Padres y Cuenteros

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Cuando los merodeadores despertaron fueron revisados por Poppy, encontraron la enfermería a medio llenar con algunos estudiantes en las camillas. Fabián estaba en una de las camas hablando con su gemelo que parecía intacto.

Los merodeadores se acercaron a ellos para comprobar el estado.

-Estamos bien —aseguro Gideon— uno de los mortifagos se acercó a nosotros pero Fabián me empujó para que no me pasará nada. Ya saben lo idiota que es.

-Hey hombre, te salve la vida y ¿Así me lo agradeces? —soltó Fabián sonriente.

-¿Pero tú estás bien Fabián? —cuestiono Remus.

-Si, si, todo bien. Solo un par de huesos desaparecidos. Nada del otro mundo.

-¿Saben algo de Trouble? —a James le preocupaba su amiga, no la habían visto desde que despertaron.

Los hermanos se miraron con gesto incomodo.

-Cuando se desmayaron —inicio Gideon— apareció al poco rato Moody, ya saben, el auror de un ojo.

-Se llevaron los cuerpos de los mortifagos al ministerio. También Dumbledore se llevó a Trouble a su oficina, no ha salido desde entonces. La tenemos vigilada.

-Pero, según tengo entendido, estuvimos noqueados por unas cinco horas —se extraño Remus.

-Tu lo dijiste Lupin —confirmo Fabián.

¿Cinco horas encerrada? Eso ya era una exageración, ¿que cosa tan importante podían estar hablando?

-Gracias —concluyo Sirius y se dirijío a la salida de la enfermería confiando en que sus amigos lo seguirían.

-Vengan, conozco la contraseña —les aseguro cuando estuvieron a su lado.

Andaron por los pasillos sin mayor conversación, cada uno sacando sus teorías sobre lo que posiblemente pasaba en la oficina del director después de la olímpica batalla que Trouble gano en el gran comedor de Hogwarts.

Ante la gárgola de algún ave mitológica soltaron un "Ratones Helados" para que esta les diera paso a unas escaleras de caracol que los llevaría a la habitación central. Desde el primer escalón los gritos llegaron a sus oídos a un volumen moderado y por cada paso hacia arriba el ruido se intensificaba.

-¿Como sabias la contraseña Sirius? —pregunto Remus en un intento de distraer a sus amigos de la algarabia.

-Ya sabes que soy un creador de problemas Lunatico, en algún momento el director me citaría —respondió vagamente intentando agudizar su oído para distinguir la discusión.

En tanto mas se acercaban los sonidos no parecían tener sentido. Alguien soltaba un nombre al azar, otro mencionaba un tipo de hechizo y una tercera voz recomendaba un libro. Sirius ahora no estaba seguro de que Trouble se encontrara allí, no tenían excusa alguna para aparecer sin ser invitados y ciertamente a Dumbledore no le haría ninguna gracia.

-Ineptos

Y eso fue suficiente para convencer a Sirius de la presencia de la joven.

-¿Trouble?

Cuando llegaron al final de las escaleras fue imposible ignorar la mirada de molestia de Dumbledore, aunque eso importaba poco a comparación de Trouble que seguia con este extraño traje de pelea.

James de inmediato corrió a abrazarla teniendo cuidado está vez de no apretarla demaciado contra el, estando conciente de las heridas que podría tener. A ellos se unieron Peter y Remus dejando atrás a Sirius que no podía apartar la mirada del director que parecía querer quemarlos allí mismo.

Espina de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora