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Cuando entre aquella pequeña pelea donde Dongpyo sobre Seungwoo trataba de arrebatarle el celular para proteger su imagen y borrar esa foto, el sonido de la puerta principal retumbó por la casa.

Ambos entraron en pánico en menos de un segundo, y gracias a los grandes reflejos de Han, Dongpyo salió volando del sofá al suelo después de haberlo empujado sin malas intenciones.

—Lo siento, lo siento.— se disculpó en tono bajo con evidente arrepentimiento.

Dongpyo sabía que no era una buena situación para regresarle el golpe o molestarse, sólo asintió y se sentó discretamente en el piso mientras unas personas entraban al lugar.

—Hola, ¿qué tal les fue con los niños?— la señora Han entraba con su hermana y otra persona a un lado.

Apenas Seungwoo volteó a ver se le bajó la presión, su padre acompañaba a ambas con un semblante serio, no pudo estar más aliviado de que los tres vieran esa incomoda situación —Papá, llegas temprano.— dijo como si nada hubiera ocurrido previamente.

Ambos se levantaron en un instante, Dongpyo se sintió un poco temeroso, el padre de Seungwoo le había quitado el lugar al profesor de historia como la persona que más le daba miedo, solo trató de sonreír y quitar su cara de incomodidad —Buenas noches.— se inclinó en forma de saludo hacia los mayores.

—Amor, el es Son Dongpyo, amigo de Seungwoo, vino a cuidar a los hijos de Jiwon.— la señora Han presentó al menor con alegría a su esposo.

—Un gusto.— las facciones del mayor se aligeraron y sus labios se curvearon hacia arriba en una sonrisa apenas visible.

—El gusto es mío.— sonrió de vuelta —Los niños están dormidos, ¿debería despertarlos?— preguntó sin saber como los transportarian al auto.

—Son muy perezosos, lo más probable es que no quieran levantarse.— la más joven dijo en un tono dulce y se acercó —¿Me ayudarías a cargarlos?— preguntó mientras se acercaba a Shin para sostenerlo.

Dongpyo asintió sin esperar, se acercó a Eunjin y la cargó en sus brazos mientras aún estaba somnolienta.

—Yo llevaré sus cosas.— Seungwoo se ofreció sosteniendo la mochila donde la menor traía sus juguetes.

Los tres se dirigieron al automóvil, colocaron a los menores en su respectiva silla para niños, mientras Dongpyo abrochaba el cinturón de la pequeña esta se despertó y lo miró con los ojos entreabiertos —Dongpyo oppa, ¿lo volveré a ver?— habló bajo mientras se aferraba a su brazo.

Un toque de ternura dió directo a su corazón ante las palabras de la niña, una sonrisa en sus labios fue el resultado de aquellas —No lo sé, tendrás que decirle a tu mamá.—

—Mamá ¿Dongpyo oppa puede ir a mi fiesta de cumpleaños?— la menor elevó la voz llamando la atención de su madre.

—Desde luego.— la mayor dió la aprobatoria.

—En ese caso, hasta entonces.— revolvió el cabello de la pequeña sonriente.

—También Seungwoo oppa vendrá, Dongpyo oppa se ve feliz cuando está con él.— aplaudió emocionada.

La cara de Dongpyo era un poema mientras Seungwoo detrás de ellos estaba más que satisfecho ante aquello.

Soltó una risa nerviosa —Los niños, inventan cada cosa.— escusó y negó con la cabeza, no sabía de dónde la menor había sacado esa conclusión —Nos tenemos que ir.— se despidió y después de un pequeño forcejeo de la menor que no quería soltarlo lo dejó ir.

❛ Mi Vecino de Número ❜「 Seungpyo 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora