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Jueves, un día antes de la competencia de natación, la cual sería la semifinal, determinando quien iría a la final con la siguiente escuela seleccionada.

Seungwoo era el primero en la lista cargando el estrés de tener que competir con una de las escuelas más fuertes, siendo el líder y teniendo unas cuentas responsabilidades más, últimamente se le veía bastante tenso.

Hasta que se encontraba con Dongpyo, una vez eso ocurría era como si por arte de magia todas sus preocupaciones desaparecieran al estar a su lado.

—Nos vemos mañana, descansen bien para dar lo mejor.— Han alentó a su par de amigos mientras salía casi corriendo del lugar, tenía un asunto pendiente con su pareja.

Seungyoun miró como se alejaba mientras Wooseok se quedó callado analizando su reacción, un suspiro salió de sus labios.

—Sabes, es lindo verlo feliz.— Youn sonrió ligeramente aún viendo a la salida, su rostro era imperturbable, se conservaba sereno.

—Lo sé.— Wooseok concordó, era un alivio para su corazón ver como las cosas estaban bien entre ellos, y Seungyoun por fin parecía empeñarse en superarlo, sin más excusas.

Cho acudió con el psicólogo escolar a que le diera algunos consejos, nunca había visto a este tan comprometido con algo, después de verlo salir de ahí pudo notarlo más calmado, como si hubiera dejado una gran carga detrás.

Lo admiraba, demasiado.

Quería tener la audacia de este para poder superarlo todo, pero de alguna manera algo dentro de sí se aferraba a la idea de que algún día Seungyoun lo correspondería.

Y ese era el problema, creaba falsas ilusiones donde no las había, él era consciente de que eso estaba mal, pero estaba fuera de su control.

La mirada de Seungyoun cayó sobre Wooseok, aquellos luceros repletos de resplandor asemejaban a las mismas galaxias, pero se sentían como un hoyo negro que te atrapaba, haciendo imposible apartar la vista.

Seungyoun ahora era más cuidadoso con sus acciones, sabía que no era su responsabilidad que Wooseok estuviera atraído por él, pero haría lo necesario para no herirlo.

Sin embargo algo en su pecho se oprimía cuando Wooseok lo miraba, parecía tan inmerso en sus ojos como si los apreciara cual obra de arte del más distinguido artista que pudiera haber, a veces sus labios se curveaban en una ligera sonrisa cuando lo hacía, no se sentía merecedor de tal admiración.

Pero aquello no era nada comparado como cuando Wooseok lo observaba con tristeza, como si sus sentimientos fueran un pecado, y estuviera cometiendo una blasfemia con solo mirarlo, podía ver la culpa en su mirada.

No era su culpa, lo tenía claro.

Pero, una que otra vez pensó para si mismo "por qué no puedo corresponderlo”  tenía una esperanza de que eso alejara la tristeza de este, pero de qué servía forzarse a algo que no saldría de forma natural, formar una relación con él cuando los sentimientos son unilaterales solo empeoraría las cosas.
—¿Ya nos vamos a casa?— Wooseok le cuestionó.
No quería ir al departamento, porque sabía que una vez ahí, Wooseok lo ignoraría hasta el día siguiente.

—¿Qué tal si vamos a caminar por el parque?, quiero despejarme.— también estaba cansado,  de igual manera, no quería llegar a casa y fingir que eran desconocidos, no por hoy.

—Está bien.— aprobó la idea con un tono alegre, a decir verdad, le agradaba la idea.

Caminaron un rato por aquel lugar, había poca gente, quizá por la hora, se encontraban en silencio, cada uno envuelto en sus propios pensamientos, aunque la presencia del contrario era esa pizca de sensación amena que mejoraba la situación.

❛ Mi Vecino de Número ❜「 Seungpyo 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora