Empecé a caminar por la ciudad en busca de alguien, pero como era de esperar no encontré a nadie así que me dediqué a buscar comida, fuese lo que fuese.
Encontré unos donuts un poco aplastados, me llevé la caja al descampado y la escondí para que no me la quitaran los animales.
Luego, decidí ir a buscar mi casa, anduve por 3 horas y media para llegar al hueco donde estaba mi casa o lo que quedaba de ella. Y no, no encontré a mis padres porque no quise buscarlos, tenía que ser fuerte, y intentar sobrevivir, fuese como fuese.
Emprendí el camino de vuelta al descampado donde había decidido instalar mi casa y vi a un chico comiéndose mis donuts.
- ¡Eh, tú, idiota! - le grité - ¡Que eso es mío!
Él se quedó mirándome y empezó a llorar.
Me dio muchísima pena y me senté a su lado mientras que le acariciaba el pelo diciéndole que se podía quedar conmigo.
Al cabo de un rato, el chico dejó de llorar y me preguntó mi nombre:
- T/n, me llamo T/n y tú?
- Yo soy Cinco - me respondió.
- ¿Cinco?¿Por qué te llamas como un número?
- Mi padre no se molestó en ponerme un nombre, ni a mis hermanos tampoco.
- Vaya, lo siento. ¿Cuántos hermanos tienes?
- 6 hermanos. ¿Tú tienes hermanos?
- No, soy hija única.
- ¿Has buscado a tus padres?
- No, y no los pienso buscar.
ESTÁS LEYENDO
Juntos en el apocalipsis (Terminada)
Random- Mami, ¿cómo conociste a papi? - ¡Sí, sí cuéntanos! - Está bien, sentaos en el sofá y os lo contaré todo. Yo era una chica de 13 años que vivía con sus padres en una humilde casa en una ciudad. Pero un día como otro, mis padres estaban peleando en...