❛ Mi Vecino de Número ❜「 Seungpyo 」

「 10 」

No supo cómo interpretar la mirada de su mejor amigo cuando le dijo la verdadera noticia, era como si se hubiera quedado en blanco.

—Así que Yohan...— murmuró mirando a la nada sin saber cómo responder adecuadamente.

—Sí, es que no sé cómo explicarlo, pero de alguna manera empecé a sentir aquellas mariposas de las que todo mundo habla cuando estaba a su lado, es una persona muy linda, es tan agradable, y...— dice con gran ilusión que hasta sus ojos brillaban al pensar en él. —Me trata tan lindo, y cuida de mí, me hace sentir especial, ¿Sabes?— sonríe en grande mientras seguía hablando tan lindo de el pelinegro.

—Creo que si te gusta demasiado.— una pequeña sonrisa salió de sus labios aunque en realidad la sensación de felicidad no estaba en él, Yohan solía tratarlo como a su mejor amigo, no era tan consciente de aquello hasta hace un mes que comenzó a sentir la atención de este sobre él, quizás lo estaba imaginado, o quizá Yohan, solo era Yohan con ambos, no entendía.

—No sé que hacer Jun, soy un desastre y no creo gustarle.— su voz salió desesperada y sus ojos ya comenzaban a cristalizarse por lo que Song lo abrazó rápidamente.

—Vamos Pyo, eres una increíble persona, ¿Cómo te atreves a decir eso?— se sentía tan mal, por qué no podía sentirse feliz de que a su amigo le gustara alguien después de tanto tiempo, era tan confuso.

—No soy lo suficiente para Yohan, el es lindo conmigo, muy lindo, pero ¿Qué tal si me ve como su hermano pequeño?— suelta un pequeño sollozo, y ahí estaba recordando algo que no quería, Yohan hablando de su amigo cuando este no estaba, ahora se sentía mal, Hyeongjun no estaba haciendo nada, pero el comenzaba a tenerle envidia, quería que Yohan le prestara la misma atención que a él. Ambos se estaban sintiendo culpables por el otro en ese momento sin siquiera saberlo.

—Creo que deberías hablar con él, y así tener todo claro.— unas pequeñas caricias fueron directo al cabello de su amigo en busca de reconfortarlo.

—Tengo miedo, ¿Qué pasa si después de esto me deja de hablar?— se separa de su amigo con ojos llorosos mientras sorbe su nariz.

Vió los ojitos de su amigo, y no pudo evitar sentirse mal por él —Yo puedo hablar con él.— habló sin pensar, no quería ver a Dongpyo llorar, era algo que le dolía después de ver cómo su amigo apenas y comía después de que su padre dejó este mundo, nunca lo había visto tan mal, y le costó demasiado recuperarse, que no quería que recayera en la depresión por un desamor.

—¿Harías eso por mí?— el brillo de ilusión había regresado a sus ojos y juró ver a su amigo como su ángel salvador.

—Lo haré, intentaré que me diga que es lo que piensa de tí, pero por favor, no te sientas mal si no te corresponde, y deja de llorar.— limpió sus lágrimas y le regaló una gran sonrisa.

—Eres el mejor.— lo volvió a abrazar con emoción.