❛ Mi Vecino de Número ❜「 Seungpyo 」

「 63 」

Aunque terminó llevándose una gran sorpresa.

Seungwoo abrió la puerta de la habitación.

Rápidamente eliminó la pestaña de la aplicación con la mano un poco temblorosa por los nervios, sabía que sería atrapado con las manos en la masa, así que no quedaba de otra más que disimular, abrió la galería de vuelta y se relajó, como si no estuviera haciendo algo malo.

Al escuchar el ruido en el baño y ver la silueta de Dongpyo con su ropa la cual le quedaba enorme, mentiría si dijera que de cierta forma le gustaba la idea de saber que este vestía con sus prendas, sus piernas estaban a la vista, eran estilizadas y finas, se veía tan delicado, su figura era tan preciosa, realmente amaba sentir sus proporciones cada que lo envolvía en sus brazos, quizá no tenía un abdomen marcado o una figura varonil, pero tenía una cintura pequeña, y lo amaba, amaba cada parte de su ser con locura, era como tener un muñequito de porcelana a su merced.

—Bebé, ¿ya te lavaste los dien...?— su corazón dio un vuelvo al ver a Dongpyo sosteniendo su anterior celular ¿será qué había visto los mensajes?, ¿la verdad saldría a la luz?

Inhaló tratando de no mostrarse nervioso —¿De dónde sacaste eso?— cuestionó tranquilo, como si no hubiera problema alguno si lo tuviera, vio que este estaba viendo la galería, por lo que se tranquilizó, pero aún no estaba seguro.

Apagó el celular y terminó de enjuagarse la boca —Estaba al lado de los cepillos.— contestó con tranquilidad y lo miró por el espejo.

Maldijo internamente, debió ponerlo en otro lugar y con más razón sabiendo que tenía la misma contraseña que su celular actual, la cual Dongpyo conocía.

—¿Qué andabas viendo, chismoso?— tomó el aparato en cuestión y lo guardó en su bolsillo, a este punto dudaba que supiera algo, conociéndolo ya hubiera armado un escándalo.

—Tus fotos, ¿por qué?— cuestionó dándose la vuelta mirándolo con la ceja alzada —¿Me ocultas algo?, ¿tienes ahí tu pack?, ¿la receta de la coca cola?— bromeó, esperaba que este mínimo se alterara un poco, pero estaba tan tranquilo que no parecía que tuviera algo del otro mundo ahí, aunque si se sentía culpable por revisar sus cosas.

—Tenía fotos tuyas ahí.— rio ligeramente.

—¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Dónde?, ¿Por qué?— revisó la galería y no las había visto.

—Las borré cuando peleamos porque seguías siendo un odioso.— admitió desviando su mirada, aquello era verdad —Le tomé captura a algunas de tus publicaciones de Instagram, creo que me gustabas un poquito, o quizás mucho.— después de verlo bailar en el festival no dudó en buscarlo y ver sus fotos, por primera vez veía la imagen de la persona que se robó su corazón con solo unos mensajes.

De nuevo aquella sensación de revoloteo en su interior, ya no eran mariposas parecía una parvada de pájaros ahí dentro, inevitablemente una sonrisa se escapó de sus labios.

—Fui un idiota y con mucha razón debiste borrar esas fotos, perdón por decepcionarte, quizá no esperabas que la persona que te gustaba fuera una mierda.— admitió bajando la mirada.

—Dongpyo...— se acercó y tomó su mentón levantando su mirada con suavidad.

—Lo sé, pasado pisado, pero sólo digo.— realmente ya no sentía una gran culpa como antes, aprendió a superar aquel pasado, porque de alguna u otra forma lo llevó hasta donde estaba ahora.

—Pues ya no lo digas mm, acá el único que quedaría como idiota sería yo si te seguía insistiendo aún viendo como eras, confié en qué sólo era tu mala racha en el amor lo que te tenía tan susceptible, y que pronto cambiarías, y lo ves, pasó.— acarició su mejilla para demostrarle su cariño, mientras su otra mano se posaba en su cintura.