Nuevas presentaciones

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Habían unos seis mortifagos atacando, aunque el número no importaba tanto como la calidad.

Al parecer Voldemort había enviado a sus vasallos más fieles.

Trouble avanzó con pisadas firmes y largas, con una comodidad que resultaba inquietante en el campo de batalla.

Mulciber hizo un gesto confiado hacia sus compañeros para apartarlos del paso, avanzando hacia Trouble con varita en mano. Le apuntó con la misma en la garganta para amenazarla.

-Sorprendentemente nos sirves más viva que muerta, solo rindeté y nos iremos, muñeca.

-Pudrete.

Cruzó el brazo por la distancia que los separaba haciendo volar la varita hacia el techo, pegándole un puñetazo en medio de la nariz y luego una patada cruzandole el oído y finalmente tirándolo al suelo.

Recibió la varita del mago cuando cayó frente a ella y la rompió contra su muslo.

-¿Quien sigue?

Los magos tenebrosos corrieron tras ella y se puso en guardia.

Hechizo tras hechizo, encantamientos que esquivaba con elegancia y agilidad.

Un codazo en el ojo de uno de sus oponentes, rematando con golpes de rodilla en la mandíbula logrando desestabilizarlo.

Los profesores se apresuraban a plantarse frente a otros estudiantes por si a los caballeros se les ocurría atacarlos nuevamente.

Un nuevo mortifago en el suelo, solo faltaban cuatro y el líder ya estaba abajo.

Una mujer de mediana edad que había estado tirando crusios se acercó a ella por la espalda, como la cobarde que es, y presionó su varita en su garganta.

Trouble alzó las manos, prevenida de la maldición que la mujer podría lanzarle. La mujer le agarro el cabello en una mano y empezó a retroceder con ella.

James salió de la puerta donde Trouble lo había escondido, peleando con los merodeadores para que lo dejarán ir.

Apuntó con su varita a los magos oscuros.

-Dejenla, peleen con alguien que si tiene varita.

Un brujo, que apareció de entre las sombras por la esquina, lo lanzó hacia la pared detrás de él por un hechizo potente, James cayó al piso por el golpe.

Trouble lanzó un gruñido gutural y saco de una de sus botas una daga plateada. Apuñaló con ella la garganta de la bruja hasta que cayó al suelo y limpio la sangre que la cubría con la tela en su cuerpo.

La habían enfurecido y en consecuencia había un nuevo muerto en el piso del gran comedor de Hogwarts.

Giro de vuelta a James y localizo con la mirada a Sirius. Apunto hacia James con su uña filosa pintada de negro y sangre.

-Ve por el —ordenó.

Sirius corrió para ayudar a su amigo y Trouble se posiciono cerca de la puerta para impedir la salida de algún mortifago.

Hizo girar la daga entre sus dedos lista para el siguiente contrincante. Otro mago, con la cara cubierta de tatuajes, se aproximó a la pelea. Empezó a atacarla y bloquear sus ágiles brazos que pretendían apuñalarlo.

Le logro propinar un puñetazo en la mandíbula que la hizo tambalear y retroceder. Limpio su boca con la lengua y escupió la sangre que el golpe había provocado.

Sonrío con los dientes un poco tintados de rojo y el simple gesto lo hizo preocuparse. Ella se acercó lento, manteniendo sus ojos fijos en los de él y estando a medio metro el uno del otro enterró el cuchillo en el medio de su pecho girandolo en el proceso disfrutando ver cómo el alma abandonaba el cuerpo del hombre.

La siguiente mujer ocultaba su rostro con la máscara característica de los brujos tenebrosos. Solo sus rizos y la figura enmarcada en corset revelaban su género. Sirius supo que era su prima.

La atacó por la espalda pero cuando estaba por lanzarle un hechizo mortal Trouble se agacho y saco de su bota una vara larga, de figura elegante, con tonos dorados que destellaban.

Una varita.

La hizo volar por los aires y finalmente la bruja escapó por la ventana del gran comedor. Solo quedaba un mago, se recordó, pero no lo encontraba y cuando estaba por suponer que había huido una mano tiró su varita a la esquina de la habitación y preciono un objeto filoso en su yugular.

No podía moverse ni un solo centímetro o la daga atravesaría su cuello y sería el final para ella.

-Alejense todos —demando con tono apaciguado, regresando lentamente hasta las ventanas del gran comedor.

Sirius se negaba a que esto pasara, ellos no se la llevarían, no podían.

-¡MALDITA SEA DUMBLEDORE, HAGA ALGO! —demando al director, el no se movió.

-Si quieres llevártela —salio de su escondite— tendrás que matarme primero.

¡Oh! Esa valentía Gryffindor.

El mago soltó una risa psicópata.

-Como quieras ñiñato.

Pero antes de efectuar un golpe contundente con su varita hacia el joven animago sintió un movimiento en su entrepierna.

Trouble movia las caderas contra el, con este rostro exitado que hizo al sangre pura dejar de pensar en el chiquillo que lo había retado. Concentrándose en hermosa joven que parecía buscar placer.

-Pero mira nada más, tan zorra.

Antes de poder poner una mano sobre ella y violarla ahí mismo, ella le propinó un golpe a la mano que tenía la daga y la hizo volar, quedando libre de amenaza.

Estiro su mano y antes de lo que se dice Quidditch su varita voló a sus finos dedos y apunto al mago.

-No los tocas.

Lo petrifico y se giró a comprobar cómo estaban sus amigos, cuatro cuerpos vestidos de negro estaban en el suelo.

Bellatrix escapó, pero fue la única ¿No?

Mulciber no estaba.

-Por la puta que lo parió, maldito Mulciber.

Se dirijio hacia la salida, revisando a simple vista el estado de los demás, y comprobando la muerte y desmayo de sus oponentes.

Alzó su vista a Dumbledore y asintio hacia este, de inmediato el director lanzo un patronus en forma de fénix y salió volando por los destruidos vitrales de el colegio.

Se giró hacia James, que de a poco se iba recuperando del golpe.

-¿Estas bien Jamsie?

-Creo que podría estar peor —sonrio hacia ella.

Remus la observaba fijamente, intentando organizar toda la información nueva que este suceso le había brindado.

-¿Que diablos eres? —pregunto desconcertado.

Trouble se levantó, solemne, limpiando la sangre de su rostro y extendiendo la mano hacia el, como presentándose nuevamente.

-Trouble Boredieng, aurora de la nueva división y directora de la orden del fénix, protectora de Albus Dumbledore, Hogwarts y la comunidad mágica de todo el mundo. El arma de guerra.

Y eso fue suficiente para que James se desmayara otra vez y tal vez otros tres chicos.

hola mis amados lectores

¿que les pareció el capítulo de hoy? ¿que creen que vendrá? ¿alguna idea para los siguientes capítulos? ¿algún pedido especial?

~pregunta del capítulo: ¿Lo sabían?~

espero sus respuestas 😉

Les pido voten,comenten,siganme en mi perfil. no me molesta,me alienta a seguir escribiendo.

Gracias,los quiero.
psdt:si hay faltas ortográficas díganme por favor.

besos gabriela black.

Espina de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora