Cuerdas confidenciales

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Capítulo dedicado a MichuINK135.

Aquella lectora nueva que no para de comentar y me escribió cuando notó que algo andaba mal. Les quiero a todes <3

Si los merodeadores no hubiesen estado tan preocupados en Trouble probablemente habrían terminado su cena, con todo y la mirada desviada de Moody sobre ellos en plena noche.

Lo intentaron todo para sonsacarle información sobre el paradero de su amiga pero nada funcionó en realidad.

A eso de las once de la noche el auror yacía dormido en uno de los sillones, roncando estruendosamente. Los muchachos lanzaron hechizos reveladores a lo largo del jardín y al no encontrar amenaza salieron con cervezas de mantequilla en mano.

Faltaba poco para la luna llena, las estrellas eran visibles en medio del campo y mientras mantenían las conversaciones silenciadas se acabaron las bebidas. Luego, con un simple gesto, como señalando su varita, James les invito a entrenar. Debian practicar si querían sobrevivir.

Esa noche no durmieron, batallaron unos contra otros, mejorando lo más que podían, impulsandose hasta el límite y aún más de lo que sus cuerpos seguramente podían soportar.

De vez en cuando se escuchaba una maldición cuando un hechizo golpeaba a alguno del cuarteto o un suspiro frustrado cuando un escudo no era lo suficientemente fuerte.

Cayeron rendidos, aún en el gran jardín cuando el sol estaba saliendo nuevamente y a lo lejos se veía una lechuza entregando el correo.

Se desmoronaron, llenos de cortes y puñetazos invisibles con olor a caracoles en su boca por las veces que Peter lanzaba el encantamiento.

Pasaron quince segundos, o así lo sintió Remus, cuando un grito lo levanto de su sueño.

-Un solo puto trabajo de mierda tenías maldito tuerto. Y aún así no eres capaz de controlar a unos chiquillos de no salir lastimados.

Lo primero que noto era que las horas habían pasado, el sol había alcanzado su esplendor y alumbraba sobre sus cabezas habitando que el medio día ya estaba por pasar.

Despertó de garrotazos a los demás quienes furiosos lo voltearon a ver a punto de gritarle. Tenía la garganta seca con voz casi inexistente pero logró soltar las palabras en lo que señalaba la puerta de la casa.

-Creo que Trouble volvió.

Los ojos se expandieron y con piernas débiles y temblorosas se levantaron con aspecto de borrachos hasta la guarida tan rápido como podían.

-¡TROUBLE! —grito en búsqueda de su amiga Peter en cuanto pasaron la cocina.

Estaba en la sala de estar, con cuchillo en mano, apuntando con su filo a alguna vena que sobresalía en el cuello del auror.

Al verlos cerca soltó una risilla y escondió el arma tras su espalda, como intentando fingir que nada pasaba.

Corrieron los unos con los otros y se abrazaron soltando quejidos de dolor.

-Estan igual de rojos que unos tomates, pequeños idiotas ¿Que haré con ustedes?

-¿No dejarnos otra vez? —se atrevió a sugerir Peter.

Ella dulcemente le regaló una sonrisa con gesto casi maternal, le acarició el costado de la cabeza y Sirius noto la extraña marca que se extendía por us brazo derecho.

-¿Que te paso allí? ¿De que son esas marcas?

El enojo en su voz se hizo obvio y rápidamente todos posaron su mirada en la piel lastimada y rojiza de patrón particular.

Espina de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora