Espina de rosa

¡Sangre Sucia!

-Preferirían un crusiatus a la tortura de la resaca -se quejo Peter en un murmullo dolido.

"No tiene ni idea de la mierda de un Crusio" pensó Sirius.

-El sol me va a estallar la cabeza —gimió con dolor James— ¡Agh! Lunático, recuérdame porque demonios estamos paseando en este sol de mil demonios con más alcohol que sangre en nuestro sistema.

-Se supone que nos ayuda a parar el dolor —contesto agarrándose las sienes apretando los orbes caramelo.

-Estoy seguro que es la única vez en mi vida dónde la cabeza no me duele tanto como a ustedes en una borrachera -comento con gracia Sirius a la vez algo distraído.

-Te fuiste temprano de la fiesta, aún que siendo sincero no esperaba que te quedarás -explico el de lentes.

-Una apuesta es una apuesta.

Continuaron con su caminata, bajo la atenta mirada de los rayos solares sobre su cabeza. El día había iniciado un poco, bastante, tarde para ellos. Su desayuno fue almuerzo y Sirius sintió por primera vez lo que era ser el amigo "designado". El tuvo que levantarlos de sus lechos de muerte.

La sala común estaba hecha una mierda, pero con un par de hechizos fue solucionado a tiempo para comer algo. Suponían que la mayoría de estudiantes se había ido a mediados de las 3 AM. Aunque para ser justos no sabían a qué hora habían llegado a la habitación.

-¿Que tal estuvo Trouble anoche, Sirius? —cuestiono James.

-¿De que hablas? —pregunto confundido el muchacho.

-¡Venga Sirius! —animo el castaño— todos los vimos subir al cuarto, hasta yo me acuerdo.

Sirius le pegó un zape en la nuca mientras continuaban avanzando por la orilla del lago.

-No seas idiota, Lombrey la intento tocar, no estaba en sus cabales y la lleve a nuestro cuarto. No la tocaría en ese estado, eso es una violación.

De pronto James paro la caminata, se paró frente a Sirius con semblante orgulloso y le plantó un besote en la mejilla mientras palmeaba su espalda. La clase de demostración de afecto que se da en una familia real. Excesivamente bromista y pretenciosa, así como incómoda.

-Estoy orgulloso de ti hijo —felicito con este tono que hacía a su pecho alzarse.

Las carcajadas rompieron entre el grupo mientras el paseo continuaba, ahora Sirius y James se abrazaban por el hombro.

-Eso es muy noble de tu parte Sirius —menciono perdido Moony—es un acto de caballero.

Sirius no pudo evitar pensar en que ese mismo término había usado Trouble para describirlo la otra noche.

-No Lunático, no es la gran cosa, no es algo por lo cual deberían felicitarme o halagarme. No violar a alguien no tendría que ser aplaudido, si no esperado.

Se quedaron en silencio unos minutos mientras continuaban su camino sin destino, procesando el hecho de como se aplauden las acciones más básicas.

-El mundo está jodido —determino Peter.

Sirius pensó en su casa, en su "familia", en el mundo mágico y muggle y decidió que tenía razón.

Llegando a la punta del lago negro, sobre una pequeña colina una cabellera roja estaba siendo agitada en un gesto de exasperación mientras una mano tapaba las esmeraldas que pasaban por ojos.

Lily Evans.

Parecía, a lo lejos, estar discutiendo por algo con un joven de cabello negro grasoso que identificaron como Severus Snape.