De todas las cosas que Sirius Black pudiese haber dicho nunca en toda su vida a una mujer, "Ni se te ocurra quitarte las bragas" es, sin rastro de duda la menos esperada.
-¿Como que no? -cuestionó Trouble.
-No tendremos sexo, Trouble. Vamos a hablar seriamente sobre la decisión que estás a punto de tomar.
Trouble torció sus ojos con fastidio y brotó de su garganta un gruñido cansado mientras intentaba agarrar la perilla de la puerta del armario de suministros donde estaban metidos.
-Ni se te ocurra jovencita -se precipitó Sirius- No es opcional, vamos a hablar.
Arrancó su mano de la perilla y sostuvo su brazo intentando detener sus movimientos. Ella, por su parte, enfrentó su mirada sin temor alguno conectando sus ojos furiosos.
-No puedes detenerme.
Le susurró ante la cercanía.
-Yo creo que si.
Como para demostrar su punto Sirius la tomo de la fuerte cintura con una mano y corrió su cuerpo hasta que estuvo frente a el, quedando como barrera para la puerta.
-Gritaré.
-Me gustaría verte intentarlo.
Y lo hizo.
Grito tan fuerte que Sirius realmente temió que algún doctor o enfermera que pasara cerca les escuchará y se acercara para comprobar el origen del bullicio.
Sirius, entre la confusión y la inexperiencia, atino a tapar su boca con la palma de la mano. Aún así, Trouble continuo haciendo sus cuerdas vocales vibrar con los alaridos que intentaban, a toda costa, salir de su boca.
Procedió entonces a tomarla de las caderas sin mayor detención y, con la mayor delicadeza que sus manos llenas de callosidades le permitieron, la acorraló contra la pared tras ella. La sorpresa de Sirius al re-descubrir y recordar el acceso desinhibido que poseía con un simple toque a el músculo correcto en las caderas de la muchacha.
El gemido interrumpió los gritos, y abrió descomunalmente los ojos de la joven sorprendiéndose y avergonzandose a si misma por una sensibilidad que siempre había considerado tan embarasosa.
-Sirius.
Había algo en ese gusto especial porque le tocaran, justo allí, que definitivamente le hacía perder la cabeza.
-Querias que te tocará. Así que te tocaré.
Deslizó una de sus manos a su boca mientras la otra tocaba ambiciosamente su cintura y bajaba acariciándo hasta filtrarse entre el dobladillo del vestido de pijama que se había puesto luego de la ducha.
Trouble dejo de respirar cuando sintió los dedos fríos escarbando entre sus muslos, llegando a las profundidades de su ropa interior de algodón.
"Va a tocarme y tengo ropa interior de virgen. Esto es perfecto" pensó.
-Asi que...Trouble -le nombró con la sonrisa expandiéndose en sus labios- ¿Sabes cuál es una, de las muchas preguntas que se me cruzan por la cabeza en este momento?
El vaivén de sus dedos, haciéndole cosquillas en una parte tan íntima, prácticamente no la dejaba pensar. Parecía disfrutar de su tortura, enorgullecerse de la respiración acelerada y de la imposibilidad de su cerebro para encontrar palabras coherentes.
-¿Porque llevo bragas de abuela?
El rió. No soltó su característica carcajada, pero bufo con gracia cómica y la risa salió con esa voz tan grave y dominante que, ahora sabía, ponía cuando tocaba a una chica.
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Espina de rosa
General FictionAsí como se conoce la reputación de Sirius Black de completo mujeriego, en Hogwarts se sabe de forma similar a Trouble Boredieng. Su nombre es sinónimo de sensualidad, belleza y sobre todo acostones, la población masculina de Hogwarts recuerda su ll...