- ¡Niños! - gritó Reginald desde abajo.
- ¿Sí, padre? - dijo Luther.
- Número 1, avisa a los demás. Tenemos una misión. - respondió Reginald. - ¡Número 6! ¡Vámonos! - dijo mirando a Ben que pasaba por delante.
- De acuerdo. - Luther subió las escaleras muy rápidamente para avisar a sus hermanos.
Llegó a la habitación de Klaus y lo vio bebiendo Vodka de una botella que sería de su padre.
- ¡Klaus! ¡Deja eso ya y vamos abajo que tenemos una misión!
- Joder con el viejo. ¡Ya voyyy! - dijo Klaus borracho.
Luther salió de la habitación de su hermano para dirigirse a la habitación de Diego. Antes de entrar suspiró y tocó a la puerta.
- ¿Diego? - dijo suavemente.
- ¿Q-q-qué? - tartamudeó él.
- Voy a entrar, ¿vale? - dijo Luther abriendo la puerta.
- ¿Qué p-p-pasa Luther?
- Papá nos quiere abajo ya para irnos a una misión.
- Voy a cambiarme y bajo.
- Está bien.
Luther salió de la habitación y fue al cuarto de Allison.
- ¿Allison? - preguntó Luther antes de entrar. - Allison, papá nos llam...
- ¡Cinco! No, Cinco espera, lo siento, ¿vale? - gritaba Allison
- ¿Que lo sientes? ¡Pensaba que te gustaba Luther, no yo! ¡Que asco! - dijo Cinco limpiándose los labios con la manga de la chaqueta.
Luther, al oír eso, entró en la habitación y vio a Cinco limpiándose la boca con cara de asco y a Allison, mientras se miraba al espejo, pintándose sus bonitos labios.
- ¿¡Pero qué pasa aquí?! - dijo Luther muy enfadado.
- Habla con tu ''novia''. Supongo que no te gustará que vaya por ahí besando a otros chicos. - dijo Cinco bajando la escalera.
- Allison, papá quiere que vayamos a una misión. Baja, nos están esperando. - Dijo Luther muy serio.
- Luther, yo... - quiso decir Allison.
- ¡No! ¡Vámonos!
Salieron de la academia y se dirigieron al banco, donde unos ladrones lo estaban atracando.
ESTÁS LEYENDO
Juntos en el apocalipsis (Terminada)
Random- Mami, ¿cómo conociste a papi? - ¡Sí, sí cuéntanos! - Está bien, sentaos en el sofá y os lo contaré todo. Yo era una chica de 13 años que vivía con sus padres en una humilde casa en una ciudad. Pero un día como otro, mis padres estaban peleando en...