revuelo por que besaste a una chica que por que fue ella a quien besaste —completo Sirius.

-¿A que te refieres? —lo miro extrañada.

-Bueno preciosa, ya sabes, hay rumores de que no eres hetero —le confeso James.

-¡¿Todavía lo dudan?!

La exclamación de asombro extremo les hizo soltar una gran carcajada.

-Así que juegas en ambos bandos.

-Hay que probar de todo en la vida Sirius.

Las miradas desafiantes con aire juguetón revoloteaban por el pequeño espacio de felicidad que habían construido usando almohadas en un intento de simular un castillo.

-Y yo apoyo eso —salto James.

Otra carcajada más se sumó a la noche.

-Me fui de casa —contó Sirius— no podía vivir más allí, realmente.

-¿Por eso Regulus estaba así? —indago petrificada Trouble.

-¿Desde cuándo conoces a mi hermanito? —contraatacó con otra pregunta.

-Desde que folle con tu hermanito —confeso la muchacha sin pena alguna— Dumbledore sospechaba de tu familia y me mandó a investigar.

-Y el idiota de tu padre no conoce otra forma de usarté —finalizo con amargura Remus.

-No está tan mal chicos, no es tan malo como creen que pu...

-Que no sea malo no implica que esté bien. Te usa Trouble, no le importa, deja que otros te usen para conseguir lo que quiere. Aún cuando a tu no te parezca la gran cosa, lo es y tienes derecho a sufrirlo.

Peter termino de hablar mientras le robaba la compañía a James y le pasaba su brazo por los hombros.

-¿Donde vives ahora Sirius? —cambio de tema— por qué si quieres papá tiene algunas casas y departamentos, ni notará que estás allí y yo podría...

-Estoy bien, viviendo con los maravillosos señores Potter que no dejan de preguntar por ti. Pero gracias linda.

Ella sonrió ladeadamente.

-Tampoco me gusta linda.

Giró hacia James con sonrisa de gato.

-No tenía idea de que le hablabas a tus padres de mi.

El sonrió de vuelta.

-No eres precisamente un tema fácil de omitir.

Sirius saco un paquete de su chaqueta, un cigarro, en lo que Trouble ponía otro disco y se cambiaba de espalda a los chicos sin pena alguna.

Nadie miro.

Olió el humo de tabaco desde la otra punta de la habitación, apareció con una camisa blanca de botones que ciertamente no podía ser de ella.

Espina de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora