❛ Mi Vecino de Número ❜「 Seungpyo 」

「 35 」

Ya había pasado más de una hora y no había rastro alguno de Seungwoo en la fiesta, desde que se había ido con aquel chico pequeño, parecía que la tierra se lo había tragado.

Seungyoun se encontraba tomando una botella de Soju, conocía muy bien su tolerancia al alcohol así que no decidió tomar más de una.

Miró a su alrededor, ya era tarde, quizá casi la una de la mañana, sin embargo seguía habiendo una gran cantidad de personas en el lugar, su mirada se posó en Hangyul y Wooseok, parecían tan felices que le daba envidia, se mantuvo alejado, no quería ser la tercera rueda entre ellos.

Se levantó del sillón en donde estaba y caminó en dirección hacia la salida, iba a buscar a su mejor amigo, solo para asegurarse que no se lo había tragado un tiburón.

Bajó por las escaleras que daban a la playa encontrando los zapatos de su amigo junto a otros de una talla menor, debió suponer que seguía con aquel niño.

Se quitó lo zapatos y caminó por la arena indagando donde podrían estar ese par, cuando a unos metros más adenlante pudo observarlos.

Se detuvo en seco y trató de enfocar desde su lugar, no, estaba seguro de que no estaba alucinando, el alcohol que había ingerido muy apenas y le causaba un pequeño mareo con esfuerzo, pero, ¿era real lo que veía?

Comenzó a rebobinar en su mente todo lo que había acontecido en la última hora donde aquellos estuvieron juntos, había visto que parecían hablarse con confianza, cosa que le molestó un poco ya que la atención de su amigo solo estaba en ese chico, si bien sabía que solo lo había salvado cuando cayó a la piscina, había pasado un día, un día y ya se encontraban juntos mirando el mar mientras juntaban sus cabezas, e incluso el menor portaba la chaqueta de su amigo.

Conocía a su mejor amigo, obviamente, y algo característico de él es que no le toma confianza a nadie de la nada, tampoco suele ser cariñoso con gente que acaba de conocer, entonces ¿Por qué?

Ya no solo era la molestia que tenía en su pecho y el dolor que experimentaba debido a que los ojos de su amigo estaban apuntando a otro lado, sino que, siendo realistas de que quizá nunca le preste atención, seguía siendo su mejor amigo, nunca se habían ocultado nada, y no podía encontrarle otra explicación a aquello, pero, lo que hacía ruido en su cabeza era, ¿cómo lo conoció?, siempre estaba juntos en la escuela y si salía era con él o Wooseok, ¿en qué momento?

Ya no se sentía comodo viendo aquella escena por lo que emprendió camino de vuelta a la fiesta, no podía asegurar que Han tenía interés amoroso en aquel chico de primer grado, pero había una grande posibilidad, estaba casi seguro, pero se seguía sintiendo engañado, no iba a obligarlo a que le explicara, así que solo iba a fingir que aquello no pasó, probaría su confianza.

Apenas comenzó a subir las escaleras con un nudo en la garganta con el objetivo de ir a sentarse a algún lado hasta que su mejor amigo se dignara a irse de la fiesta, porque para su mala suerte no podía regresar a casa sin él, ya que él lo había llevado con uno de los autos de su familia, Han tenía licencia  y él ni siquiera había ido a la prueba.

Estaba aguantando lo más posible y trató de respirar hondo para que ninguna lágrima saliera, sin embargo, Wooseok apareció, y en un instante este ya mostraba un semblante preocupado mientras de acercaba.

—¿Por qué esa cara?— se extrañó ya que hace poco estaba alegre junto a los demás.

—Es que...— sus lágrimas no podían retenerse un segundo más y ni siquiera podía pronunciar una palabra entre los sollozos que comenzaron a salir sin su permiso, como aquellas veces donde tu voz se apaga entre tu llanto y te es imposible pronunciar una palabra aunque lo intentes.