❛ Mi Vecino de Número ❜「 Seungpyo 」

「 13 」

—¿Hyeongjun?— lo miró fijamente mientras las lágrimas seguían, saliendo de sus ojos, había quedado más idiota de lo que ya era, lo sabía, tenía ese presentimiento de que algo había entre ellos, y el hecho de que Yohan hablara demasiado de él ahora tenía sentido.

—Pequeño...— intentó tocarlo pero este se alejó rápidamente.

—Veo que no tengo nada que hacer aquí.— secó sus lágrimas y tomó sus cosas, caminó hacia la puerta de la habitación dispuesto a salir de aquel martirio.

Cruzó la puerta encontrándose con el joven de cabellos rizados el cual llevaba el título de mejor amigo, este traía en sus manos la pomada, sus ojos reflejaron preocupación en cuanto vió la cara de Dongpyo y sus ojos llenos de lágrimas.

—¿Qué ocurre?— lo abrazó rápidamente y este no puedo evitar romper en llanto ante aquel tacto.

—Me tengo que ir.— se separa rápidamente sin poder soportar un segundo más el dolor que se formaba en su pecho causa de aquel contacto.

—Pero...— lo siguió por detrás tratando de detenerlo sin embargo este se negó nuevamente.

—Hyeonjun... Quiero estar solo, por favor.— lo miró con seriedad, solo quería irse.

Este se separó de él y lo dejó ir, salió por la puerta, Hyeongjun miró como su silueta se iba alejando mientras los colores en el cielo se iban apagando poco a poco hasta anochecer.

Hyeongjun se dirigió rápidamente hasta su habitación donde estaba Kim, éste se encontraba guardando sus cosas en su mochila.

—Calienta la sopa cuando la vayas a comer, descansa y suerte en tu examen.— caminó hacia él y le sonrió un poco sin muchos ánimos para hacerlo.

Ladeo la cabeza y en un acto de reflejo lo tomó del brazo antes de que se fuera.

—¿Qué ocurrió?— sus grandes ojos reflejaban tristeza y preocupación, temía por aquella situación, y no le costaba mucho imaginar que tuviera que ver con los sentimientos que tenía Dongpyo hacia él.

—Hyeongjun... ¿podemos hablar después de ello?, no me siento bien diciéndotelo ahora, espero me comprendas.— lo miró hablando con un poco de dolor en sus palabras, Dongpyo de seguro lo odiaba en ese momento y no quería que la historia se repitiera con el pequeño castañito frente a él, o por lo menos por ahora. —Cuida de Dongpyo por favor.— le sonríe por última vez y camina saliendo por la puerta de su hogar.

Unas pequeñas lagrimas de frustración salieron de sus ojos, y rogó por que Dongpyo no estuviera herido, no sabía que hacer ahora, si Yohan lo rechazó ¿de que más podía hablar con él?, ¿por qué no ahora?, su cabeza daba vueltas, sentía que todo era su culpa.

El entrenamiento terminó y caminaba de regreso a su hogar, se encontraba solo, Seungyoun no estaba con él como de costumbre, el viento golpeaba contra su rostro, el clima era fresco y agradable.